Idas y vueltas

Unos vuelven y otros se quedan fuera

En este carnaval 2016, como suele suceder, se mezclan los conjuntos que regresan con los que no salen, pero acaso desde dentro y desde fuera se generen coincidencias respecto a la actual forma de hacer carnaval.

Regresa Queso Magro, nacida de talleres de murga de Pitufo Lombardo y que desde 2013 estaba fuera, con dos carnavales mirando desde la grada

"Habia muchas ganas", dice sin dudarlo Diego Waisrub, protagonista de la murga desde letras y diálogos.

"Sabíamos que no íbamos a estar en 2014 ya cuando salimos en 2013, y después se fue postergando por temas de familia y trabajo, pero había muchas ganas de volver", agregó.

"Para nosotros es un momento de compartir con amigos que nos vemos poco el resto del tiempo, pero mis amigos están en la murga", agrega Diego.

Volver implica en el caso de Queso Magro haber dejado pasar el tiempo, pero no dejar de ser lo que les representa en su esencia.

"Uno trata de ser fiel a lo que ya ha hecho, pero es verdad que los años van pasando y las cosas que uno siente no son las mismas. Mantenemos la historia, la estética al escribir, al elegir las músicas porque hay un estilo marcado y somos recontra fieles a eso", explica.

En Queso Magro "el humor no puede faltar. Aunque por momentos seamos más serios, pero no todo el espectáculo porque no sería creíble si fuera reflexivo. Mantener eso es una responsabilidad porque te están midiendo y comparando", afirma.

Medir y comparar es un lugar común en el carnaval, y acaso el peor de todos los momentos que se puedan pasar dentro de la fiesta.

"Estar por fuera de carnaval te hace ver que el concurso es una cagada de verdad. Que está bueno no preocuparse por los rubros. Nunca haríamos un espectáculo en base a los rubros. No hacemos nada porque lo pida el reglamento para sumar un punto más".

En la otra acera está A Contramano, la única murga que nunca faltó al a liguilla en su cuarto de siglo de vida.

Sin embargo, no estará en el carnaval 2016.

Gustavo Cabrera, su director dice que esta ausencia es multicausal.

"El carnaval fue mutando hacia un lugar que no me gusta. Nosotros somos un proyecto artístico autosustentable y mi mayor argumento para armar la barra era crear sociedades creativas y artísticas. Carnaval fue mutando y cuando la seducción no es artística y prevalecen las ofertas económicas, ya no me interesa. Ya no estamos cómodos".

Cabrera afirma que "sin vínculos afectivos no estoy cómodo, no funciono con te pago y veni conmigo y no estoy dispuesto a hacerlo".

Por otra parte asegura que "el teatro de Verano se convirtió en un lugar muy contaminado donde ya era un suplicio ir a concursar. El Uruguay con poder adquisitivo trajo gente al canraval que se cree que es crítico porque tiene plata para comprar un abono. En A Contramano no queremos soportar cosas que no tenemos por qué soportar".