Barreiro es el fotógrafo oficial del Ballet Nacional del Sodre (BNS) y contó que su trabajo en este proyecto fue su puerta de entrada a la compañía. Contó que haciendo un trabajo, se encontró fotografiando ballet y le interesó mucho ese mundo. Comenzó a investigar cuál era el vínculo entre la fotografía y el ballet en Uruguay. Su trabajo con el BNS consiste en fotografiar ensayos, backstage y a los bailarines en acción.

"Es una intervención urbana que mescla a la producción fotográfica con la espontaneidad de la fotografía documental";, dijo Barreiro al explicar qué es Pueblo Ballet agregando que va de la mano con la idea de popularizar a un arte que "siempre estuvo en una caja de cristal";.

El fotógrafo contó que al principio le fue difícil poner en marcha el proyecto. Primero por problemas burocráticos y luego porque los bailarines no se convencían de la idea. "El bailarín es muy celoso de su imagen porque la disciplina así lo requiere";, dijo para justificar que no le fue fácil conseguir el sí por parte de los protagonistas. Pero luego, la confianza se apoderó de la relación y el trabajo fluyó mejor.

El trabajo le llevó un total de cuatro años. Dos años solamente la producción de las 35 imágenes con 27 bailarines.

Barreiro contó que, si bien al principio le comentaba a la gente que iban a ser fotografiados, era necesario captar las sorpresas de encontrarse con un bailarín de ballet en la calle. "La caras era de asombro y de indiferencia, a tal punto que se corrían para no ser fotografiados";, dijo. La espontaneidad lo llevó a no prever nada, ni locación ni situaciones.

"La idea no es mostrar a Montevideo en su paisaje sino en su gente y en su idiosincrasia";, dijo al ser consultado sobre los lugares que se utilizaron para las fotografías.     

El libro de Pueblo Ballet ya está a la venta y tiene un precio de $1.200, mientras que la exposición se puede visitar en la Fotogalería Ciudad Vieja (junto al Mercado del Puerto) durante las 24 horas hasta el 20 de enero.