Las perdices del final del cuento desaparecen, la alegría del casamiento se desvanece y el paso del tiempo toma otro cariz bajo la lente de la fotógrafa israelí Dina Goldstein en su muestra fotográfica titulada  "Princesas Caídas" (Fallen Princesses).

La fotógrafa, cuya base de operaciones se encuentra en Vancouver, Canadá, aseguró que se inspiró en el interés que las princesas despertaron en su hija en el mismo momento en que a su madre le diagnosticaron cáncer. "Los dos eventos colisionaron y me hicieron preguntar cómo se vería una princesa si tuviera una enfermedad, problemas de dinero o pelear contra la edad", aseguró.

"Nació de un dolor personal muy profundo, cuando me puse en contra del leitmotiv ‘vivieron felices para siempre’ con el que somos alimentados desde la niñez", añadió.

En la galería de fotos es posible ver a una Rapunzel pelada por la quimoterapia, una Blancanieves infeliz con un marido que no la ayuda con los hijos, una Cenicienta deprimida en un bar, una Caperucita Roja algo pasada de kilos, una Bella siendo operada, a Pocahontas rodeada de gatos en la oscuridad, a la Sirenita apresada en un acuario  y a Jasmine, de Aladino, convertida en una guerrillera de Medio Oriente.