Cultura

"Romance del 25 de agosto"

"Romance del 25 de agosto"

El "Romance del 25 de agosto", poema de Serafín J. García, fue musicalizado por Fernando Torrado Parra y formará parte de su nuevo disco "Samdombe candamba". Será presentado el 2 de octubre en la sala Zitarrosa con el trío compuesto por Pablo Leite, Santiago Gutiérrez y la cuerda de tambores de Torrado y Noé Núñez con Diego Paredes.

Torrado Parra, conductor del programa Café Torrado, está feliz por la inclusión de este poema en el portal de Primaria y su idea era que  "esté en el Plan Ceibal, tanto en Primaria como en Secundaria y UTU y lo canten en las escuelas y liceos"."Sería una forma lindísima de tener un candombe que hable de independencia y muestre la poesía gauchesca y nativa de Serafín J. García", expresó.

El poema pertenece a Serafín J. García, poeta y narrador uruguayo que nació en 1908 en el departamento de Treinta y Tres. Murió en 1985.

Como poeta, escribió en 1936 una de sus obras más conocidas: Tacuruses. Como narrador, su primer libro de cuentos apareció un año más tarde y se llamó: "En carne viva". Sus obras son valiosos testimonios de la literatura gauchesca y nativista.


Romance del 25 de agosto


"Írritos, nulos, disueltos",
cantaba el viento en los talas,
y acompañaban el canto
los boyeros con sus flautas.

"Írritos, nulos, disueltos",
repetían las calandrias
mientras colgaban caireles
de música entre las ramas.

Y el clarín de los horneros
campo adentro repicaba
sembrando la buena nueva
entre un júbilo de alas.

Y aunque era invierno en el tiempo,
hasta grillos y chicharras
desherrumbraban sus élitros
para unirse a la cantata.

Estaba de fiesta el campo
y el monte lo acompañaba,
porque era fecha de gloria
para la tierra "orientala".

Y el mismo cielo, allá arriba,
alternaba nubes blancas
con su azul, como ofreciendo
para la bandera franjas.

Cuentan que aquel veinticinco
fue de punta a punta el alba
ya que hasta la tardecita
parecía una madrugada.

Todo en él era comienzo,
todo en él era esperanza,
Y hasta el sol se detenía
para ver nacer la patria.

"Írritos, nulos, disueltos"
los actos que subyugaban,
el viejo afán artiguista
en fruto al fin se trocaba.
Y por eso "írritos, nulos,
disueltos", todos cantaban,
hombre y ave, insecto y árbol,
flor y espira, viento y agua.

Serafín J. García
(De todos los romances)

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