Para el equipo que va dentro del barco, es sólo otro viaje y parte de su vida cotidiana. Son los héroes anónimos que surcan el océano Atlántico en busca de bacalao. Se trata de los pescadores de Peterhead, un poblado al noreste de Escocia, que ha hecho esta rutina durante los últimos 400 años.

El barco en cuestión se llama Lunar, tiene 90 pies de largo, un motor de 900 caballos de fuerza y por momentos llega a desaparecer entre las enormes olas.

La pesca es la principal industria de Peterhead, empleando a más de 500 hombres. Este poblado logra comercializar unas 100.000 toneladas de pescado fresco al año, principalmente bacalao, platija, abadejo, salmón y gambas.

Las ganancias por este arriesgado trabajo se dividen entre la tripulación, de acuerdo a la cantidad de pescado que logre recoger. Algunos equipos pueden estar en el mar durante meses, dependiendo de la suerte de la pesca. En los últimos años ha disminuido la población de peces debido a la sobrepesca que hay en la zona.

Unos dos tercios de estos pescadores ganan menos del salario promedio del Reino Unido.

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