Cultura

Arana: "las ciudades las hace la gente"

Arana: "las ciudades las hace la gente"

Discurso del intendente Mariano Arana el día de la reapertura del Teatro Solís.

                                    Montevideo, 25 de agosto de 2004

Autoridades nacionales, departamentales y locales, invitados extranjeros, amigas y amigos.

Muy pero muy buenas noches.

A 148 años de la inauguración de esta Sala y a 179 años de la Declaratoria de nuestra Independencia, creo que todos nos sentimos emocionados en esta jornada de resonancias múltiples.

Resonancia histórica, resonancias estéticas, resonancias esperanzadoras de cara al presente y de cara al futuro.

La reapertura de un teatro, el abrir las puertas de un espacio destinado a promover la cultura y las artes, es siempre, (debe ser siempre) motivo de celebración.

Quiero ante todo y frente a Ustedes, expresar mi profundo reconocimiento a numerosas personas y entidades.

Agradezco, en primer lugar, a los obreros y a los técnicos de mi país, a aquellos que con el trabajo de sus manos, con su esfuerzo físico, con su inteligencia y con su talento, levantaron estos muros, estas estructuras y estas complejas instalaciones, evidenciando no sólo su compromiso laboral y profesional, sino también, un auténtico orgullo en tanto uruguayos, y un inocultable cariño para con el fruto de su propio esfuerzo.

Agradezco a todos quienes participaron en la concreción de esta obra, como empresarios, proveedores, subcontratistas, asesores en diversas disciplinas, investigadores, historiadores, gestores culturales.

Agradezco el trabajo paciente y laborioso de restauradores, de artistas y artesanos mayoritariamente uruguayos, pero también de cooperantes internacionales que recuperaron pinturas, palcos, luminarias, mobiliario, y multitud de elementos ornamentales.

Agradezco y valoro el trabajo sensible y denodado de todos, absolutamente todos los profesionales, técnicos y especialistas que participaron del largo y complejo proceso de indagación, relevamiento, proyecto y dirección de las obras.

Agradezco asimismo a los trabajadores de la cultura, a los periodistas, creadores, intérpretes y espectadores, a quienes este espacio está especialmente dirigido, y que se mantuvieron expectantes para disfrutar de este día.

Agradezco el estímulo, el apoyo y la colaboración de todos quienes desde los más diversos ámbitos institucionales, desde nuestro equipo de gobierno municipal, la Junta Departamental, el Parlamento, la Comisión Nacional del Patrimonio, los funcionarios de la Intendencia Municipal, los medios de comunicación, la Comisión del Teatro Solís integrada por ciudadanos de los más diversos perfiles, a la que invoco en la persona de su presidente, el Dr. Carlos Cassina; los vecinos que tanto hacen por la cultura en los distintos barrios de Montevideo, y en definitiva todos cuantos realizaron esfuerzos confluyentes para que la realidad presente fuera posible.

Agradezco a las entidades crediticias públicas y privadas que confiaron en nosotros, para llevar a cabo este emprendimiento.

Agradezco muy especialmente a los integrantes del cuerpo diplomático, a los países, a las ciudades y a las regiones amigas que realizaron diversos aportes solidarios con los cuales potenciamos los siempre acotados recursos disponibles.

A través de estos agradecimientos, queremos reafirmar nuestra convicción de que la culminación de una empresa de las características y relevancia como la que estamos disfrutando en esta noche, nunca es fruto del esfuerzo de una sola persona, sino que siempre es resultado de una actuación colectiva.

En más de una oportunidad hemos señalado que a las ciudades no las hacen tan sólo los arquitectos ni los ingenieros ni los intendentes.

A las ciudades las hace la gente, sus pobladores, en un proceso acumulativo y continuado de permanencia y de cambio.

La ciudad es siempre, tal como lo afirmaba nuestro recordado amigo e inspirador, el arquitecto Antonio Cravotto, una obra coral. Y yo agregaría, además de coral, polifónica.

En esa obra coral y polifónica, cada generación, cada persona, tiene derecho a incorporar sus anhelos, sus inquietudes, su contribución.

Este edificio, de tan honda significación urbana y ciudadana, también es una muestra de ello.

Aspiramos a que quienes vengan después de nosotros, en tiempo próximo o lejano, puedan apoyarse en estos logros y continuar el camino, ya iniciado, proponiendo ¿por qué no? nuevas metas, y objetivos aún más ambiciosos.

Porque esta noche debemos hablar no sólo de ayer sino del hoy, y del inmediato mañana.

Tal como lo señalan los afiches alusivos que se han colocado en estos mismos días en muchos rincones de nuestra ciudad : "El futuro habita en la memoria"

En la noche de hoy, amigos, más que nunca, reafirmo esta convicción.

Considero que nuestra mejor contribución a la ciudad de Montevideo y a toda su gente, no es dejar un teatro restaurado, una obra culminada, un edificio reinaugurado.

Nuestra mejor contribución es la de contribuir a un proceso; que otros podrán retomar y eventualmente continuar, asumiendo la valoración crítica de lo hasta aquí obtenido.

Nuestra mejor contribución será el haber realizado un aporte en la dirección que consideramos adecuada, asumiendo el legado de nuestros mayores, respetándolo y en lo posible, mejorándolo, para disfrute de las próximas generaciones.

Apostamos a que este Teatro, que hoy reabre sus puertas a casi un siglo y medio de su audaz inauguración, en un período igualmente complejo de nuestra historia patria, se interprete como un espacio de todos los ciudadanos de Montevideo y de todos los compatriotas a escala nacional.

No como ámbito minoritario o excluyente, sino abierto al colectivo social, gracias a una gestión audaz, moderna y eficiente. El Teatro Solís debe transformarse en un auténtico emprendimiento cultural con indudable proyección económica y social; verdadera usina cultural, pieza clave del distrito central de la ciudad y componente dinamizador de nuestra Ciudad Vieja, tan querida y tan vulnerada en tiempos de la barbarie autoritaria.

Este Teatro debe transformarse en opción turística y cultural de proyección regional e internacional; en posibilidad de trabajo y de empleo para miles de personas; ámbito receptivo para el esparcimiento, el disfrute estético, y el reconocimiento de nuestros mejores valores.

Confiamos en que el Solís reabierto, se transforme en una oportunidad para muchos compatriotas, en el marco de una construcción democrática y republicana a la que todos aspiramos y a la cual, sin excepción, todos nos debemos.

Lo percibimos como un símbolo del Uruguay que debemos construir entre todos, preservando lo mejor de nuestro acervo histórico y apostando a lo nuevo, a las transformaciones necesarias de cara al porvenir. Sin menosprecio al pasado pero sin temor a la innovación creadora.

Estamos absolutamente convencidos que en este Uruguay en transformación para el que estamos trabajando, la apuesta a la cultura, en sus más variadas y diversas manifestaciones, debe constituirse en componente medular.

A nuestro criterio, las políticas socio - culturales constituyen apuestas esenciales para reafirmar los ideales de respeto integral a los derechos básicos que, como personas, merecen todos y cada uno de nuestros conciudadanos, en sentido congruente con los ideales democráticos y de justicia, tan caros a nuestra tradición nacional.

Para completar esta gala, y otorgándole el relieve que la misma merece, y antes de dar comienzo al espectáculo lírico, el gobierno municipal ha resuelto homenajear, reconociendo ante todos Ustedes como "Ciudadanas Ilustres" de Montevideo, a tres reconocidas intérpretes compatriotas; cada una de ellas, destacadísima referencia en sus respectivas disciplinas.

A tres personalidades representativas de la danza, la música y el teatro, cuyas historias de vida y cuyas trayectorias artísticas, mucho tienen que ver con este espacio mágico.

Me refiero en primer lugar, a la señora Sara Nieto; me refiero a la señora Nybia Mariño y me refiero finalmente, a la señora Estela Medina.

Para ellas tres, grandes artistas y a partir de hoy, "ciudadanas ilustres" de Montevideo, solicito les reiteremos un muy cálido aplauso.

Por último, amigos, no quiero y siento que no debo culminar esta intervención, sin hacer referencia expresa, entre tantos queridos compatriotas que hoy no pueden acompañarnos, a dos grandes amigos del Teatro Solís y de todos nosotros.

Me refiero al primer actor de nuestra Comedia Nacional, el muy querido Alberto "Beto" Sobrino, recientemente desaparecido, y me refiero al General Líber Seregni; eminente ciudadano de estatura mayor, de amplio reconocimiento nacional e internacional.

Ambos merecían estar presentes en este momento y ciertamente lo están, en el emocionado recuerdo y el cariño que les profesamos.

Y ahora amigos, que se extingan las palabras y las luces, y que se encienda la música. Demos paso a la Orquesta Filarmónica de Montevideo, al Coro del SODRE y a los solistas nacionales y extranjeros, protagonistas, junto, con el Teatro, de esta histórica jornada.

Muchas gracias.

Arq. Mariano Arana
Intendente de Montevideo