En el testimonial del fallido proyecto fílmico, Cage relata cómo estuvieron "a punto de hacer de Superman un caos total", que en 1997 a Warner Bros. le costó 30 millones de dólares. También reconoce parte del equipo que trabajó en las labores de preproducción de "Superman Lives" creía que él era "una extraña elección para su papel".

"Se trataba, no de hacer a Clark un héroe, sino un alien", coinciden sus creadores. No solo el traje azul y rojo era extraño (en el video aparecen dos versiones, con Cage con melena y de cabello corto), alejado del clásico que, para ellos, parecía un atuendo de "ballet".

El traje que Cage llevaría al final de Superman Lives, era una mezcla de burbujas y luces que "ni nosotros sabíamos qué era", explica un encargado de vestuario.

"Todos la odiábamos", revela uno de los colaboradores de Burton, que tras meses de trabajo sabía que "tarde o temprano nos cortarían el grifo".

En el documental se revelarán detalles desconocidos, como las pruebas de vestuario de Nicolas Cage, dibujos conceptuales o un posible cameo de Batman (en el guión de Smith, hasta que Burton lo modificó).
Los nombres elegidos para participar en el fallido filme eran: Chris Rock (Jimmy Olsen), Tim Allen (Brainiac), Courtney Cox (Lois Lane) y Jack Nicholson o Kevin Spacey, como Lex Luthor.