Primera Guerra Mundial: ¿una guerra democrática?
A una semana de que se cumplan 100 años de la primera fase de movimientos hacia la Primera Guerra Mundial, "La bolilla que te rifaste" nos invita a analizar la contienda desde una perspectiva diferente: la gran guerra como un conflicto democrático.
Gabriel Quirici repasó los entretelones de la Primera Guerra Mundial y el camino hacia el primer gran conflicto global. En cuanto a esto, retomó las palabras del historiador francés François Furet, quien entiende a esta guerra como una democrática, en el sentido en que tuvo el apoyo de la opinión pública que en ese entonces no imaginó las vidas que la lucha comenzaría a cobrarse.
Desconociendo cómo se desenvolvería el conflicto, se instaló la idea de que no apoyar la guerra significaba ser un antipatria: "Se planteaba que ésta era la guerra de los países demócratas contra las antiguas monarquías", contó Quirici.
Según él, esta aura nacionalista comenzó a forjarse en el último tramo del siglo XIX con la expansión de los mercados, la colonización de Inglaterra al mundo, la instalación de la educación pública y el servicio militar obligatorio, y el auge del romanticismo, corriente que proponía volver a los orígenes reivindicando lo propio ante lo ajeno. En este sentido, culturalmente, la sociedad se sentía motivada para prenderse a una oleada nacionalista.