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La etiqueta feminista y dos series de televisión

La etiqueta feminista y dos series de televisión

Una serie recomendada (The Handmaid's Tale) y otra prescindible (Girlboss) nos llevan a la cuestión: ¿Es útil etiquetar ficciones? ¿Sirven para tomarlas simbólicamente como referencia? ¿Es relevante la postura de quienes interpretan los personajes?

The Handmaid’s Tale está basada en una novela homónima de Margaret Atwood. En un futuro distópico, Estados Unidos se transformó en Gilead, un totalitarismo teocrático en el que la Biblia se retacea para conveniencia de los nuevos líderes. Persecuciones y deportaciones mediante, las mujeres fértiles (una minoría, obsequio del deterioro del medioambiente) son obligadas a ser esclavas reproductivas de los señores feudales afines al régimen, cuyas esposas son infértiles.

"No puse nada en el libro que no hubiera pasado en algún momento, en algún lugar";, dice la autora hoy y habla de la década de 1980, cuando se publicó.

La serie televisiva de Hulu hace honor al libro desde el punto de vista narrativo, y visualmente es impactante. Sin embargo, se generó controversia a partir de las declaraciones de sus protagonistas (aquí están en inglés).

Elisabeth Moss es la protagonista y productora ejecutiva. Hace un trabajo impecable. Pero se la cuestiona por sus dichos, ella en particular dijo que no era una historia feminista, era humana. Moss pertenece desde que nació a la Cientología (sí, el culto de Tom Cruise), ¿por qué pedirle que justifique su trabajo desde el punto de vista personal?

Aquí (en inglés), la autora Margaret Atwood habla sobre si su libro es feminista y otros temas.

The Handmaid’s Tale
Serie de Hulu
Protagonistas: Elisabeth Moss (Mad Men), Alexis Bledel (Gilmore Girls), Joseph Fiennes (Shakespeare apasionado), Samira Wiley (Orange is the New Black).

Girlboss es una serie de Netflix basada en la autobiografía de Sophia Amoruso, #Girlboss. Ella es la reina del e-commerce cool. Comenzó su empresa Nasty Gal vendiendo por eBay prendas vintage a precios caros que compraba por pocos dólares.

La serie está producida por la propia Amoruso y Charlize Theron y es una oda al empoderamiento femenino a partir de ser la propia jefa. El personaje central es malcriado y egoísta, la serie es aburrida y torpe desde el punto de vista audiovisual, y no da cuenta del final del camino de Nasty Gal: Amoruso salió de CEO de su propia empresa para dedicarse a su libro y a su vida social como influencer. En diciembre de 2016, Nasty Gal se declaró en bancarrota y ha tenido juicios de exempleadas que alegan, entre otras cosas, haber sido echadas por quedar embarazadas.

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