Emiliano, Jurado y en especial Mauricio:

Sigo impactado. El viernes mientras algunos de ustedes estaban en el Hotel (Horacio Quiroga) en Salto, y yo, allí mismo, cerquita del puerto, los escuchaba por internet como en muchas otras oportunidades. Hacía unos días había enviado un cuento para el concurso de Quiroga. Me había motivado el tema y siendo desde hace doce años salteño por elección pensé que tal vez podía encontrar ese cuento perdido de Horacio. Siempre me gustó el tipo, a quién no. Me gustan los que dicen o sugieren mucho con poca cosa, una frasecita al cuete pero pesadita. Por eso también me llega Mauricio y no tengo empacho en decir que es uno de mis preferidos en tu espacio y siempre que lo escucho por allí. Las cosas las transmite de una forma que me resultan atractivas aunque esté comentando el pronóstico del tiempo. Debe haber razones objetivas y pautas literarias que me llevan afectivamente a esta elección, pero prefiero utilizar las mismas que indican mi predilección por el dulce de leche casero y cortado, razones bastante mas simples que no se deben argumentar pero fuertes si las hay. Resumiendo: el cuento lo imaginé pensando en cómo le llegaría a Mauricio especialmente. Como les decía, estaba escuchando el programa y en un momento tú Emiliano estabas diciendo que Mauricio había elegido uno de los cuentos, nombre, seudónimo y él comienza a leerlo con el fondo de una música perfecta. Se me trancó todo. Era el que yo había enviado "El Vestido", seudónimo "Pipo". Mauricio lo interpretó a la perfección, como yo me lo había imaginado. Terminó y también el comentario fue hermoso. Si estuviera Inodoro Pereyra diría "Mucha casualidá. Acá hay tongo Mendieta, qué lo parió"

Lo del principio, sigo impactado y emocionado. Con este tipo de situaciones se confirma que uno se nutre y afirma mucho más con cualquier reconocimiento que con un aguinaldo doble.

Saludos a todos y agradecido por este mimo.

Andrés Etchebarne (51 años)
Salto