LEYENDA DE LA MÚSICA

Prince en el Uruguay de los '80s

Prince en el Uruguay de los '80s
EFE

El periodista Alejandro Espina recuerda lo que significó la música del Prince en aquel Uruguay de los años ochenta. La muerte del cantante a los 57 años supone el fin de un genio incontenible y una figura indispensable de la música negra y el pop.

Por Alejandro Espina, especial para Espectador.com

Ayer me pasé toda la tarde escuchando a Prince. Hacía años que no le prestaba tal dedicación. Me concentré en escuchar su último disco "HITNRUN Phase Two" y bajé dos de sus canciones "Baltimore" y "Rocknroll Loveaffair". Esas cosas extrañas que trae el destino. Hoy mi amigo José Frugoni (editor de Espectador.com) me informó de la muerte de Prince y me pidió que escribiera algo para el portal.

En la década de 1980 me apasionaba la música de Prince de tal forma que me propuse difundir su obra radicalmente en los medios donde yo trabajaba. Tanto como director del suplemento Día Pop, del diario El Día, como en mis dos programas radiales de Eldorado FM: "Otras Voces" y "Esto que yo llamo música".

Prince era un artista más discutido que admirado en el Uruguay de 1986, 1987 y 1988. Las excentricidades estéticas del músico hacían que algunos denostaran de sus cualidades artísticas.  

Yo trataba de evangelizar a mis amigos y colegas con la música de Prince. "El solo de guitarra de 'Purple Rain' debe ser uno de los mejores en la historia", repetía una y otra vez. "Todo lo que tiene que ver con el rock está allí", les decía.

Cuando Miguel Mateos vino por primera vez a Montevideo, tuve una conversación con el músico argentino la noche anterior a su concierto en el Cilindro, fue en la discoteca New York. Allí me habló admirado de Prince y en especial de la canción "Conditions of the Heart". Yo no podía creer que estaba coincidiendo en gustos estéticos con este popero marketinero a quien tanto había criticado, mientras que con otros músicos uruguayos que admiraba les tenía que explicar quién era Prince.

Una vez invité a casa a mi amigo Carlos Dumpiérrez, quien fue el artífice de Eldorado FM, la primera radio de cultura rock de Uruguay. Carlos fue un maestro para mí. Me develó los mejores secretos del rock.

Lo invité a ver el filme "Purple Rain" en VHS y en mi primera tv color, un regalo recién recibido de mis padres, contemplamos la película dos veces. Carlos, quien más que dudar de la calidad de Prince, me retaba constantemente a darle argumentos de su valor artístico, me reconoció esa madrugada, por primera vez, que Prince era un genio.

A principios de 1987, en una noche hermosa de verano, de esas en que uno siente la maravilla de estar vivo, salí de los estudios de Eldorado FM en la calle Maldonado y me encontré con Jaime Roos en la parrillada que había enfrente.

Compartimos varios tintos y rosados y hablamos de música, claro está. Recuerdo particularmente ese momento pues Jaime –quien es una enciclopedia musical caminante– respaldó mi devoción por Prince. Raro. El músico uruguayo que más informado estaba de lo que pasaba en el mundo en cuanto a rock, en ese momento era cuestionado por algunos críticos locales que decían que lo suyo no era rock.

En fin, mientras en la aldea se discutía a Prince, Miles Davies lo invitaba a tocar con él.

"Hay músicas que llegan muy adentro, que tocan lugares muy profundamente, que llegan donde otras cosas no llegan", me dijo Jaime. Eso sentía yo con la música de Prince.

En el año 1991 pude finalmente ver a Prince en vivo. Fue en Buenos Aires, en el Monumental de Nuñez. El estadio no estaba lleno pues si bien Prince tenía una legión de fanáticos radicales, no daban para agotar las entradas de un estadio con las dimensiones como el de River.

El concierto fue breve. Apenas algo más de una hora. Fue como un gran videoclip en donde Prince tocó un repertorio de éxitos. Debo reconocerlo, quedé algo decepcionado.

En los años 1990 Prince cambió su nombre por un signo impronunciable y editó muchísimo material.  Demasiado. La obra se volvió despareja. Luego volvió a llamarse Prince. De lo último realizado destaco "1000 X’s & O’s".

Si me piden que recomiende una canción de Prince, sigo insistiendo con "Purple Rain". Allí está todo: blues, balada, rock, soul. Quienes no han profundizado en su obra les recomiendo poner esta canción en YouTube y después seguir navegando y maravillándose con lo que les pueda aparecer. Es lo que hago yo para descubrir músicos como Prince. Un artista irrepetible.