Ahunchain advirtió que, si bien se habla de que hay una tendencia a la disminución del hábito de la lectura –en detrimento de la imagen y del audiovisual–, los jóvenes leen libros de 500 páginas, sin ningún problema. A pesar del "vínculo entrañable con el libro";, según él, actualmente, se están enlazando los conocimientos de una manera diferente a la profundidad de la página impresa. Igualmente, también "aporta a la riqueza intelectual y al sentido crítico";.

"La lectura nos salvará o no nos salvaremos";, manifestó Fernando Rius –semiólogo y profesor universitario–. Detalló que "ha habido una especie de migración hacia otros formatos y modalidades de lectura"; y que, el libro tradicional, por su carácter lineal, "no es suficiente para representar la actual complejidad del mundo". Por eso, hizo hincapié en la complementación multimedia.

Según Pedro Peña –escritor y profesor de Literatura–, hoy en día, parece ser que la principal mercancía es el tiempo de las personas. "Cuando se mercantiliza el tiempo, se mercantilizan las opciones que las personas tienen que tomar";, señaló. Además, agregó que "la lectura es una  experiencia que transcurre en el tiempo"; y que las cabezas actuales están "formateadas para que los impulsos, que trascurren el tiempo, sean cortos, intensos, y busquen de inmediato un nuevo estímulo";.