Vive en la calle, toca el piano como un dios y emociona hasta las lágrimas
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Este es el momento en que un hombre que vive en la calle y cuyos dedos han quedado deformados después de tantos años a la intemperie, deslumbra a todos tocando el piano en una tienda de segunda mano en la ciudad de Vancouver, en Washington, EEUU.
David Allen Welsh creció entre los refugios para desamparados en Iowa y Dakota del Norte y del Sur, Estados Unidos, después de perder su casa a la edad de seis años.
Después de instalarse en Vancouver, Washington hace diez años, el hombre de 50 años de edad, visita dos veces al mes la tienda Second Hand Solutions. ¿El motivo? Le permiten tocar el piano.
Walsh afirma ser autodidacta y que aprendió a tocar el piano en instrumentos prestados en los refugios sin hogar durante toda su infancia.
A pesar de llevar a los entusiastas de la música clásica hasta las lágrimas con sus actuaciones, el hombre no puede leer una sola nota. "No sé cómo tocar música, pero me gusta lo que oigo en mi cabeza", afirmó el homeless a la cadena ABC News.
"A veces no sé ni en qué tono estoy tocando", añadió.
James Maynard, un cliente que vive al lado de la tienda, afirmó que la sorpresa fue total la primera vez que lo escuchó. "Empezó a tocar y me atraganté con el café y empezó a salir de mi nariz!", dijo este entusiasta de la música clásica de toda la vida.
"Me emocioné hasta las lágrimas", agregó. "Una alegría que sobrepasa todo entendimiento, eso es lo que sentí al escucharlo".
"Una gran cantidad de personas en la habitación han tenido la misma experiencia espiritual al escucharlo", sostuvo.
Por su parte, Welsh dice que su don le ayudó en tiempos difíciles, y que es como si sus dedos fueran movidos por un poder divino.