Julio Bocca: Mi meta es tener "una compañía de ballet latinoamericana que esté al mismo nivel que La Opera de París"
En 2013, el Ballet Nacional del Sodre (BNS) recibió a unos 60.000 espectadores. Este aluvión de gente interesada en la danza se debe a la figura del maestro Julio Bocca, director del Ballet desde 2010. A pocas semanas de que comience oficialmente la nueva temporada, En Perspectiva habló con el argentino sobre la actualidad del Ballet y sobre sus proyectos para los próximos años. "En este país hay talento, se pueden hacer las cosas y esa es mi meta: tener una compañía de ballet latinoamericana que esté al mismo nivel que La Ã"pera de París, el American, el Royal, La Scala de Milán o el Bolshói" aseguró Bocca. "Nuestro trabajo es no solo ser excelentes nosotros, sino también cuidar al público, porque sin el público no existimos", concluyó.
(emitido a las 8:50 hs.)
EMILIANO COTELO:
Un fenómeno de masas. Así podrían definir los uruguayos la relación que tienen últimamente con la danza. A lo largo del año pasado 60.000 espectadores concurrieron a los espectáculos del Ballet Nacional del Sodre (BNS), la misma cantidad de personas que llenarían el Estadio Centenario.
Hace 15 años nadie lo hubiera imaginado. En esa época se vendían por año unas 7000 entradas de danza y ballet sumando todos los teatros y grupos de Montevideo: un público que entraría perfectamente en el estadio del Club Atlético Progreso… y hasta sobraría lugar.
El símbolo de este cambio exponencial que nos permite ser testigos del mejor momento de la danza nacional en su historia es un argentino: el maestro Julio Bocca.
Por estos días, el director artístico del BNS ajusta los últimos detalles para inaugurar la temporada 2014. Ayer, justamente, tuvo lugar el lanzamiento oficial de la nueva versión de "El corsario", que estrenarán el 3 de abril y que ya tiene más de 5000 entradas vendidas.
¿Qué pasa por la cabeza de Julio Bocca antes de comenzar un nuevo año? ¿Cuáles son sus expectativas? ¿Hasta dónde va a llegar el ballet uruguayo bajo su conducción?
Lo conversamos con el propio Julio Bocca.
JULIO BOCCA:
Me quedé con lo de los 60.000 espectadores en el Centenario. Eso estaría bueno.
EC - ¡Falta eso, ¿no?!
ROSARIO CASTELLANOS:
Tú lo hiciste en el Luna Park, supongo que perfectamente podés hacerlo en el Centenario.
JB - Por eso. Y lo hicimos en la cancha de Boca y en la de River. (Se ríe.) Son cosas que me gustan, son desafíos interesantes, podés llegar a un público de otra forma y que el público se sienta más en casa también.
EC - Te llevás una idea de esta entrevista, ¡qué te parece!
JB - Sí, sí.
EC - Vayamos a lo más nuevo. Esta reposición de "El corsario" que presentaron ayer tiene un significado muy especial. Es un título que ya presentaron en 2011 (y que entonces vendió 13.500 localidades), pero esta vez fue producido por el Auditorio Nacional Adela Reta. El diseño de escenografía y vestuario es producción nacional. ¿Por qué es importante ese detalle?
JB - Para mí es muy importante. Es el trabajo que venimos haciendo desde los comienzos y queremos seguir avanzando, queremos que el ballet tenga sus propias producciones. Sobre todo en ballets como "El corsario" o "El Quijote" o el "Lago de los cisnes", que son ballets que siempre se pueden volver a montar y sabés que el público va a querer volver a verlos. Y por supuesto también tenés los costos, es mucho más barato producirlo acá que traer algo de afuera.
EC - ¿Efectivamente es más barato? ¿Podemos dar algunos números comparativos?
JB - La producción de "El lago de los cisnes", si no me equivoco, estuvo entre 250.000 y 300.000 dólares. En total: vestuario, utilería, escenografía, publicidad, el coreógrafo, los maestros… Todo lo que tiene que ver no solo con lo que se ve fijo, sino también con el trabajo de calidad, publicitar el espectáculo, que lleva su costo también, hacer publicidad en diarios, radios, televisión, en la calle. Todo eso nos salió entre 250.000 y 300.000 dólares.
Casi siempre traer una producción de afuera te puede salir entre 300.000 y 400.000 dólares. Y esto después no queda acá. Esto genera no solo que el dinero quede en el país, sino que se den posibilidades a artistas de pintar un telón, de hacer una jarda o una espada, como en este caso para los piratas. Generar trabajo. Y también queremos que la compañía poco a poco empiece a tener su identidad, no estar siempre con cosas que se hacen afuera. En este caso Hugo Millán fue quien hizo el diseño de escenografía y vestuario, ya había hecho el vestuario de "El lago de los cisnes" el año pasado. Es maravilloso, es muy fantasioso, está quedando muy bien.
EC - O sea que va a lucir distinto, los que lo vieron hace dos o tres años hoy se van a encontrar con otra puesta en escena.
JB - Van a encontrar otra puesta en escena, van a encontrar bailarines nuevos, van a encontrar a la compañía mejor que en el 2011 (risas), va a haber diferencias. Hoy es el último día trabajando con Fabianne Cerutti, una maestra de la Escuela de La Ópera de París, que vino no solo a dar clases –es la tercera vez que viene a trabajar con nosotros–, sino también este año a trabajar más intensivamente con los solistas y el cuerpo de baile en detalles específicamente para esta obra.
RC - Es algo que el público no ve y que resulta toda una novedad. Este año traés tres, pero ya habías traído a otros maestros. Esta francesa es de la Escuela de La Ópera de París, que es una de las mejores escuelas de danza del mundo. Eso es lo que luego se ve como resultado, pero la gente no se entera, porque son clases, la persona va durante un tiempo especialmente a darlas al ballet en el mismo lugar de ensayo, de clase.
JB - Exactamente, ella viene a aportar toda la experiencia que tiene la escuela, que el año pasado cumplió 300 años, tiene su historia, y a seguir educándonos a nosotros, a los maestros, en cómo seguir enseñando, cómo trasmitir las cosas a los bailarines para buscar eso que ellos tienen que es la excelencia, que es lo que yo quiero también como director artístico, buscar esa excelencia. Creo que la compañía lo puede hacer, en este país hay talento, se pueden hacer las cosas y esa es mi meta: tener una compañía de ballet latinoamericana que esté al mismo nivel que La Ópera de París, el American, el Royal, La Scala de Milán o el Bolshói. Tener ese nivel de trabajo, de disciplina, de excelencia y también ese nivel de conciencia de trasmisión hacia el público.
EC - Las propuestas del BNS en estos años han tenido en su oferta varios de los títulos que podríamos llamar "fundamentales", como "El cascanueces", "El lago de los cisnes", ahora "El corsario". ¿Cuál es el objetivo de estas obras: formar público o prestigiar al elenco?
JB - Buscamos las dos cosas. Lo principal acá es prestigiar la excelencia del elenco, y también la excelencia que se merece la danza cada vez que se hace. Esta siempre ha sido una compañía clásica de por sí, y todas estas obras son parte de un repertorio de las grandes compañías clásicas. Por eso tenemos que tenerlas y mantenerlas, y tenemos que darles ese cambio, esa frescura año a año para que quedar en el clásico aburrido. El clásico puede ser muy divertido para la gente, puede ser muy accesible, es muy fácil de entender, y si no lo entendés, lo importante es ir, sentarse y disfrutar. Esa siempre fue mi intención con la danza, la danza es un arte que tiene que gustarles a todos, o no gustarles, pero darle la libertad al público de elegir. Nuestro trabajo es no solo ser excelentes nosotros, sino también cuidar al público, porque sin el público no existimos.
RC - Curiosamente se da que la gente que de pronto sabe menos disfruta más de las obras más clásicas, que parecen más alejadas de su sensibilidad por el tiempo. Sin embargo tú también has jugado con el hecho de que hay mucho coreógrafo contemporáneo, en algunos casos los tenemos muy cerca y has arriesgado poniendo obras como "Un tranvía llamado deseo" y la gran expectativa de este año, "El Mesías", con Wainrot. Eso también significa educar público, sobre todo me parece que esto puede abarcar público más joven.
JB - Sí, eso es lo que venimos haciendo. He comenzado con algunas obras con coreógrafos más del siglo XX para que el público se vaya adecuando a los nuevos estilos. El año que viene vamos a traer a Demis Volpi, un coreógrafo muy joven, residente del Ballet de Stuttgart pero que ya ha hecho coreografías en el American Ballet, en el Royal. Para el 2016 ya arreglé con Goyo Montero, un español, un personaje muy joven, un gran bailarín que tiene una compañía en Alemania, para hacer "Carmen". Para no traer la "Carmen" tradicional, la de Alicia Alonso, la de Maya o la de Roland Petit, sino traer una "Carmen" totalmente diferente. Una de las cosas que me fascinaron de él es la musicalidad que tiene en sus pasos, en sus coreografías, es algo muy difícil de encontrar.
RC - Significa adaptar públicos y adaptar el propio elenco, que como tú decías tiene una formación muy clásica y de pronto tiene que cambiar totalmente su expresión cuando trata este tipo de coreografía.
EC - El "Hamlet ruso", por ejemplo, ese sí que fue un desafío de adaptación.
JB - Fue un gran desafío. Yo como director estoy contento, pero no se llegó al estilo exacto de la obra, la he bailado…
EC - (Se ríe.) Esa es la diferencia entre verlo de afuera y ser el director del ballet.
JB - Por supuesto, es una obra maravillosa, es genial en cuanto a producción, escenografía, coreografía. Por eso también tiene éxito, a veces no importa la compañía, a veces tenés una producción, un gran coreógrafo y te llena igual. Pero yo no me quedé conforme con el estilo sobre todo. La compañía ha estado muy bien en personajes, en buscar la interpretación, pero todavía hay que trabajar el estilo de ese coreógrafo. Y también hay que hacer entender a los chicos cuando van a la escuela que ahora una compañía de danza clásica no solo es lo clásico, abarca todo. Otra de las cosas que estoy trayendo para el 2016…
EC - ¡Está hablando del 2016, dentro de dos años!
JB - No sé si voy a estar contratado, pero yo dejo armado. … es el "Gaîté parisienne" de Béjart.
RC - Me gusta, ya lo he visto.
JA - Es un coreógrafo que se está perdiendo, y ahí es una coreografía en la cual hay un bailarín que tiene que hablar, tiene que actuar. Ya el ballet no es el clásico tutú, sino que de golpe viene un coreógrafo como Boris para el "Hamlet ruso" o Mauricio ahora para "El Mesías", William Forsythe o JiÅí Kylián, o estos coreógrafos nuevos. Entonces la compañía y el bailarín tienen que estar preparados y saber todos esos estilos. Y lo importante como maestros es poder trasmitir eso a los bailarines para que ellos después puedan reproducirlo y que el coreógrafo quede contento con el estilo. Tiene que hacerse como se tiene que hacer, no como me da la gana.
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EC - ¿Cómo podemos resumir la temporada que ahora se inicia?
JB - Es una temporada tranquila, vamos a reponer dos obras. También son cosas que hacen las grandes compañías, no siempre están trayendo cosas nuevas, sino reponer para que los bailarines que hicieron la vez anterior tengan la posibilidad de mejorar el estilo, mejorar artística y técnicamente esas funciones. También es una forma de cuidar los gastos, porque el gasto de remontaje, derechos y todo ya es mucho menor.
Después una temporada en la cual con mi equipo nos vamos a dedicar a trabajar más en la limpieza técnica, en la purificación de los movimientos, a trabajar más todavía la excelencia. Quizás salimos de giras nacionales muy puntuales, pero no giras nacionales como los otros años, porque estamos guardando todo para el año que viene, que el BNS cumple 80 años. La idea es salir con "Giselle" completo, ir a algunas ciudades con la obra completa, y después dejamos todo para el año que viene. Además sabemos que este año entre elecciones y Mundial la gente no va a estar. Entonces nos dedicamos a hacer una limpieza en casa.
EC - Sobre cómo está trabajando Julio Bocca hacia dentro y cuáles son las perspectivas, cuáles son sus metas con el Ballet Nacional del Sodre, vamos a seguir conversando en la segunda parte.
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EC - A propósito de la entrevista con el maestro Julio Bocca llegan una cantidad de mensajes.
Alberto dice: "Renegamos de los argentinos y con razón, pero también es cierto que nos están enseñando a plantar y a bailar".
¿Cómo te llevás con ese roce que muchas veces hay entre uruguayos y argentinos, y tú en el medio, instalado acá?
JB - Yo estoy feliz viviendo acá, estoy muy contento con lo que estoy haciendo, con la posibilidad que me están dando. Porque es una posibilidad de trabajo que me están dando, y de aprendizaje, no es que yo vine sabiendo ser un director, sino que estoy aprendiendo, seguimos aprendiendo. Estoy feliz con lo que estoy haciendo, y vine a laburar, estoy desde las 8 de la mañana hasta las 6 de la tarde, y todos ven el resultado de lo que estamos haciendo.
EC - Los oyentes hablan de eso. Juan de Pando dice: "Gracias, Julio, por estar en Uruguay y al frente del Ballet".
Y algún oyente plantea alguna experiencia concreta: "Saludos al maestro Bocca. Nunca había visto ballet, ‘El lago de los cisnes’ me impactó, fui desde Florida, donde vivo, salí a las 5 de la tarde y volví a las 2 de la mañana contento con la aventura".
JB - Ah, buenísimo. ¡Genial!
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JB - Es el trabajo que uno está haciendo con el equipo, que esa gente que nunca se dio la posibilidad tenga la posibilidad de hacerlo, y que llegue y vea un espectáculo de calidad, un espectáculo con trabajo detrás, y que venga a disfrutar. Sobre todo mejor si se fue feliz. Ese es el objetivo también.
EC - Ese es uno de los tantos desafíos de la tarea que estás llevando adelante, formar al público o a buena parte del público. Cuántos espectadores que van a ver al BNS antes ni pisaban ese tipo de espectáculos. Yo mismo, no es que no fuera a ver danza, pero no iba con la frecuencia con la que he ido últimamente. No soy un especialista ni nada por el estilo, pero soy un ejemplo de ese nuevo público.
Supongo que eso tiene dificultades para ustedes, porque está el tema de cómo se comporta el público en la sala, cuándo hay que aplaudir y cuándo no. ¿Eso distrae a los bailarines?
JB - Esas cosas son muy personales. Personalmente me fascina que el público aplauda, no tengo problema. Justamente, todo el trabajo que venimos haciendo es para eso, para cuando uno sale al escenario disfrutarlo, sentirse bien, estar contento de lo que uno eligió; porque esta carrera la elegís, no es que te obligan a hacerla. Entonces ves la respuesta del público y decís "lo que estoy haciendo por lo menos a alguien le está llegando". Por supuesto que con los celulares, las fotitos con flash y esas cosas no estoy de acuerdo, me parecen una falta de respeto no solo al artista que está contando una historia, sino también al público que tenés al lado, que viene a disfrutar de un espectáculo. Pero el público tiene que sentirse libre de expresar lo que siente.
EC - Hablando del público, si repasamos los datos de espectadores desde el año 2010, cuando te integraste al BNS, el crecimiento ha sido vertiginoso: en el 2010 32.000 espectadores, en 2011 43.000, en 2012 50.000, en 2013 62.000… ¿Cuál es el techo?
JB - No hay, uno no se pone un techo.
RC - ¡El Estadio Centenario, más de una vez!
JB - (Se ríe.) El techo será ir agregando más funciones, más producciones. Las grandes compañías tienen 200 funciones al año. El Bolshói, por poner una compañía que posiblemente visitemos este año, veía la producción y en el teatro histórico tenían "Giselle" y en el teatro nuevo a los dos días "El cascanueces". No vamos a llegar nunca a ese ritmo porque no tenemos una cantidad de público como para seguir creciendo. Y lo más importante, continuar teniendo esas 60.000 personas. Eso es lo más difícil, mantener ese ritmo de espectadores que sigan disfrutando y apoyando al ballet.
RC - Creo que lo que se ha ganado en calidad tiene que ver con otra de las grandes novedades, las admisiones que se hacen anualmente. Julio Bocca convoca a gente joven que viene de distintas partes del mundo. Entre otras cosas, eso ha tenido el notable efecto de lograr un elenco masculino que el Sodre no tenía, estás hablando de Béjart, que es un coreógrafo para elencos con muchos y buenos bailarines, y de tener la posibilidad de tener cuatro elencos para una obra como cualquiera de las que estás dando, y uno no va a ver un tercero y cuarto pensando que va a ver menos calidad, quiere ver la misma calidad.
EC - ¿Qué son las audiciones?
RC - Todos los años sobre octubre Julio llama a bailarines que puedan estar interesados en integrarse a que den una prueba, son aceptados en la medida en que pasen esa prueba, y se eligen los mejores. Así hemos logrado incorporaciones como la de este chico español, Ciro Tamayo, que está deslumbrando al público montevideano, ¡es un fenómeno! Supongo que lo vas a poner en "El corsario", porque la foto es de él. Supongo que va a ser Alí
JB - Va a hacer los dos, el rol que no hizo antes, Corrado, que es el principal, y Alí. También tenemos cuatro repartos, va a haber bailarines nuevos. Uno es un argentino que entró este año, un brasileño y otro es venezolano. Las audiciones dan esa posibilidad, la audición es abierta a todo el mundo, a quien quiera presentarse –por supuesto con una técnica, con un estudio avanzado–, y con el equipo artístico definimos qué es lo mejor para la compañía. Se hace una clase de danza clásica y luego en la final se le toma partenaire, cómo maneja a la chica, cómo la chica se maneja con el varón; el año pasado incorporamos un pedazo de la obra de Forsythe para ver cómo se mueven en las cosas contemporáneas.
RC - Eso es para contratarlos por un año.
JB - Es un contrato por un año de aprendiz, con tres meses de prueba.
EC - Están conviviendo entonces en el elenco bailarines presupuestados y bailarines contratados por un año. ¿Funciona bien esa dinámica?
JB - Sí, presupuestados están quedando 11 nada más, muchos ya se fueron retirando y están en otras áreas. Por ejemplo Sofía Sajac, que era una gran solista de la compañía, es mi mano derecha, cuando no estoy ella es la directora de la compañía. Tengo a Paulo Aguiar, que aparte es el director de la escuela. El año pasado se fue Andrea Salazar, otra importante figura del cuerpo de baile…
RC - … y que has incorporado como coreógrafa.
JB - La incorporé como coreógrafa para un ballet que hicieron en China María y Ciro, y ahora está como asistente mano derecha de Martín Inthamoussu en el proyecto de la nueva escuela contemporánea del Sodre.
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EC - Para promocionar la carne uruguaya en Rusia el INAC realizó un video que se apoya en BNS.
En el video se ve a varias de las figuras del BNS bailando en un escenario en medio del campo, rodeadas de novillos, un buen lote de novillos Hereford uruguayos, el propio Julio Bocca aparece en algunos momentos, y el concepto que subraya el spot es: "La calidad no es un accidente, es el resultado de un proceso inteligente". ¿De quién fue la idea?
JB - La idea fue de INAC. Ellos habían estado ya el año pasado en Rusia, se dieron cuenta de que también la gente de la cultura come carne (risas) y vieron que en Rusia el ballet es muy importante. Salió el comentario de que yo estaba dirigiendo la compañía aquí, entonces se interesaron en la posibilidad de hacer una función en el Bolshói. A partir de eso se juntaron con nosotros y nos hablaron de esta posibilidad de unión, porque se busca la idea de la calidad, la excelencia, el equilibrio, cosas que para nosotros son muy importantes y para la carne también.
EC - A partir de los movimientos de los bailarines sobre la pantalla se van imprimiendo determinados conceptos que son comunes a ese arte y a la carne uruguaya. (Se ríe.)
JB - Exactamente. Me fascinó la idea, yo siempre fui bastante abierto en el sentido de incorporar cosas nuevas, novedosas, siempre y cuando se mantenga el respeto a lo que estamos haciendo nosotros.
EC - Fijate qué curioso: hasta ahora el INAC había elegido para promocionar la carne afuera apoyarse en la selección uruguaya de fútbol y en varios de sus jugadores. ¡Qué contraste, del fútbol al ballet!
JB - Es un contraste, pero justamente, en los dos es algo que tenemos en el cuerpo, buscamos la excelencia. Sobre todo una de las cosas que me gustaron es –en el buen sentido– que nos usen, que usen a la compañía, porque es una compañía nacional que representa al país. A estas degustaciones o expos que se hacen llevar al ballet como muestra de que en el país no solo hay fútbol, hay buena carne, tenés también una compañía de ballet de alto rendimiento que puede representar al país. Me gustó, acepté, y a través de esa comunicación ellos consiguieron una función, posiblemente, un intercambio –lo estamos hablando– con el Bolshói.
EC - ¡Un lindo salto para ustedes!
JB - ¿Qué te parece? En setiembre estaríamos haciendo la función en el Bolshói y el año que viene el Bolshói tiene una gira por Argentina y Brasil, entonces también vendría al Uruguay por un intercambio entre las dos compañías, y dentro de los festejos de los 80 años del BNS.
RC - ¿Este maestro que traés del Bolshói a hacer un stage no tiene nada que ver con eso, ya estaba de antemano?
JB - No, es de antes de todo esto. Es un exsolista del Bolshói que ahora está trabajando en Utah y es muy invitado en las competiciones internacionales como maestro, como preparador y como enseñante, sobre todo en las competiciones que se hacen para buscar una beca escolar.
RC - En el spot aparecen los mejores, están María Noel Riccetto, Giovanna Martinatto, Ciro Tamayo, ni siquiera utilizó una parte del elenco que podría ser del cuerpo de baile, llevó las mejores figuras. O sea que la mejor carne está representada por nuestros mejores bailarines.
EC - Seguimos con preguntas que llegan de la audiencia. Varias a propósito de cómo será esta temporada 2014 por el lado de la música en los espectáculos del Ballet. "¿Habrá que resignarse a no tener orquesta? ¿Habrá que resignarse a la música grabada?" Lo preguntan varios.
JB - Sí, este año se va a hacer todo con grabación. Fue una decisión del año pasado del Consejo, con la cual estuve de acuerdo, sobre todo porque el Consejo no me daba la seguridad de que íbamos a tener la orquesta. Este año tuve que cambiar el repertorio justamente por eso, porque cerrábamos con "Romeo y Julieta" y no me permiten hacerla si no tenemos orquesta en vivo.
EC - ¿Quién no lo permite?
JB - La coreógrafa, que es la que tiene los derechos de "Romeo y Julieta". Que me parece lo más lógico, las grandes obras se tendrían que hacer siempre con orquesta, es otro espectáculo el que se brinda. Pero no es algo que pase solo acá, en otras compañías u obras o cuando salís de gira no vamos con una orquesta, vamos con una grabación. Ahora por suerte las grabaciones son de muy buena calidad, entonces el espectáculo va a mantener de esa calidad, pero por supuesto el vivo siempre te da otra energía, no solo al bailarín sino también al público.
EC - El conflicto que tiene planteada la Orquesta Sinfónica del Sodre da para hablar horas, es un tema en sí mismo. Hoy mismo hay una movilización en la plaza Independencia con los reclamos del grupo de músicos. Pero entiendo que la decisión que toman ustedes es cubriéndose, es muy difícil ensayar espectáculos sin saber si llegado el momento va a haber que hacerlos con orquesta en vivo o poner la música grabada. No es lo mismo.
JB - Somos todos del Sodre, pero somos independientes, yo no estoy en la programación de ellos, en las reuniones que tienen, no sé nada de lo que pasa con la orquesta, como ellos no saben nada de lo que pasa con nosotros. Entonces ya de por sí esa independencia nos hace no conocer las decisiones que se toman de un lado y del otro.
RC - No debiera ser así, ¿no?
JB - No…
RC - El ideal sería que los dos cuerpos estables tuvieran una conexión de forma tal que pudieran programar sus actividades coordinadamente.
JB - Nosotros pasamos nuestra programación, tenemos nuestras fechas, que ya más o menos están estipuladas, puede variar una semana o dos, depende del coreógrafo, cuándo puede venir, y también depende de la disponibilidad del Sodre, ahora el Auditorio también tiene otras programaciones, que me parece genial. Y el artista que viene nos puede pedir correr una semana, en eso puede variar.
A tu pregunta, yo no puedo estar ensayando como ensayamos este año –vamos a trabajar media hora más, justamente para buscar esa excelencia, vamos a trabajar siete horas y media–, dos meses de ensayo, de preparación, y por un conflicto que ellos saben cuál es, yo no estoy interno en eso, no hay un ensayo o no hay dos o no hacen una función, y tenemos que salir a último momento con una grabación. Porque no es solo el trabajo que hacemos nosotros, también es el trabajo técnico, es un trabajo técnico en el cual hay que saber en qué tiempo suben una pata, en qué tiempo baja un decorado, entra el otro, todo está calculado. Significa tener que volver a ensayar todos de nuevo, los técnicos, nosotros. Es un trabajo extra, entonces si no tenemos una seguridad tampoco quiero arriesgar el trabajo que venimos haciendo metidos ahí todos los bailarines durante siete horas y media. No me parece justo ni para nosotros ni para el público. Espero que el año que viene esté solucionado, porque para los 80 años del Ballet para mí tiene que haber una orquesta, pero este año vamos a ir con cinta. Por eso te dije, un año tranquilo.
RC - ¡Y "Romeo y Julieta" para los 80 años!
JB - Sí, está programado, y me dieron autorización para hacerlo con grabación si no está la orquesta.
EC - Mirando más adelante, a mediano plazo, ¿qué cabe esperar de Julio Bocca en Uruguay? ¿Tu estadía acá tiene una fecha límite? ¿Qué te has planteado?
JB - No, por ahora no tengo fechas límite. Están apareciendo propuestas de ir a trabajar afuera, pero por ahora estoy muy bien, estoy contento, estoy feliz…
EC - ¿Cuál es tu horizonte?
JB - Mi horizonte es ese, seguir aportando mi conocimiento y las posibilidades a chicos de la danza, que tengan su lugar y su espacio, que amen lo que están haciendo y que puedan trabajar de lo que les gusta. Pero al mismo tiempo que sigan aprendiendo, no que se queden tranquilos sentados porque ya tengo un trabajo, trabajo tantas horas, ya está. No, nuestro trabajo es por el arte, por lo que queremos, no es un trabajo horario. Mi intención es esa, seguir aportando a eso y seguir ayudando a que muchos estudiantes que tienen condiciones y que pueden vivir de la carrera, como lo es esta, sigan haciéndolo.
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JB - No olvidemos que este año se festejan los 85 años del Sodre, que es algo muy importante, hay que cuidarlo, mantenerlo, alimentarlo y rejuvenecerlo.
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Transcripción: María Lila Ltaif