Cultura

Savater: "Educación prepara al ciudadano para convivir"

Con motivo de celebrarse en San José la Feria de Promoción de la Lectura y el Libro, el prolífico escritor español, Fernando Savater, realizó una disertación que llevó como título "Educar en defensa propia". Este lunes dialogó con En Perspectiva y desarrolló algunos de los principales lineamientos de su teoría entorno a la tarea que tiene por delante la educación como formadora de ciudadanos en su lucha contra la "fatalidad social".


"La educación es una parte imprescindible en el proceso democrático. Tenemos que formar personas, no solamente buenos profesionales. Tenemos que formar personas íntegras, es decir, cultivar la humanidad y la ciudadanía en cada uno de nosotros". Este es uno de los pilares del pensamiento sobre la educación y uno de los conceptos que ha venido enfatizando en las conferencias que sobre el tema ha ofrecido en los últimos años, en San José no fue la excepción.

Para Savater, la educación como concepto es "la preparación del tipo de ciudadano con quien queremos convivir. Los seres humanos nos ponemos requisitos para vivir juntos. Los seres humanos no nacemos sociables sino que nos vamos haciendo sociables, nos vamos haciendo personas capaces de convivir y de saber cuando hay que obedecer y revelarse, personas con un pensamiento autónomo, que razonan y que entienden y que dan razones y eso es un proceso complejo. Los maestros de primera enseñanza son los mayores transmisores de civilización y los menos reconocidos".

El autor español entiende que la sociedad "debería exigir esto, lo malo es cuando la sociedad pide una enseñanza pragmática laboral dedicada al empleo. Cuando se quiere formar empleados y no ciudadanos". Si bien "esto no es excluyente" porque "una de las facetas más importantes de nuestra vida es nuestro desempeño laboral" formar personas con destrezas intelectuales "es un objetivo deseable y no se puede olvidar".

"Un ciudadano ágil en el mundo de la información y la técnica que sea reciclable es importante pero eso es una parte de la educación. Podemos tener grandes habilidades y ser incompatibles con los demás", agregó Savater.

"No se trata de hacer de la educación una formación espiritual pero se pide que no se olvide que la base de la profesionalidad es la ciudadanía, no vamos a formar profesionales que obedezcan cualquier camino para que sea rentable sino que puedan discernir entre que trabajos merece la pena estar o no, o sea, como desarrollar además de las instituciones económicas las democráticas".

Este formato educativo que el autor defiende va en contra del concepto que denomina "la fatalidad social" que es "la modalidad por la cual una sociedad hacen que se quede cristalizada en clases permanentes". Por este concepto "la clase alta se ocupara a través de sus hijos y nietos de la dirección de la sociedad y los grados inferiores terminarán en el analfabetismo y dedicados a las labores que nadie quiere hacer. Hay gente que esta muy satisfecha con esto, creen que eso es el orden".

Para Savater, las personas educadas "rompen la escala social, un trabajador formado y solidario puede aspirar a mucho más que un heredero ocioso que es ignorante y tiene solo el apellido". De todos modos puntualizó: "La educación no garantiza nada pero si ayuda a convertirnos en una mejor persona".

Una prueba que para Savater sustenta su teoría en materia educativa es "la diferencia que existe entre un culto y un inculto para pasar sus vacaciones o un fin de semana. Cuanto más inculto es alguien, más dinero precisa para pasar el fin de semana o unas vacaciones".

"Quien no tiene cultura, como no produce, ni es capaz de entender y todo debe comprarlo desde fuera a base de atontarse. La riqueza personal e interior que da la educación puede revertir ese proceso".

Interrogado sobre la clásica pregunta adolescente de ¿para qué me sirve estudiar determinada materia en el liceo? Savater respondió: "Quien no es amaestrado sino educado sabe que la sardina no viene de afuera como recompensa. Es el docente parte de la clave pero debe haber un apoyo familiar social para que los jóvenes valoren la educación en si misma".

"Uno se puede socializar formando parte de una sociedad productiva o para entrar en una banda de gamsters, que también tiene muy buenos docentes y gente muy preocupada por fortalecer esas organizaciones".

El joven que no es acogido dentro de los caminos positivos de la educación "va a tener un docente que le va a ofrecer otros caminos. La educación no llena solo un vacío sino que viene a combatir que ese vacío se llene de cosas peores".