Waters: "Solamente el nombre no te llevará muy lejos"
El dúo formado por Harry Waters y Larry John McNally se presentará en La Trastienda y aprovechamos la oportunidad para charlar con ellos. Las ventajas y las desventajas de ser el hijo de un Pink Floyd, cómo cambió la música desde la década de los '80, la decadencia del concepto del álbum y la oportunidad de tocar "The Wall" en la frontera entre México y Estados Unidos son algunos de los temas de los que charlamos con el dúo.
Ser hijo de Roger Waters
Cambios en la música desde 1980
Primeras composiciones
Legado de Pink Floyd
Música y política
"The Wall" en la frontera con México
Por Rodrigo Guerra.
Recién llegados de Buenos Aires, me encuentro con Larry John McNally (Estados Unidos) y Harry Waters (Inglaterra) en el hotel Radisson. Con casi dos metros de altura, lentes y pelo engominado, McNally me saluda y trata de hablar un poco de español pero su acento estadounidense se lo impide. Por otra parte Waters, con su acento británico, una barba rubia que le llega hasta el pecho y un sombrero de vaquero me da la bienvenida y me invita al bar del hotel para dar comienzo a la entrevista.
Larry McNally, que lanzó su primer álbum en 1981, es mayormente conocido por haber escrito canciones para Rod Stewart ("The Motown Song";), The Eagles ("I Love To Watch A Woman Dance";), Bonnie Raitt ("Nobody’s Girl"), entre otros. El músico define su estilo como "folk-hendrix"; ("una marca formada por letras literarias y un sonido de guitarra que mezcla blues, folk y jazz";) y afirma que sus influencias van desde Buddy Holly a Allen Toussaint.
Harry Waters, hijo del bajista de Pink Floyd, Roger Waters, dejó su marca en el famoso disco conceptual "The Wall"; (publicado por el grupo de su padre en 1979) donde a los 3 años dijo la frase "Look mummy there’s an airplane up in the sky"; ("Mira mami, hay un avión en el cielo";) en la canción "Goodbye Blue Sky";. Años más tarde formó parte de la gira de "The Wall"; con su padre desarrollando su trabajo como director musical de la formación. Waters, que se dedica mayormente al piano, dice que empezó tocando en una banda tributo a Led Zeppelin y Grateful Dead para luego crear su propio grupo de jazz, The Harry Waters Band, mientras estaba de gira con el grupo de su padre.
Entre la música que sale por los parlantes de la radio del bar, y un piano tocado por dos adolescentes que tratan de imitar a las canciones de Adele, hacemos un gran esfuerzo para escucharnos y comenzamos a hablar de la cultura uruguaya. Tras improvisar una rápida definición de candombe y murga damos por empezada la entrevista.
¿Cómo se conocieron?
McNally: Nos conocimos en una fiesta donde un amigo en común estaba tocando un órgano de iglesia digital. Yo estaba escuchando y en un momento dije que lo que realmente prefería era el órgano Hammond, entonces mi amigo tomó mi mano y me presentó a Harry. Yo no sabía quién era ni conocía su música pero me interesé en lo que hacía, así que decidimos juntarnos a escribir algunas canciones.
Luego nos empezamos a juntar cada semana y de a poco algo cool comenzó a surgir. En ese momento dijimos: "empecemos a dar recitales";. Sonaba tan bien que le dije ‘hagamos esto bien y empecemos a escribir canciones que sean realmente buenas: tomémonos nuestro tiempo, busquemos otros músicos y hagamos algo realmente bueno’.
Harry, ¿podrías decir que existen ventajas y desventajas de ser hijo de un Pink Floyd?
Sí, estoy seguro de que hay ventajas y desventajas. Por un lado tener un nombre semi-famoso te ayuda a poner un pie en la puerta, pero tenés que ser bueno y tener un buen material para mantenerte en el "lugar"; porque solamente el nombre no te llevará muy lejos. Por otra parte creo que mi música no tiene nada que ver con Pink Floyd, y no lo veo como una desventaja porque nadie tendrá la oportunidad de compararlas, es algo totalmente diferente.
Larry, publicaste tu primer álbum en 1981. ¿Cómo ha cambiado la música desde entonces?
McNally: Una de las buenas noticias con respecto al presente es que cuando estábamos haciendo música teníamos que estar detrás de las discográficas para que nos contraten. Eso significaba que no terminabas haciendo la música que querías. Ahora podés hacer lo que pase por tu cabeza y publicarlo instantáneamente; creo que en ese aspecto estamos mejor: podés hacer tu propia música y que esté al alcance de todo el mundo instantáneamente. La mala noticia es que antes podías hacer mucho dinero, eso ya casi no ocurre, pero bueno, esa no es mi mayor motivación en este momento.
¿En qué momento comenzaron a escribir canciones?
Waters: Yo escribo desde siempre, me refiero a que todos los músicos siempre están escribiendo algo. Yo nunca escribí letras, en realidad con Mcnally fue la primera vez que me animé a escribir letras, pero escribí toneladas de música a lo largo de los años. Todos los músicos escriben todo el tiempo.
Mcnally: Mi mayor influencia fue Allen Toussaint, quería ser como él porque cantaba sus canciones y a la vez tenía otras personas que cantaban sus temas. Cuando tenía 16 años y dejé mi casa inmediatamente fui a nueva Orleans, toqué su puerta y le di algunas de mis canciones que nunca habían sido grabadas en un estudio. Imagina la emoción que fue para mí.
Varias veces la gente me dice: "Lamento mucho que otras personas canten tus canciones porque son más famosos que vos";, pero en realidad para mí es un gran honor que gente como Chaka Khan, Bonnie Raitt, Rod Stewart, The Eagles y Mavis Staples graben mis canciones. No me hace sentir que no puedo cantar, todo lo contrario: hago mi propia versión y me hace sentir parte de una gran comunidad de músicos.
¿Están de acuerdo con la idea de que la música se tiene que involucrar en la política?
Waters: Creo que si querés hacer música política está bien, no veo ningún problema con eso pero si no lo querés hacer también está bien.
Mcnally: No me gusta cuando se mezcla música y política porque es un tema extremadamente complejo y la razón es que hay dos puntos de vista y eso cambia todo el tiempo. Además la mayoría de mis ideas políticas son radicales y no creo que a la gente le guste eso.
Harry, se comenta que tu padre estaría dispuesto a tocar "The Wall"; en la frontera que separa México con Estados Unidos. En caso de que se llevara a cabo ¿estarías dispuesto a participar del recital?
Waters: Sí claro, estaría buenísimo. Realmente lo haría.
¿Cómo ves la situación política de EEUU?
Waters: Es un poco atemorizante, creo que EEUU tiene muchos problemas y que los próximos cuatro años serán algo así como un desastre.
Concepto de disco en la era del streaming
En un momento de la entrevista hablamos sobre el concepto del álbum y cómo la llegada de las plataformas de streaming (como Spotify y Google Music) cambiaron la forma de en que se consume música. McNally recordó que ya se acostumbró a escuchar playlists pero que hace un tiempo volvió a comprar vinilos y quedó impactado con el concepto de álbum. "Tenés la cara A y estás obligado a escuchar la música en el orden en que fue pensado";, dijo. Por su parte, Waters habló sobre el concepto de álbum refiriéndose sobre la música de Led Zeppelin: "Ponías un disco de la banda, lo escuchabas completo y quedabas impactado. Eso se está perdiendo";.
Mcnally habló directamente sobre Pink Floyd para ejemplificar lo que es el concepto de disco: "Una de las mejores cosas de Pink Floyd es que no grababan una serie de hits uno atrás de otro, como The Hollies. Sus álbumes eran algo para concentrarse. Ellos grababan una canción de 10 minutos y luego volvían al tema principal para desarrollar la idea de que los discos no tenían que ser un hit tras otro. Esa es la belleza del álbum: poder meter a la gente en una especie de película. Por eso la gente sigue comprando sus discos, es una historia que te lleva a determinado lugar. Espero que esa idea vuelva en algún momento a las manos indicadas";.