Volvió La Trampa
Luego de ocho años de su separación de los escenarios, La Trampa retornó a las tablas del Teatro de Verano con cinco shows y entradas agotadas. La banda uruguaya volvió con su estilo y el resultado fue óptimo: La Trampa nunca se fue.
Por Manuel Jarovisky
20 mil personas asistirán a lo que podría ser el esperado regreso de la banda.
30 canciones conforman el 'setlist' en un show que dura aproximadamente tres horas y que repasa sus casi 20 años de carrera. Durante el toque recorren temas con su sello característico; "Muerte serena, Luna de marzo, Yo sé quien soy o Caída libre", hasta sus dos canciones nuevas como "El retador y Hoy vengo a ver", que también se corearon con fuerza desde la tribuna del mítico Ramón Collazo.
En uno de los intervalos, Spuntone le dedicó el show (el del sábado) a los seguidores de la banda, que prefirió no definirlos como fanáticos, sino como "amigos" y "compañeros".
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— Manuel Jarovisky (@Manajaro) 26 de marzo de 2017
El ansiado retorno se hacía notar por ese público joven-viejo que cumplió con creces con la banda acompañando en todas las canciones, tanto las clásicas conocidas como las otras.
Sonaron como si el paso del tiempo no los afectara (solo en la apariencia), como si la banda nunca hubiese dejado de tocar. Reflotaron clásicos del cancionero uruguayo, esos que uno escucha, se activan en la memoria y te trasladan.
Alejandro Spuntone (voz), Garo Arakelian (guitarra), Carlos Ráfols (bajo) e Irvin Carballo (batería) demostraron que la banda está intacta. Además fueron acompañados en varios temas por el guitarrista Santiago Peralta.
El único invitado fue el miembro fundador de la banda, Sergio Schellemberg, que volvió al teclado en tres canciones.
La Trampa demostró que su música no quedó estancada en aquel rock nacional del año 2000, enmarcado por el paradigma del cambio de siglo y la crisis económica.
El fenómeno del regreso de la banda hizo que su "Colección Histórica", editado por Bizarro Records en diciembre del año pasado, lograra el Disco Platino, con cuatro mil copias vendidas.
Si alguien se puede jactar de que los años no le han pasado, esa es La Trampa, una marca registrada del rock uruguayo.