Esculturas

Gerdau expuso una colección de arte con chatarra

La empresa de Acero, Gerdau, propuso a sus empleados hacer un taller de arte con la chatarra como materia prima. El curso lo impartió el profesor, psicólogo, pintor y escultor Roberto Cadenas, artista que expone sus obras desde 1975 donde se destacan Goteborg (Suecia), Buenos Aires, la Universidad de Tel Aviv en Israel, el Plaza Hotel y The Waldorf Astoria en New York y The Manulife Center de Toronto.

Los talleres comenzaron con clases teóricas y se extendieron durante cuatro meses con una frecuencia de una clase semanal. Participaron ocho personas y cada una hizo una escultura utilizando la chatarra como material y "el corazón" como consigna. Las obras terminadas están en exhibición desde el pasado 12 de diciembre en la Embajada de México (calle 25 de mayo 512 de 9 a 18 horas) y la exposición permanecerá abierta hasta mediados de enero.

Cadenas destacó el proyecto impulsado por Gerdau como "una experiencia muy rica"; y "sin precedentes". El artista sostuvo que "no es habitual formar un grupo para expresarse artísticamente en el cual las personas no tuvieran un antecedente en la parte artística";.

"Lo que favoreció la tarea es que muchos llevan muchos años en la empresa y están muy vinculados con el material de desecho, la chatarra y el metal. Uno ya de entrada podía recibir de ellos cierta pasión por los elementos y el conocimiento del desecho. Me llamó la atención la pasión por el tema que tenían. Fue muy rápido el entusiasmo";, remarcó Cadenas.

El escultor uruguayo contó que los talleres empezaron con una primera fase destinada a analizar las esculturas en material de desecho y los distintos artistas a nivel mundial. "A partir de ahí empezamos a trabajar y muchos de ellos lo hicieron intuitivamente. Fue sorprendente. Pero esto está vinculado a la familiaridad con el material y a los deseos de hacer cosas";, afirmó Cadenas, quien manifestó que desea continuar con los talleres ya que "muestra la parte humana y moderna de un empresa líder como Gerdau, al mostrar que las acciones no terminan en la producción específica sino que además tienen que ver con la calidad de vida de sus funcionarios";.

Finalmente Cadenas valoró que "el capital más grande que se ganó fue la parte afectiva";. Allí remarcó que "la energía y las ganas con las que las personas participaban"; fue lo más importante que dejó la experiencia.