Inteligencia militar espió (¿espía?) en democracia
El periodista Samuel Blixen revela hoy en Brecha una serie de documentos que prueban que inteligencia del ejército espió en democracia a dirigentes políticos, sindicatos, medios de prensa y organizaciones sociales.
El informe revela la existencia de una enorme red de informantes civiles, o soplones, que en la mayoría de los casos cobraban por sus servicios.
"El Departamento III mantenía una estricta compartimentación y un sistema de claves: el agente era designado con un número, pero en la transcripción de las entrevistas en ocasiones se lo identificaba con un seudónimo";, dice Blixen. Agrega que "pese a los rigurosos criterios de compartimentación, en muchos casos el registro de la relación entre agente y manipulador dejaba al descubierto pistas para la identificación del espía.
Así ocurría con un "agente"; que sacaba información de la Corte Electoral en el período de verificación de firmas para el plebiscito, atendiendo a los pedidos sobre nombres y direcciones; en la transcripción de los informes se indican los horarios y la ex-tensión telefónica para contactarlo. Un fotógrafo que durante dos años espió los movimientos, escuchó conversaciones en Mate Amargo, el quincenario del Mln, y entregó fotografías de actos y manifestaciones ("que no saque panorámicas";, indicó a mano el supervisor), aportó tanta información sobre personas, colegas y actividades, que su identificación sería tarea fácil";.
Los soplones cobraban cifras importantes para la época. "Los manipuladores también están dispuestos a resolver, en alguna medida, los problemas económicos de los informantes, pero en todos los casos la entrega de dinero –se indica expresamente– es a cambio de resultados. Los "sueldos"; que aportan, y que quedan estampados en los formularios, varían según la intensidad de la actividad o la calidad de la información: en un encuentro se entregan 3 mil pesos (a moneda corriente de 1987), en otro se pagan 10 mil pesos, y a un informante se le pide un estimativo de cuánto necesita para vivir y a la vez realizar las tareas, ¿70 mil, 90 mil pesos? Al agente 35, por ejemplo, se le pagaron 10 mil pesos en enero de 1987 por la información que trasmitió sobre las reuniones del Secretariado del Pit-Cnt";.
En una segunda nota, Blixen también explica cómo inteligencia militar infiltró al Partido Nacional inmediatamente después de aprobada la ley de Caducidad y durante todo el tiempo previo al plebiscito por el voto verde. Pero el informe del prestigioso colega revela cuánto falta investigar no sólo sobre el período posterior a la dictadura, sino sobre lo que ocurrió en la misma o cómo se llegó a ella. Porque al fin y al cabo todo fue un trabajo de Inteligencia.
La columna de Carlos Peláez