Ballet del Sodre

Julio Bocca lleva "El Mesías" al viejo continente

Julio Bocca lleva "El Mesías" al viejo continente
EFE

El ballet nacional del Sodre, comienza mañana su gira por España. Julio Bocca, director del Sodre, contó que está "muy feliz porque ha crecido muchísimo", dijo a Efe su director.

El programa elegido es "El Mesías" y con él harán una gira que empieza en San Sebastián (teatro Victoria Eugenia) y seguirá por Sevilla (Maestranza), Alicante (Principal), Avilés (Niemeyer), Gijón (Jovellanos), Palma de Mallorca (Auditorio), Pamplona (Gayarre), Vitoria (Principal), Logroño (Bretón de los Herreros), Madrid (Teatros del Canal) y Toledo (Auditorio El Greco).

"Este año no teníamos gira porque queríamos trabajar técnica y expresividad pero el productor de esta gira pensó en nosotros para que viniéramos en lugar de los argentinos de San Martín. Nosotros encantados porque, además, la pieza que iban a bailar ellos -"El Mesías"- la teníamos en eñ repertorio", relata a Efe entre risas.

Este "Mesías", dice, les "cayó del cielo" porque es "increíble una gira así, con 14 funciones, un mes, en Europa... Son las casualidades divinas".

Bocca se hizo cargo del Sodre, que había tenido en un pasado "remoto" un gran prestigio, en unas condiciones difíciles, cuando los bailarines, unos 40, superaban en su mayoría los 32 años, ensayaban una media de 5 horas y tenían contratos "indefinidos".

"Comisionado" por el presidente del país, José Mújica, Bocca tuvo carta blanca para incorporar al ballet del Sodre algunos "modos" de las compañías privadas, como contratos anuales y audiciones para entrar en el ballet, siete horas diarias de ensayos además de ampliar la plantilla a los 65 que son en la actualidad.

"Ahora puedo decir que es una compañía profesional. Hay que seguir creciendo y no solo el trabajo interno, sino el exterior. Hay que lograr que el público y la crítica lo conozca, meternos en el circuito del mercado y esa labor llevará entre uno y cuatro años", un tiempo, revela, que querría liderar también aunque las elecciones presidenciales del próximo 26 de octubre pueden cambiar eso.

Su contrato es hasta finales de 2015 "y todo puede suceder", pero su deseo es seguir viviendo en un país que siente como suyo, "revolucionario" en educación y cultura, aunque siga teniendo la "asignatura pendiente" de la seguridad: a él ya le han robado en su casa tres veces, lamenta.

"Pero cuando vuelvo a Buenos Aires pienso 'qué locura de ciudad'. Creo que ya no podría con ese ritmo. Me gusta la calma, el equilibrio de Uruguay, quizá porque ahora es así como yo me siento por dentro", confiesa. EFE