Entrevista a Alejandro Dolina en Suena Tremendo
Conversamos con el conductor de "La Venganza Será Terrible". Desde Charlie Hebdo y la libertad de expresión hasta el papel de los intelectuales en los medios, pasando por música y política argentina.
Ataques de pánico
Alejandro Dolina es conocido por su miedo a la muerte. En algunas entrevistas ha llegado a afirmar que eso a veces le impide disfrutar de la vida. Le preguntamos si ese miedo en algún momento se convirtió en ataques de pánico. "En una época de mi vida sí" confeso.
¿Cómo lo solucionó? "Me fui a Europa siendo muy joven, sin plata y casi sin compañía. Un viaje de aventuras burguesa. Pero esas dificultades, como no saber dónde apolillar… digamos que el pánico verdadero reemplazó al pánico ficticio. La gente pobre no tiene tiempo para ataques de pánico, tienen pánico verdadero. A veces confundimos los pequeños dramas burgueses y creemos que son los de toda la humanidad. Y no".
La calle
Así como "billetera mata galán";, le preguntamos a Alejandro si la calle mata al intelectual. "La calle mata al intelectual en los medios, y cualquiera mata al intelectual en los medios"; contestó Dolina. "El tipo que es hábil en retruques como hacer rimas con el apellido, en los medios, le gana al intelectual, al tipo que ha perdido (o ganado) su vida estudiando las complejidades de la ciencia, el arte o la filosofía. Ese tipo es menospreciado";
"En la moral mediática un tipo que viene de la calle y vende autos usados es moralmente superior a un tipo que ha formado su inteligencia"; sentenció el conductor. "Incluso las personas más populares de los medios, y estoy hablando de la Argentina, son ellos mismos personajes que desde la calle y su propia insolvencia han ido escalando y se han instalado, son mentores ideológicos de la sociedad. Y ese mentorazgo es ejercido con la mayor vulgaridad";.
"Yo no postulo que vengamos integrantes de un cenáculo filosófico a copar la radio y hablar de Pirrón de Elis. ¿A quién le puede importar eso?"; se atajó Dolina. "No es eso. Es tratar de buscar lo que de extraño tiene el mundo, tener curiosidad, humildad ante el que sabe más";.
Para el argentino, la situación actual de los medios "no es el triunfo del vulgo, de la gente común, porque eso es sencillo, humilde, benevolente. Esta es una vulgaridad revestida de soberbia. La soberbia de los mediocres";.
Charlie Hebdo
"La verdad es que creer que esto es un ataque a la libertad de expresión es un gesto de lechuguinos. ¡Qué liberad de expresión y qué ocho cuartos! Este es un ataque a la dignidad y la vida humana, que es mucho más importante que la libertad de expresión"; opinó Dolina. "Especialmente si creemos que la flor más preciada de la libertad de expresión es un gil que hace caricaturas de Mahoma. Si ese es el bien supremo a preservar yo se los regalo. Yo podría vivir en un mundo sin caricaturas de Mahoma, pero no puedo vivir en un mundo en donde la vida humana vale menos que un pucho de tabaco negro";.
El caso de Charlie Hebdo le presenta algunas preguntas a Dolina. "Por ejemplo, ¿cuál es el alcance de lo sagrado? Yo contaba el otro día que los hinchas del (Club) Deportivo Morón tenían la siguiente costumbre: ponían una bandera del equipo en la puerta donde entraban los hinchas visitantes y al que la pisaba lo fajaban. Establecían un territorio de sagrado y al que lo vulneraba lo acusaban de sacrilegio y le daban su merecido. Algunos tipos pisaban a propósito la bandera y otros elegían no pisar";. "Es un asunto difícil establecer normas de convivencia con comunidades cuyos territorios sagrados no coinciden"; reflexionó.
Política
Le consultamos a Dolina cómo veía la actualidad del periodismo y la política en Argentina, y si le parecía que esos conflictos mediáticos que se dan entre el gobierno y ciertos periodistas eran algo pasajero. "Espero que sí, porque esa no es forma de hacer política ni periodismo"; contestó.
"En mi fuero íntimo apoyo el proceso, en el sentido en que políticamente soy partidario de los gobiernos que intervienen. No soy liberal: prefiero un estado interventor y presente. Y punto. Pero hacer un circo de todo eso me parece que le hace mucho daño a la política, al periodismo y la inteligencia";.
En algunos casos, algunos postulan que el problema es que ha bajado el nivel de los políticos. Que son corruptos o que no están formados. "Las veces que se ha creído eso son las veces en que la institucionalidad de Argentina fue interrumpida"; advirtió Dolina. "El discurso de los militares era ese: tenemos una clase política que no sirve, que no está formada, entonces vamos a hacernos cargo del poder. Yo no creo que la clase política argentina sea peor que la de ningún otro país";.
"La política no es la sumatoria de las virtudes individuales de los políticos"; razonó el conductor. "No es lo mismo un político que defiende a las corporaciones que uno que defiende a los desposeídos. Son cosas diferentes, no existe, o no debería existir, la política considera como una profesión, luego decir que son ineptos para ejercerla y afirmar que por eso el país marcha como marcha. No es verdad";.
"Nuestros problemas son hijos de problemas globales, cuestiones de dominación, que tienen que ver más con las corporaciones, quizá, que con el pobre tipo que a lo mejor es militante del Partido Socialista de andá saber dónde y no tiene intenciones de dominar al mundo, lo ponen de intendente de un lugar, se olvida de las cosas, se afana una heladera.. El mundo no anda mal por eso";.