Por Guillermo Bueno, de Espectador.com

Desde que el sol comenzó a ponerse, las gradas de la tribuna América se fueron colmando de un público tan variado como apasionado por el fútbol, todos ávidos de ver "Maracaná, la película".

En el ingreso a la zona de palcos, una alfombra rememora a los integrantes de aquella selección histórica. Una galería de imágenes, algunas inéditas, acompaña la sala de ingreso.

Niños, jóvenes, padres y ancianos se hicieron presentes en el estreno de la película dirigida por Sebastián Bednarik y Andrés Varela, proyectada sobre una pantalla de 20 metros de ancho por 11 metros de alto.

Entre los presentes, estaban autoridades del fútbol uruguayo como el presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol, Sebastián Bauzá, dirigentes políticos como el vicepresidente de la República, Danilo Astori, el presidente del Banco República, Fernando Calloia, periodistas, familiares y allegados de los futbolistas que marcaron a fuego aquél 16 de julio de 1950.

Pero sin lugar a dudas, el invitado de honor fue Alcides Edgardo Ghiggia, el único de los campeones con vida y autor del segundo tanto uruguayo que enmudeció a más de 200.000 personas en el estadio Municipal, ubicado en el barrio Maracaná, en Río de Janeiro.

Previo a la proyección, Ghiggia brindó algunas palabras que hicieron estallar en aplausos a las más de 10.000 personas que se dieron cita en el Monumento Histórico al Fútbol Mundial. "Fue un honor haber contribuido con ese gol a que Uruguay saliera campeón del mundo" dijo el expuntero derecho celeste.

"En ese momento, fue una gran alegría para la gente. Y aún lo es hoy para mí, por el reconocimiento que tengo en la calle, los jóvenes me reconocen y quieren sacarse una foto conmigo. Para mi eso, es un aliciente enorme" dijo un emocionado Ghiggia, que observó la película sentado en uno de los palcos que posee el Centenario.

Además, el espectáculo contó con la frescura y el humor de "Fito" Galli y Victoria Zangaro, quienes divirtieron al público, regalaron camisetas y sortearon, entre los presentes, el ganador que se irá, con todos los gastos pagos, a ver el encuentro entre Uruguay e Inglaterra, el próximo 19 de junio en la Arena de San Pablo.

También tuvieron una breve incursión los directores del largometraje, quienes agradecieron al público y a quienes colaboraron en la producción de la película.

La película recorre y explica, a través de la palabras del historiador Gerardo Caetano y del sociólogo Rafael Bayce, la situación previa al año 1950 que vivía la sociedad y el deporte uruguayo.

La huelga del 48, las idas y venidas de los jugadores a la selección, y los preparativos para el Mundial, fueron algunas de los temas que dieron contexto a la gesta lograda en Maracaná.

Durante la historia, se muestran entrevistas a personajes que estuvieron dentro de la cancha, como el propio Gigghia, Obdulio Varela, Roque Gastón Máspoli, Julio Pérez, los brasileños Barboza (arquero de la selección derrotada) y el técnico de los norteños de ese momento, Flávio Costa. Además, toman la palabra periodistas de ambos países, e incluso la esposa Julio Pérez, quien había recibido la promesa, por parte de su –por el entonces- novio, de que si salían campeones en Maracaná, se casarían. Ella, confiada, escuchó la final del Mundial bordando los manteles para la boda.

Los cuatro partidos que disputó Uruguay en esa Copa, están registrados por las cámaras tanto de fotos como filmadoras de aquél entonces.

Con cada gol que se mostró, la tribuna América estalló en aplausos y gritos. Cómo si las gradas del Centenario se trasladaran y retrotrajeran en el tiempo, por unos instantes, a los estadios donde el combinado charrúa desplegó su fútbol.

La intimidad de la concentración celeste, la fuerte personalidad del "Negro Jefe", Obdulio Varela –relatada por compañeros, e incluso, por rivales-, los preparativos brasileños para la obtención de la Copa Jules Rimet, y la presión que sufrió la selección derrotada por parte de las autoridades del momento, todo está retratado en esto que más que una película, es un documento histórico notable.

Uno de los momentos finales de la película, el segundo y definitivo gol de Uruguay, con el que se alzó con el título, hizo temblar las gradas de la América y varios, incluso, derramaron algunas lágrimas de emoción.

Finalmente, el público se retiró del Estadio Centenario cantando un "dale campeón" que retumbó fuerte, en la templada noche montevideana.

En tanto, Rosario Castellanos, del equipo de En Perspectiva, contó que la noche fue ideal con un estadio a pleno, y que el acto cumplió con las expectativas de todos los espectadores. En su relato resaltó la figura de Obdulio Varela, el "jefe" de la delegación. Según Rosario, fue una noche para celebrar una vez más el "Maracanazo".

Escuche el relato de Rosario Castellanos aquí