Agarrate Catalina no estará en el carnaval 2016, como no estuvo en el anterior, pero ha generado un espectáculo tan carnavalero, sin reglas de concurso, que generó el regreso del a discusión de cuánto hay de libertad en el carnaval oficial y cuánto debe quebrarse.

Luego de presentar Un día de Julio, un espectáculo de dos horas, que contiene todo lo que debe tener un espectáculo de murga, pero sin ceñirse a las reglas, incluyendo más tiempo, otros instrumentos y pantalla gigante que interacciona con el espectáculo, el Teatro de Verano quedó tan colmado de gente como de sanas preguntas.

"Para nosotros fue un ejercicio de libertad volver a actuar en el Teatro de Verano", dijo Yamandú Cardozo apenas terminada la actuación.

"Fue una aventura increíble que sucedió en el patio de tu casa", añadió.

"Confirmamos que la libertad que buscamos estaba a la vuelta de la esquina. Seguramente sentí la felicidad más grande que he vivido sobre un escenario justamente en el lugar donde siempre debí vivirla. En el patio de mi casa, que es Teatro de Verano", agregó.

"De este lugar llevamos la construcción mental del carnaval, pero además cosas tangibles y reales que son la vida de la Catalina. Las cenizas del Manzana, nuestro padre amigo y consejero, están depositadas ahí. Nos pasaron muchas cosas estando ahí, y queríamos volver con mucho orgullo a ese lugar pero sin soberbia y nada que demostrar. Solo a compartir y demostrar, en el lugar más lindo en el que hemos estado", finalizó.

Una interesante vivencia para quienes no están pero han estado construyendo buena parte de la última historia carnavalera, con la siempre interesante discusión a cuestas de cuánto tiene de competencia y cuanto de demostración el concurso.