La reedición de la obra completa de Onetti se publicará en una edición ideal para quien "todavía tiene que descubrir" al autor
Juan Carlos Onetti es considerado por muchos el autor más importante de la literatura uruguaya. A partir de mañana quienes aún no lo conocen y quienes quieran volver a leerlo tendrán la oportunidad de hacerlo gracias a la publicación de la reedición de sus obras completas que distribuirá el diario El País todos los sábados. En Perspectiva se instaló en el Teatro del Centro, junto a los integrantes de La Tertulia de los Viernes, para conversar con quien estuvo a cargo entre 204 y 2009 del proyecto original de reedición, la escritora y crítica literaria Hortensia Campanella, quien definió al autor como "uno de los hitos" de la novela en castellano. Destacó la manera en que "abrió camino" a la literatura moderna mediante el "protagonismo del estilo" y la introducción de la ciudad "como elemento fundamental en la novela". Pese al "arduo" trabajo que implicó compilar su obra, para Campanella dirigir este proyecto "es un privilegio". "Aspiro a que este tipo de publicación tan popular signifique la llegada a jóvenes, a gente que todavía tiene que descubrir a Onetti", afirmó.
(emitido a las 9.01 Hs.)
EMILIANO COTELO:
Juan Carlos Onetti es, para muchos, el autor más importante que ha dado la literatura uruguaya. Algunos de los escritores más prestigiosos del mundo lo admiran. Por ejemplo, Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura, dijo de Onetti: "Es uno de los grandes escritores modernos, y no solo de América Latina. No ha obtenido el reconocimiento que merece como uno de los autores más originales y personales, que introdujo sobre todo la modernidad en el mundo de la literatura narrativa".
Ganador del Premio Cervantes en 1980, plena dictadura en Uruguay y cuando él se encontraba en el exilio, ganador además de todo tipo de distinciones en Uruguay y el exterior, sus obras han sido traducidas a varios idiomas y han servido de inspiración para piezas de teatro, canciones y películas.
Se trata, entonces, de un escritor fundamental que siempre vale la pena releer.
Por eso, esta mañana nos hemos instalado en el Teatro del Centro para acompañar un acontecimiento cultural muy importante de este año: la reedición de las obras completas de Juan Carlos Onetti, un emprendimiento que viene de una operación original de Galaxia Gutenberg, en España, y que ahora va a ser conocido semanalmente en 12 volúmenes, todos los sábados, editado por el diario El País.
Para eso estamos aquí con la Tertulia de los Viernes, con Carlos Maggi, Matilde Rodríguez Larreta, Juan Grompone y Mauricio Rosencof. Con ellos vamos a centrarnos en Onetti, y tenemos además como invitada especial a Hortensia Campanella, escritora, periodista, crítica literaria. Hortensia fue quien dirigió este trabajo de reedición de las Obras Completas de Onetti hace ya unos cuantos años, por eso hoy queríamos que estuviera con nosotros.
Yo recién citaba la opinión de Mario Vargas Llosa sobre Onetti, pero podría recurrir a otros nombres, por ejemplo a uno más joven, el escritor mexicano Juan Villoro, que hace pocas semanas estuvo aquí en En Perspectiva. Él dice: "Pocos autores merecen la extraña palabra que designa lo que apenas comienza. Onetti fue el primero. El tamaño de su herencia es todavía futuro".
La pregunta para arrancar es: ¿qué papel jugó Onetti en el desarrollo de la literatura latinoamericana?
HORTENSIA CAMPANELLA:
Efectivamente, Onetti es para la lengua castellana uno de los hitos reconocidos por críticos, por lectores, aunque sin duda de un modo no masivo, por las características de su obra, y reconocido por sus pares, lo que hasta cierto punto es más difícil. El caso de Vargas Llosa es especial, puesto que le quitó un premio a Onetti, el Premio Rómulo Gallegos en el 67 se lo dieron a "La casa verde" de Vargas Llosa, y en la entrega de premio él ya dijo que quien lo merecía era Onetti. Eso es realmente peculiar, y el hecho de que un Premio Nobel dedique buena parte del año en el que es Premio Nobel a escribir un libro, como ocurrió con Vargas Llosa, también demuestra un reconocimiento de una obra como la de Onetti que, como también dijo Villoro, abrió camino. Primero, sin duda, aquí en Uruguay, y luego en América Latina.
EC - Pensando en la literatura latinoamericana, Vargas Llosa dice que Onetti "introdujo la modernidad". ¿Qué significa eso en términos prácticos?
HC - Hay un cambio en el tipo de literatura que se hace, que también de alguna manera se puede ver aquí en Uruguay, que es la formulación, el protagonismo de la palabra, del estilo, la introducción de la ciudad como elemento fundamental en la novela. Yo me quedaría sobre todo con ese protagonismo del estilo que es tan especial en Onetti.
EC - ¿En qué sentido?
HC - Alguna gente dice, por ejemplo Caballero Bonald, el escritor, novelista, poeta, crítico español, que incluso es más importante cómo dice las cosas Onetti en su obra que qué dice. La creación de la atmósfera, la creación de un mundo está dada a través de la palabra.
EC - Maggi comparte eso cien por ciento, lo hemos charlado en más de una ocasión.
CARLOS MAGGI:
Sí, sale del arco de sus dientes la verdad. Onetti es un hombre moderno, porque ve la realidad de manera moderna. Se puede ver la realidad de una manera diferente, el arte siempre es intencional. La diferencia entre algo que no vale nada, que es una crónica de diario, y un hecho literario va en la intención del que escribe. Y Onetti no tiene intención de contar como se contaba, sino que tiene intención de contar bien de acuerdo a su manera de ser, que no es la de la literatura anterior. Pone al día la literatura, la hace más sincera, nosotros vemos la realidad como él la cuenta.
EC - ¿Algún ejemplo?
HC - Toda su obra.
EC - ¿Pero un ejemplo de dónde se ve esa huella de Onetti, algún ejemplo de algún párrafo, de alguna de las historias?
HC - "El pozo", a pesar de que era tan joven cuando lo escribió, es una especie de compendio de los temas y las formas que va a utilizar luego. En "El pozo" aparecen se ha hablado mucho de esto el problema existencial, la frustración de los hombres, de los seres humanos, la búsqueda de la felicidad a través del amor, la nueva frustración cuando el amor se rompe. En "El pozo" me parece que de una manera tal vez primera, de una manera joven, están todos los temas y todas las formas de Onetti. Es curioso, porque también al final, en la última novela, "Cuando ya no importe", se dan todas las fórmulas y todos los temas que desarrolló a lo largo de tantos años, casi 40.
EC - ¿Y en el caso de la literatura uruguaya cuál es la huella de Onetti?
HC - Están los "onettitos" y está la huella en los grandes escritores. Carlos lo podrá comentar más a fondo, el escritor que admira y que lee con sensibilidad a alguien no se deja malear, no se deja transformar, pero se nota en su obra que es un después de Onetti. Pasa también en la literatura en otros países, en España sin duda, que se ve a la gente que ha leído profundamente a Onetti. Y están las copias.
EC - Ustedes hablaban de algunas de esas señas de identidad. Por ejemplo, el hecho de escribir sobre la ciudad, sobre el mundo de la ciudad, ¿eso antes de Onetti y de la generación que él integró en Uruguay no era tan frecuente?
HC - No, para nada.
EC - Él mismo lo reclamaba en alguna nota, en aquella columna de Periquito el Aguador del año 1939 en Marcha decía: en la literatura nacional "Montevideo no existe", y agregaba: "Aunque tenga más doctores, empleados públicos y almaceneros que todo el resto del país, la capital no tendrá vida propia hasta que nuestros literatos se resuelvan a decirnos cómo y qué es Montevideo y la gente que lo habita". Benedetti fue uno de los autores que agarraron ese camino. Pero Onetti tuvo el liderazgo en esa materia.
HC - Sin duda. Es una fórmula bien interesante eso de que una ciudad no existe hasta que sus literatos la cuenten, de alguna manera la hagan, porque no estamos hablando de una descripción, de unas técnicas turísticas.
CM - Benedetti no habría escrito "Los poemas de la oficina" sin Onetti, sin embargo no tiene la menor relación literaria con él.
HC - Sin duda, es un buen ejemplo de dos autores muy diferentes. Por supuesto que Benedetti admiraba muchísimo a Onetti y lo leyó muy bien, de hecho algunos de los mejores análisis críticos de la obra de Onetti son los hechos por Benedetti. Pero es un posterior, un después de.
EC - Hablaste de "onettitos", me quedé con esa expresión repicando. ¿Cuál podría ser un ejemplo de onettito?
HC - No voy a ser tan desagradable de mencionar, pero siempre ocurre, ahí es donde se ve la buena literatura y la literatura mediana, sin hablar de mala literatura. Onetti habla siempre del club de fanáticos de Onetti. Hay lectores fanáticos de Onetti, pero también hay escritores que no logran despegarse y crear una obra propia, sino que uno los lee y dice "este señor admiraba mucho a su maestro".
EC - En tu caso, ¿cuántos años duró la relación con Onetti? ¿Cuándo empezaste a tratarlo?
HC - Yo empecé a tratarlo en España. Como egresada del IPA [Instituto de Profesores Artigas] en Literatura frecuentaba ambientes en los que no estaban los escritores, e inmediatamente en el 76 tuve que irme exiliada a España, y allí en el 78 lo conocí, como conocí a muchos escritores, con esa cosa tan interesante para mí que fue hacer entrevistas free lance. Decía: "¿A quién quiero conocer? A Fulanito". Pedía una entrevista, la preparaba bien para quedar bien, y así fue, le pedí una entrevista a Onetti y desde entonces hubo una amistad que fue profundizándose, una amistad de a cuatro con nuestras parejas, hasta el minuto en que murió, hasta el 94.
EC - ¿Cómo te resultó después la responsabilidad de dirigir esta edición de las Obras Completas?
HC - Es un privilegio, sin duda, un privilegio que me planteó Galaxia Gutenberg en el año 2004. Fue un trabajo muy arduo, porque a pesar de que las obras de Onetti son muy abarcables, sobre todo en ficción, no es una obra demasiado extensa, sí presentaba problemas, la falta en un caso y la presencia en otro de manuscritos fue problemático para asentar un texto que podemos llamar definitivo, aunque en ciertos casos todavía podría haber alguna novedad, pero menor, podría ocurrir que todavía no hayamos identificado todos sus artículos en revista o prensa.
EC - Por eso vale la pena destacar lo que mencionabas recién, estas Obras Completas abarcan todo, y supongo entonces que la tarea debe de haber sido dura, larga, porque no solamente están las novelas y los cuentos ya editados, están las notas que escribía en Marcha, tanto las que publicaba con su propio nombre como las que publicaba con seudónimo, esas de Periquito el Aguador o las de Grucho Marx, artículos publicados en Acción y otros medios uruguayos y argentinos, también los que escribió después en el exilio, para medios españoles y latinoamericanos, prólogos de libros, algunos poemas (rarísimos en la obra de Onetti), entrevistas, conversaciones con él, etcétera. ¿Cuánta gente trabajó en ese proyecto?
HC - Yo. Cada uno de los tomos tiene un prólogo de alguien, de un especialista. En el primer tomo fue Juan Villoro, precisamente, un admirador de Onetti de toda su vida, de su juventud, es un escritor mexicano muy conocido. En el segundo tomo es un español, Caballero Bonald, y en el tercer tomo fue un uruguayo, Pablo Rocca.
EC - Te estás refiriendo a los tomos de la edición original de las Obras Completas.
HC - Y que me acompañaron en ese trabajo. Sobre todo en el caso del tercer tomo, Pablo Rocca colaboró de manera decisiva en buscar novedades, sobre todo algunos artículos, sobre todo en Acción, que no estaban recogidos en libros. O sea que tuve esa colaboración. Y tuve una colaboración fundamental, sin la cual no habría posibilidades, que es la de Dolly Onetti, que en todo lo que tiene que ver con la obra de Juan es su principal admiradora y colaboradora, dilucidó muchas dudas, sobre todo en el caso de los manuscritos. Los manuscritos son endiablados, realmente, solo tenemos manuscritos a partir de los años 60, cuando ella llega a principios de los 50 empieza a salvar los manuscritos que él tiraba o quemaba por ahí. Pero esos manuscritos están en agendas, sobre todo, pero en papelitos, en folios sueltos, en anotaciones que uno tiene que armar como si fuera un gran rompecabezas.
EC - Estamos conversando esta mañana en En Perspectiva con Hortensia Campanella, que dirigió la edición de las Obras Completas de Juan Carlos Onetti, estas que ahora se van a difundir de manera semanal los sábados en esta colección de 12 fascículos, de 12 volúmenes, que presenta el diario El País.
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EC - Con Hortensia Campanella y la Tertulia de los Viernes enseguida retomamos esta charla, por ejemplo a propósito del desafío que implica esto de Onetti en volúmenes semanales a la venta con un diario. ¿Qué tipo de público puede ser el destinatario del un proyecto así?
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EC - En Uruguay casi todos coinciden en que Juan Carlos Onetti es el escritor más importante de nuestra literatura, pero ¿cuántos lo han leído en detalle? Y los que se han animado a meterse en sus historias, ¿cuántas de sus novelas o sus cuentos han abordado?
Hoy estamos en En Perspectiva en el Teatro del Centro, estamos conociendo de cerca este acontecimiento cultural que significa la reedición en nuestro país de las Obras Completas de Juan Carlos Onetti. Estamos con la Tertulia de los Viernes, más Hortensia Campanella, directora del proyecto, que se originó en España con Galaxia Gutenberg en los años 2004, 2005. Ella nos estaba contando cómo fue aquello.
Carlos, creo que tú a Onetti lo conociste muy de cerca, ¿no?
CM - Sí, muchos años.
EC - Amigo, esa es la palabra que califica la relación entre ustedes dos.
CM - Claro, por eso yo siempre me niego a comentar muchas cosas literarias. Con Onetti mi relación no fue literaria, fue personal.
EC - ¿Cómo ves esto de que ahora su obra completa aparezca en 12 volúmenes, a la venta con un diario?
CM - La gracia que le causaría a él, porque era lo contrario de todo esto. En la colección hay una foto extraordinaria que vale la colección, es Onetti de jaquette con dos pajes medievales atrás. Esa foto es absolutamente maravillosa, pudimos habernos reído durante meses con Onetti con esa foto, tan contrario a las formalidades. Y las tuvo todas enteras cuando recibió el premio en España.
EC - El libro incluye entrevistas, conversaciones, una de ellas con Eduardo Galeano. En un momento Galeano le pregunta para quién escribe, y su respuesta es: "Para mí. Para Onetti", "escribo para mí, por el placer que siento". Entonces, ¿a qué público puede estar destinada una colección como esta, Hortensia?
HC - Personalmente espero que a un público cada vez mayor, porque vale la pena leer a Onetti. Creo que se ha ido ampliando el público, hasta poco antes de su muerte lo leían solo enamorados, solo gente muy interesada en la literatura. Hay un dato que me provocaba zozobra, que es cómo "La vida breve" estuvo décadas sin ser reeditada. Se habían terminado las ediciones y existía la primera edición, aquella verde, lo cual quiere decir que nadie leía "La vida breve", la obra fundacional de Santa María.
Creo que sucesivos acontecimientos, como pudo ser el Premio Cervantes, como pudieron ser diversos homenajes, el hecho de que se incorporara en los currículos universitarios primero y luego de secundaria, han abierto más el público que lee a Onetti, sin embargo sigue siendo minoritario. O sea que aspiro a que este tipo de publicación tan popular signifique la llegada a jóvenes, a gente que todavía tiene que descubrir a Onetti.
EC - Mauricio, ¿tú cómo ves esto de Onetti y su público?
MAURICIO ROSENCOF:
Se está difundiendo mucho más que cuando largó "El pozo", porque vendió dos ejemplares de 500 que había publicado. Además eso marca de alguna manera toda la estructura y todo el sentimiento de Onetti en adelante. Fijate que es una obra cuyo leitmotiv es el tipo que anda buscando tabaco un fin de semana, porque está todo cerrado y tabaco no venden, en ninguna saga novelística se fuma tanto y se toma como en la de Onetti. Hay una asociación entre ese espíritu de pieza en un barrio pobre y todos los encierros que se están dando en esa estructura formidable que crea, que es Santa María. Yo quería poner un ejemplo sobre la poesía de Onetti.
EC - ¿Qué querías decir de la poesía de Onetti?
MR - Todavía no leí toda la introducción de Hortensia, donde seguramente está, entonces quedo como si no hubiera leído cuando digo esto. Hay una técnica que tiene integrada Onetti, voy a poner el ejemplo de "Jacob y el otro", que es algo que es más conocido, por la película de Brechner "Mal día para pescar". Aparece en la historia una muchacha de 20 años, inquieta, nerviosa, muy decidida, que marca las pautas, y que de alguna manera va a terminar siendo el personaje central de la historia de Jacob, que es el luchador, y el otro, que es el novio con el que se quiere casar esta muchacha, que lo tira sobre las gradas y ahí no se sabe al final si muere o no. Pero esta muchacha tiene una conducta que actúa con fuerza sobre su novio, su prometido, que habla en términos contundentes con respecto al conde Orsini o al príncipe Orsini, que así se hace llamar el representante del luchador. Y no se sabe por qué tiene esa conducta, hasta que el conde Orsini va a visitar para ver el tamaño que tiene para el ring el prometido de la muchacha, y como quien no quiere la cosa, sin detenerse deja algo anotado que es conmovedor, y es que cuando él va al almacén para hablar con este potencial luchador y almacenero, la muchacha está controlando todo con un par de agujas muy largas tejiendo una batita.
La clave de toda la historia es que la muchacha está desesperada porque está embarazada, porque quiere casarse, porque va a tener un hijo, y eso es lo que determina esa conducta. Onetti solo necesita anotar esa imagen que está sentada tejiendo una batita, está esperando un hijo y eso explica todo lo demás. Pero en toda la historia no hay ninguna referencia a eso, basta ese toquecito, a mi juicio magistral. Y es una estructura que repite en toda esa saga, porque "Jacob y el otro" es de la saga de Santa María, que es una creación fantástica y ciudadana, esa instalación en la literatura ciudadana que hace Onetti.
EC - Cuando a Onetti le preguntaban qué le gustaba en materia de música, citaba a Carlos Gardel y a Tchaikovsky, por ahí venían sus gustos. ¿Tú lo comprobaste, Hortensia?
HC - Y "Sur" también, para él era el himno nacional del tango. Recuerdo la presentación de "Dejemos hablar al viento", que fue después de muchos años un gran acontecimiento, porque hacía mucho que Onetti no publicaba. Estaba llenísimo de gente, estaba Ducho Sfeir cantando tangos, y empieza a cantar "Sur", todos estábamos sentados, también los presentadores, y de pronto Juan se pone de pie flaco, alto, de negro y está todo el tango de pie. Lo miramos, y cuando termina dice: "Es que este es el himno nacional del tango, así que hay que escucharlo parado".
EC - Algunos mensajes de la audiencia. Américo dice: "Autores como Onetti son imprescindibles porque perturban, incomodan y sacan al lector de la tortuosa frivolidad del mundo pasatista".
EC - ¿Te convence esto, Juan Grompone?
JUAN GROMPONE:
Yo me resisto a hablar sobre este tema. Tengo que decirlo de entrada: no me gusta Onetti. No soy ni remotamente ni de los admiradores ni de los que lo elogian. Y leí muy poco además.
EC - Leíste muy poco porque no te gusta.
JG - Claro, las cosas que leía no me gustaban, pero repasé dos novelas claves para esta Tertulia, que fueron "El pozo" y "La vida breve", para estar un poco más fresco, más convencido de las cosas. Yo hablo como lector, porque jamás fui, no soy ni seré crítico literario ni criticaré nunca un libro.
A mí hay dos aspectos que me interesa caracterizar de un libro: en primer lugar, el tema, y en segundo lugar, si está bien escrito. Y estar bien escrito para mí quiere decir que es fácil de leer, bien escrito quiere decir que no tengo que hacer un esfuerzo intelectual, no tengo que dedicarme así que si cae una pluma al suelo me distraje, porque perdí el hilo de las cosas. Bien escrito quiere decir que las cosas fluyen. Y que me interesa quiere decir que me interesa. El resultado de eso es me gusta o no me gusta.
Yo diría que eso es lo que me pasa con Onetti. En primer lugar, Onetti es muy difícil, es imposible de leer, se cae una hoja al suelo y perdí el hilo de lo que estaba leyendo. Pero en segundo lugar, no me interesa. Fíjense qué pasa: "El pozo", de 1939, pasa en Montevideo, y acá dicen "describe la ciudad de Montevideo". Es falsa la ciudad de Montevideo que describe, Montevideo vivía en su máximo de riqueza y de prosperidad como Estado de bienestar, y la historia es la historia de un maldito perdedor al que le pasa de todo. Eso no es un cuento montevideano, los montevideanos no eran eso, basta ver los reportajes fotográficos, hay uno de El País creo, un reportaje fotográfico muy interesante que muestra Montevideo en 1941, y era una cosa fantástica, era el Estado de bienestar. Onetti no está en ninguna de esas fotos.
Y "La vida breve" pasa en dos ciudades, Montevideo y Buenos Aires, en ese momento Onetti estaba en Buenos Aires. ¿Dónde están Perón y los peronistas en 1950, en la cumbre del poder peronista y de Perón? ¿Dónde están Perón y los peronistas y los bombos y los platillos? No están. Montevideo era un Montevideo muy próspero, tampoco está. Y finalmente, como consecuencia de eso, inventa una ciudad de provincia argentina que es Santa María, que es lo que más me revienta, las ciudades inventadas.
EC - ¿Es una ciudad de provincia argentina?
JG - Sí, él dice que sí.
MR - Quiero trasmitirle tranquilidad a Hortensia: Juan es biológicamente opositor, tenés que pasarlo por ese tamiz. La otra cosa, es correctísimo todo lo que dice, de la misma manera que es correcta la crítica que le hicieron a Don Quijote de la Mancha cuando apareció el primer número, que cómo en estos tiempos en España un hombre ya viejo va a andar por ahí cuando tiene la posibilidad de quedarse en su hogar.
EC - Carlos, cuando escuchabas a Juan te veía encantado.
CM - He disfrutado mucho, porque evidentemente él está muy preocupado porque si en un edificio te equivocás en un cálculo el edificio se cae.
EC - La cabeza de ingeniero lo mata.
CM - Pero si en una novela se cae un edificio, por algo será. Nada más que eso. Onetti es exactamente la réplica de lo contrario de lo que es Juan, y se puede ser muy talentoso, muy inteligente, incluso escritor de novelas, como es él, y tener esa opinión.
EC - Tú le permitís que tenga esa opinión.
CM - En primer lugar, "El pozo" sucede en Buenos Aires, no en Montevideo, me extraña que cometas un error de hecho. Los cigarrillos están prohibidos de vender en Buenos Aires, y nunca en Montevideo.
MR - Es casi un error de cálculo.
CM - Pero aparte de eso, que es una cosa graciosa, el trabajo de Onetti no consiste en mostrar lo que sucede, consiste en la individualidad del drama. Para una persona el hecho de que exista Perón o no puede ser algo totalmente banal y ajeno a su vida, el problema es entrar a la vida de ese, encontrar dónde está el cogollito y con eso hacer una cosa que importe. Onetti es un novelista, primero porque escribe viendo, los narradores tienen dos maneras de percibir, una es viendo y otra es oyendo. Yo que soy simplemente un auditor nunca podré escribir lo que escribe Onetti, pero puedo admirarlo locamente porque me hace ver el mundo que yo pierdo. Yo soy un hombre que oye lo que sucede, por eso puedo escribir teatro relativamente bien, y no puedo escribir narración porque no veo lo que sucede. Y Onetti tiene una percepción de lo que sucede, enriquece el relato de tal manera que te pone dentro de él y te hace vivir por lo que no interesa en el relato, por la patencia de cómo ve lo que está sucediendo. Cuando hay una batita que está tejiendo la mujer, es un hecho homérico, sobre ese tipo de recurso literario fino oí a Paco Espínola hablar dos años sin saltearse una sola clase en la Facultad de Humanidades sobre el Canto V de Homero, porque está empedrado de efectos como el de la batita. Esto que dice acá, fijate que 25 páginas después eso mismo sucede y trae tal efecto. La ingeniería de la novela no es toda referida a novela policial, que es la que tú practicás. Los géneros son mucho más ricos, hay gente que hace cosas mucho más patentes a través de un talento particular que tienen solo algunos privilegiados.
EC - Matilde.
MATILDE RODRÍGUEZ LARRETA:
Simplemente para no quedar afuera de estas primeras impresiones. No soy del grupo minoritario que admira a Onetti, no he podido, me he sentido identificada con algunas cosas que dijo Juan, me resulta difícil, y desde el momento que me resulta difícil me desintereso, no me interesa demasiado el tema tampoco. Yo no he podido entrarle a Onetti, esa es la verdad. Puede ser una dificultad mía o de muchos que todavía no lo hemos podido hacer. Y es posible también que este impulso de hoy y de la Tertulia en adelante, cuando empiece a salir las obras, nos incline a algunos a hacer el esfuerzo de volver a intentar leer a Onetti. Viví rodeada de gente que admiraba a Onetti y por lo tanto doy de bueno que es el mejor escritor uruguayo, no tengo la menor duda, sacó el Premio Cervantes, que no se lo dan más que a los maestros que han hecho una obra importante en lengua castellana. Miré la lista de los ganadores del 76 al día de hoy, y hay varios latinoamericanos, pero hay algunas ausencias notorias, por ejemplo no está García Márquez ni algún otro importante, pero sí hay algunos notorios argentinos, Sábato, Borges, está Vargas Llosa. Si se lo han dado a unos selectos es obvio que es un maestro de la lengua castellana, simplemente yo no he podido entrarle.
EC - Eso les pasa a muchos, lo dicen varios oyentes en sus mensajes desde temprano.
HC - Sin duda. Es difícil entrar en el universo Onetti. Y si se me permite una confesión un poco vergonzosa, yo estudiante de Literatura, antes de entrar al IPA, empecé a leer a Onetti mal, por "Juntacadáveres". La primera novela que leí fue "Juntacadáveres" y lo dejé. Hay maneras de entrar, y cuando uno se equivoca en la puerta muchas veces pasa que dice "esto no es".
EC - Entonces capaz que cuando retomemos la charla podrías aportarnos algún truco, alguna recomendación sobre por dónde entrarle a la obra Onetti.
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EC - Continuamos en En Perspectiva instalados en fonoplatea en el Teatro del Centro, acompañando un acontecimiento cultural importante de este año en el que Montevideo es Capital Cultural Iberoamericana: la reedición de las Obras Completas de Juan Carlos Onetti.
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(Audio Juan Carlos Onetti.)
"Es seguro que cada día estará más viejo, más lejos del tiempo en que se llamaba Bob, el pelo rubio colgando en la sien, la sonrisa y los lustrosos ojos de cuando entraba silencioso en la sala murmurando un saludo o moviendo un poco la mano cerca de la oreja, iba a sentarse bajo la lámpara, cerca del piano, con un libro o simplemente quieto y aparte, abstraído, mirándonos durante una hora sin un gesto en la cara, moviendo de vez en cuando los dedos para manejar el cigarrillo..."
(Fin)
EC - Esa es la voz de Juan Carlos Onetti leyendo "Bienvenido, Bob". ¿Leía bien, Carlos? ¿Te gusta esa forma?
CM - Todo lo que tarda en decir "estaba ahí". Hay que prestarle atención a eso.
EC - ¿Podrías desarrollar un poco más esa idea?
CM - Cuando yo digo que es un autor visual y que su gracia y su fuerza están en cómo te hace entrar en una realidad de una manera diferente, como te hace conocer lo que está pasando aquí, ahora y cómo es la gente, es por la aglomeración de estos miles de detalles mínimos, qué es lo que hizo este tipo en estos tres minutos, te cuento todo lo que hizo. Otro dice "ahí estaba Fulano de Tal" y va a los hechos.
EC - La intervención de Juan Grompone hace un rato movilizó mucho a los oyentes. Están los que le agradecen que haya dijo lo que dijo, porque se sienten totalmente representados, y están los que lo combaten, los que lo cuestionan. Por ejemplo este, el mensaje de Diana: "Juan, estamos hablando de ficción y no de historia". ¿Te convence ese argumento?
JG - No, no me convence. Creo que las ficciones, las novelas en particular, tienen que estar en un lugar y en un tiempo precisos, identificables. Y quiero poner como ejemplo una de las grandes novelas, que es "La guerra y la paz". "La guerra y la paz" es un gran friso sobre la invasión napoleónica a Rusia, pero dentro de ese gran friso hay enormes cosas, como por ejemplo creo que lo más importante es lo que le pasa al protagonista, Pedro Besukov, que es un convencido napoleónico de que ahí viene la Revolución francesa, la libertad y que vienen a salvarlo, y se desengaña completamente de Napoleón. Eso refleja lo que pasó en Europa a muchísima gente, para mencionar otra persona conocida que le pasó lo mismo, le pasó lo mismo a Beethoven, le pasó lo mismo con su tercera sinfonía. Es decir que lo que describe en "La guerra y la paz" Tolstoi en forma magistral, y por eso es una de las más grandes novelas de la historia de la literatura, es una cosa que pasó en Europa, no solo pasó en Rusia, sino que describe toda una época, todo un tiempo y describe personajes formidables como por ejemplo ese general Kutusov, que se niega a combatir con Napoleón y dice "vamos a esperar porque el invierno lo va a matar". Es fabuloso, eso es describir una época, eso es un friso, eso es una ciudad. Y es una ciudad real, muy bien descrita, yo conozco Moscú y conozco San Petersburgo, ciudades en que nunca estuve, por Tolstoi.
CM - Decime, con ese planteamiento, ¿qué te parece Shakespeare? ¿Qué me entero yo de Europa cuando leo Hamlet?
JG - Es todo lo contrario, pero no es un novelista, está haciendo teatro.
CM - Ah, porque es teatro.
JG - Porque uno es visual, y no es auditivo, como dijo un tal Carlos Maggi en la Tertulia.
MR - A mí me parece bárbara esta Tertulia, qué querés que te diga.
EC - A los oyentes también. Escuchá este mensaje, Eduardo dice: "El contrapunto entre Juan Grompone y Carlos Maggi de hoy fue uno de esos momentos que ponen a la Tertulia de los Viernes por encima de todos los otros programas radiales que conozco".
MR - De América y del mundo. Hay una cosa que tiene que ver con el desparpajo, hay cosas que se pueden comparar y cosas que no se pueden comparar. No le podés reprochar a esta altura a Onetti que no haya escrito "La guerra y la paz", qué también, qué se piensa.
Pero hay una cosa que tiene que ver con el desparpajo de Onetti, no solo en la escritura; la primera edición de "El pozo" viene ilustrada en la tapa por un Picasso. Pero es un falso Picasso, lo hizo un amigo de Onetti, Casto Canel, que era un musicólogo. Pero además ese desparpajo lo tiene en la vida, es formidable, no sé cómo se puede incluir un CD en esta colección para mostrar el momento en que está sentado junto al rey de España, Juan Carlos, la cámara lo toma porque le van a entregar el Premio Cervantes, que como bien dice Matilde, se lo entregaron a muchos y a nosotros no, y en el momento en que Onetti se inclina hacia el rey Juan Carlos, le hace un comentario que debe de ser profundo, político, literario, yo qué sé qué, y el rey asiente y le hace una señal, y Onetti va al baño, pega la vuelta y era evidente que venía del baño porque vino apurado. Esto está grabado. Ese desparpajo lo tiene. Creo que si Onetti escucha esto se toma un vino.
EC - Matilde.
MRL - De acuerdo a lo que venía describiendo Mauricio, entramos en esa personalidad de Onetti. Eso sí me ha interesado y he tratado de juntar algunas anécdotas. Aquí traje el discurso que dijo cuando le entregan el Premio Cervantes, del que me voy a permitir solo un párrafo del principio y otro del final: "Majestades, excelentísimos señores académicos, dignísimas autoridades, señoras y señores: Yo nunca he sabido hablar ni bien ni regular, la elocuencia, atributo muy hispánico, me ha sido vedada. Hablo mal en privado, por eso hablo poco en las pequeñas reuniones de amigos, y hablo peor en público, por lo cual sería mejor para ustedes que no les dijera nada. Me resistí siempre a ofrecimientos, insistencias e incredulidades sin saber que una fatalidad inexorable me obligaría a hablar públicamente por primera vez en España, para desilusión de mis oyentes, muchos de ellos magistrales conversadores, mi torpeza oratoria se vio penosamente confirmada".
Y el final es especialmente lindo: "Yo que sufrí amargamente años la derrota de un gobierno legítimo español y que he sido toda la vida un demócrata convencido nunca imaginé que me llegaría el día de hacer un elogio público y sincero a un rey, a un monarca en cuanto tal, es decir, por el mismo hecho de ejercer la jefatura de Estado. Hoy lo hago fervorosamente y querría que todas las repúblicas de América se enteraran de ello. El fantasma de aquel manco desvalido, preso por deudas, vigila y sabe que no miento, que he dicho la verdad honestamente. Pido permiso a los señores académicos para citar una vieja frase latina: Ubi libertas et vil patria. Gracias, majestad. Gracias, España".
Me parece que muestra una personalidad especial y que hay tantas cosas para contar, anécdotas. Puedo agregar una de mi ambiente familiar. En el año 80 coincidió que mi hermano, Taco Larreta, sacó el Premio Planeta por una novela, y poco tiempo después viene el Gran Premio Cervantes para Onetti. Como los dos convivían en España, mi hermano humildemente quiso llamar a su maestro, lo llamó por teléfono para felicitarlo, para estar cerca de él, y muy ceremonialmente, apenas levantó el tubo Onetti le dijo: "Maestro...", y ya iba a elaborar una frase protocolar de saludo a su maestro, cuando del otro lado la voz de Onetti, pedaleando mal, le dijo "Uruguayos campeones, de América y del mundo". Con eso contestó ese ceremonial Onetti, me parece muy gracioso.
EC - Hortensia, no sé por dónde está tu próxima intervención, porque aquí desde hace un rato no te escuchamos y se ha hablado mucho a propósito de Onetti, de distintos aspectos de su obra, de su personalidad. Quizás podríamos ir por las recomendaciones que tenías pendientes, por dónde entrarle a la obra de Onetti, sobre todo teniendo en cuenta los reparos, las prevenciones, los temores que muchos oyentes pueden tener representados por Juan.
HC - Sí, aunque no comparto algunos de los reparos que puso Juan, no puedo comparar a Tolstoi con Onetti. Empezamos hablando de la modernidad de Onetti, no lo comparo porque me gusta mucho la obra de Tolstoi y me gusta Onetti. Pero es cierto que Onetti es difícil. Es difícil entrar a un mundo que es muy complejo, pero que es un mundo, es todo un universo que él fue creando a lo largo de la mayor parte de su obra y que si no se entra por la buena puerta, nos puede frustrar. Sobre todo hablando de las nuevas generaciones, que son las que me interesan. Yo siempre digo, de una manera un poco cínica, que los adultos a partir de los 50 ya están perdidos, o les interesa algo o ya no les interesa, pero a los jóvenes se los puede seducir, se los puede introducir a mundos nuevos. Me estoy refiriendo a todo tipo de expresión artística, no solo a literatura.
Entonces lo que hice yo estuvo muy mal, empezar por "Juntacadáveres" es no entender nada. Una novela, que además en realidad se publica después que otra novela en la cual se dan los antecedentes es casi un jeroglífico, que es lo que ocurre con "El astillero".Creo que a Onetti se puede entrar por "Los adioses", se puede entrar por muchos cuentos, "Bienvenido, Bob", por ejemplo, o "Jacob y el otro"; uno puede irse acostumbrando a ese lenguaje de otra manera. Comentabas hace un momento con Juan que "La vida breve" es la más conocida, yo creo que es de las menos leídas de las novelas, porque si bien la fundación de Santa María está ahí, es compleja, muy compleja. "El pozo" incluso por su carácter de brevedad, de casi resumen, es más fácil que "La vida breve".
El orden de esta colección no sé a qué se debe.
EC - Recordemos que el primer capítulo de esta serie de 12 que va a publicar el diario El País incluye "La vida breve".
HC - Claro, puede ser una fórmula, dado que Santa María es lo que suena más, el comienzo de Santa María está en "La vida breve". En las otras Obras Completas se optó por un simple orden cronológico de publicación.
EC - Mauricio, ¿tú qué recomendación harías, teniendo en cuenta toda esta discusión que hemos tenido?
MR - Primero, que es un autor que el que no le entró tiene que entrarle. Es como si dijeras que en Argentina descartás a Borges porque tampoco se preocupó mucho de la efervescencia política exterior de los tiempos en los que le tocó escribir. Es de un nivel de escritura que marca una gran distancia o que marca distancia no sé si grande con todas las otras producciones que en estos temas hubo en el Río de la Plata, y además cargado de mensajes de ternura. Cierro volviendo al ejemplo del cuento que anotaba, el luchador venido a menos, alcohólico, que sueña con volver a su tierra natal y pelear por el Campeonato del Mundo, que es rudo, se emociona cuando su representante, que es un vivanco, le canta "Lily Marlene", y le pide que se la cante.
EC - Carlos.
CM - Pienso que para la introducción a Onetti el libro que debe leerse es "Tierra de nadie", porque Onetti es el producto de la posguerra 39-45, y ese libro es una forma expresionista, a la alemana, de contar gente desecha por la guerra. Toma el momento de la destrucción, de la falta de esperanza, de que todo está perdido y que nada vale la pena, porque lo que ha pasado es una cosa atroz. Entonces "Tierra de nadie" es la manera de entender la filosofía, el modo de plantearse en el mundo un observador que tiene la facultad de escribir bien, que ve cosas que no son de la generalidad y que es profundo y hábil para hacerte entrar en ese mundo, que no es un mundo agradable, no es un mundo halagüeño, no es un mundo que dé soluciones. Y esa es la función de Onetti en vinculación con la generación del 45. La generación del 45 es una generación crítica, así no. A mí me dejó de saludar expresamente Zavala Muniz, me dijo "usted es un mal agradecido, le entregamos un país que es una maravilla y usted lo está criticando". Él tenía razón y yo también.
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EC - Las obras de Juan Carlos Onetti han sido fuente de inspiración para muchos artistas. Hace un rato Mauricio mencionaba una película, "Mal día para pescar", pero se han escrito obras de teatro, se han filmado películas y también se han compuesto canciones.
(Audio Jaime Roos: "El infierno tan temido".)
EC - Estamos escuchando a Jaime Roos, con "El infierno tan temido", uno de los temas que aparecen en su disco primero, "Candombe del 31", del año 1977.
Con Jaime Roos de fondo, quiero pedirle a Rosario que nos cuente su impresión visual a propósito de estos 12 volúmenes que van a comenzar a publicarse todos los sábados con el diario El País.
ROSARIO CASTELLANOS:
Comenzaría diciendo que no es un fascículo, que es un libro lo que tengo entre manos, un libro de un tamaño muy cómodo, porque tendrá unos 12 por 20 y pico centímetros, que tiene 300 y pico de páginas y que cada uno de los volúmenes cuenta con una obra completa. En este primero está "La vida breve", pero luego tenemos "El astillero" completo, "Juntacadáveres", "Dejemos hablar al viento", "Novelas breves", "Cuentos completos", "Tierra de nadie", "Para esta noche", últimas novelas, artículos de entre el 39 y el 68, artículos de entre el 75 y el 92 y luego una miscelánea.
Mientras ustedes hablaban me entretuve leyendo el prólogo de este primero, que está a cargo de Dolly Onetti, que cuenta cómo lo conoció y cómo luego ayudó, no en la escritura, pero sí al ambiente en el cual Onetti escribía.
Otra cosa muy interesante es que si bien no tiene fotos en su interior, cada una de las carátulas es una de las magistrales fotos de Onetti desde joven hasta bastante más veterano, entre ellas, en el volumen 11 está la que Carlos Maggi señalaba con gran sentido del humor.
EC - Por supuesto que este trabajo de las Obras Completas de Onetti está lleno de detalles, está lleno de materiales disfrutables, interesantes, reveladores, si salimos incluso de lo que son sus cuentos y sus novelas. Por ejemplo, cuento una anécdota mínima: revisando ayer la parte de Conversaciones con Onetti, me encuentro con una que transcurre cuando Onetti acababa de ganar el Premio Cervantes. Es la conversación con Galeano. Galeano le dice: "Estás rodeado de telegramas, elegí uno", y elige uno, y ese telegrama dice: "Onetti, que no, ni no". ¿Quién lo firma? El Pibe y la Pocha. Se imaginan quién es el Pibe, se imaginan quién es la Pocha. ¿Te acordás de aquel telegrama?
CM - Me acuerdo muy bien, porque además tenía que ser un telegrama cauteloso, porque fue trasmitido en un momento muy grave, cuando el "nonazo".
MRL - Quiero hacer un elogio a la movida cultural que significa esto, es de enorme importancia. Nosotros hemos tratado de colaborar con nuestras opiniones, y por supuesto los expertos con recomendaciones especiales. Y creo que es una movida cultural, como otras que ha hecho Publicaciones de El País cuando ha sacado un ciclo de óperas. Las he comprado sigilosamente; tampoco es un género fácil, que llegue a la gente, pero tener al alcance de la mano por pocos pesos todas las semanas un capítulo de grandes óperas me parece importante.
EC - Hortensia, felicitaciones por tu trabajo, que ahora los uruguayos vamos a conocer más de cerca, porque aquella obra, la edición original de las obras completas de Onetti, la que salió en España, acá se difundió poco.
HC - Sí, se vendió, sin duda, llegó, estuvo en las vidrieras durante mucho tiempo, pero creo que se vendió poco. Era una edición como las Obras Completas de Galaxia Gutenberg, muy lujosa, con su cajita, etcétera, y creo que no se difundió mucho. El tener un texto fijado es importante para mucha gente, porque se corrigen, en lo posible estábamos viendo que hay erratas, errores que se producen a lo largo de sucesivas ediciones, incluso errores de ediciones hechos a propósito, como ciertas ultracorrecciones a la obra del autor, cosa que jamás debe hacerse. En ese sentido es interesante el libro que escribió Vargas Llosa sobre Onetti, en el cual toma como base las Obras Completas, porque es una manera cómoda de citar toda la obra de un autor. Creo que el texto que se hace es el mismo, ha aparecido también en otra editorial ese texto, y más allá de posibles errores, de los cuales nunca estamos a salvo, creo que es un trabajo que vale la pena, que es útil fueron años de trabajo que se conozca, y que se pueda elegir también. Porque me imagino que habrá mucha gente que tiene varias de las novelas, pero no tiene, yo qué sé "Para una tumba sin nombre", entonces puede elegir comprar este.
EC - Felicitaciones. Gracias por acompañarnos esta mañana. Capaz que la mejor forma de reconocer tu tarea es que la gente que está acá con nosotros te aplauda para que cerremos esta parte de la emisión de En Perspectiva.
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Transcripción: María Lila Ltaif