Juan Grompone: "Tengo vocación de ser disidente"
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En diálogo con En Perspectiva el ingeniero Juan Grompone, prolífico escritor y recientemente galardonado con el premio Bartolomé Hidalgo 2012 a la Trayectoria, habló sobre su obra y reveló algunos aspectos de su vida, ideología y formación profesional y familiar.
Grompone es toda una personalidad de la cultura del Uruguay. A los 73 años de edad este ingeniero industrial, especializado en informática y comunicaciones, se convirtió en un destacado escritor de novelas, cuentos, ensayos, artículos científicos y notas periodísticas.
Se ha desempeñado como docente universitario en distintos países. También ha sido empresario, e incluso uno de los pioneros de la computación en Uruguay.
Con una vida tan intensamente aprovechada, el fin de semana pasado, en la Feria Internacional del Libro, la Cámara Uruguaya del Libro dio a conocer los ganadores de los Premios Bartolomé Hidalgo 2012. La distinción a la Trayectoria correspondió a Juan Grompone.
Interrogado sobre en cuanto influyó el ambiente familiar en su producción cultural, el escritor respondió: "Influyó mucho porque yo nací en una biblioteca. Antonio Grompone era mi padre que fue fundador y director del IPA y mi madre Maria Carbonell era psicólogoa y docente universitaria".
A eso se sumó que el reconocido ingeniero civil uruguayo, Eladio Dieste, "vivía en mi casa y luego con el paso de los años continuó viniendo los sábados al mediodía a almorzar siempre, esa el la fuente de ingeniería que recibí, a lo que mi padre siempre insistía que había que estudiar ciencias".
Consultado sobre su ideología, Grompone se definió como "un frentista disidente" porque "tengo vocación de disidente, mi formación es anárquica dado que, en general, discrepo con la versión oficial, y creo que la verdad sale la discusión". Antes de que existiera el Frente Amplio como fuerza política "votaba a los partidos de izquierda separados entre si".
De todas formas aclaró que, dentro de esa concepción anárquica "hay en mi una influencia muy grande del marxismo" y confesó que a El Capital de Marx "lo leí dos veces. De asolescente no lo entendí y cuando lo volví a leer siendo ingeniero empecé a entenderlo".
En lo que refiere a su obra literaria, Grompone recordó que su camino comenzó en 1991 con Ciao Napolitano!, aunque antes "escribí sobre la tecnología en educación en eletromagnetismo y luego un libro para enseñar física en la escuela. También escribi Las Leyes del Capital, que fue publicado en 1973, unas semanas antes de la dictadura, fue el súmun de la inoportunidad".
Tras recordar el resto de sus trabajos literarios, en especial uno de los más destacados (Asesinato en el Hotel de Baños) Grompone indicó que la novela como género, y en especial la policial, "va muy bien con la estructura lógica en la que me formé".
"Hechos reales como telón de fondo" son la base del trabajo de Grompone, el cual comentó que uno de los escritores que lo inspiró fue Umberto Eco con su novela El Nombre de la Rosa. "Este hombre tiene razón cuando afirma que si una novela pasa en el pasado no pasa de moda. Ubicarlas en una época precisa a las novelas hace que se puedan seguir leyendo siempre", concluyó.