Música contra el muro de Trump
La Orquesta Sinfónica de Dresde conmovió a México con su protesta musical en Tijuana contra la construcción de un muro. Al otro lado de la frontera, varias personas trataron de boicotear el concierto.
Al inicio del concierto "Tear Down This Wall", un sonido de sirenas de ambulancias retumba a través de potentes bocinas, causando sobresalto y dando un toque dramático al momento. Los espectadores reaccionan confundidos sin saber si aquello es parte del programa. Periodistas y curiosos pegan sus cámaras y celulares entre los barrotes de la muralla de acero para registrar lo que sucede del otro lado, de donde proviene ese angustioso ruido.
Es un espectáculo singular ver a un puñado de personas, no más de ocho, plantadas mirando hacia el lado mexicano con pancartas en las que puede leerse: "¡Presidente Trump, construya el muro!", mientras hacen ondear enormes banderas con las barras y estrellas. El incesante ruido de sirenas es parte del intento de esas personas de boicotear el concierto de más de cinco horas de duración.
El cofundador y director musical de la Orquesta Sinfónica de Dresde, Markus Rindt, reacciona sorprendido. Tampoco él supo en un primer momento qué sucedía, pero una vez constatado que era una protesta contra su protesta se muestra resignado: "Hay que respetar las diferencias de opinión, pero, sin duda, somos muchos más los que estamos de este lado, los que queremos crear un puente musical a favor de la libertad y el entendimiento de los pueblos";, dice el director de orquesta alemán.
Singular protesta musical
En el llamado Parque del Mar, situado a un lado de la playa donde los barrotes de acero se hunden en el mar, llegaron periodistas de todo el mundo atraídos por la singular protesta contra el proyecto más controvertido de Trump. Su anunciada intención de construir un gran muro a lo largo de la frontera de más de 3.000 kilómetros de largo entre Estados Unidos y México ha indignado a sus vecinos del sur. Los estadounidenses mismos ponen en duda la viabilidad de un proyecto cuyo costo estimado oscila en torno a los 20.000 millones de dólares. "No tiene recursos para hacerlo";, dice un ciudadano estadounidense residente en Tijuana que llegó a presenciar el concierto.
"¿Para qué sirve el muro?";, se pregunta Rodrigo Soto Aguilera, proveniente de Mexicali, que se enteró del concierto por el post de un amigo. Él mismo responde: "Para nada. Sólo sirve para que se rompan las relaciones humanas, porque se sigue pasando droga y todo lo que ellos quieren. Si quieren que pasen las fresas, pasan las fresas, la coca ya está allá, entonces ese muro es para los seres humanos. Los muros siempre cayeron y que venga alguien de Alemania a decirlo es muy significativo";, dice.
Inicialmente Markus Rindt, que contó con el apoyo de Amnistía Internacional, quería llevar a cabo el concierto en ambos lados de la frontera. Un grupo de músicos estadounidenses, no más de veinte, estaba listo para hacerlo. Pero después de un largo trámite, las autoridades estadounidenses acabaron negando el permiso, argumentando algo inverosímil: que la zona era protegida para distintas especies de aves. Una mentira descarada a la luz de las sirenas a todo volumen el día del concierto mismo. Pese a la negativa y a las contraprotestas, el concierto atrajo a mucha gente de todas las capas sociales de la región y fue un éxito rotundo.
Una región que comparte una economía
Isidro Salva Ventura, originario de Oaxaca y residente en Tijuana, llegó con su hijo Ángel, de 14 años, que estudia la trompeta desde hace tres. "Me parece algo magnífico que traigan este tipo de eventos. Protestar en paz y de manera creativa, con instrumentos y notas musicales es el mejor argumento contra un presidente que quiere construir un muro más grande, que en nada beneficia a nuestra gente y nuestro país. Sobre todo a una región que comparte una economía";.
El concierto fue financiado a través de una colecta en Kickstarter.com, en la que se comprometieron unas 350 personas con donativos de muy diversos montos. Entre los superlativos musicales figuró el estreno de una obra del compositor alemán Wieland Reissmann, la balada "Beyond"; (Más allá), así como la improvisación de Harald Thiemann "The Big, The Bug, The Cricket & the Quack (El grande, el bicho, el chapulín y el graznido), en donde la reja y el muro fronterizos se convirtieron en instrumentos de percusión y atrajeron seguramente la curiosidad de los manifestantes del otro lado porque callaron en ese momento sus sirenas.
Se escucharon piezas de Jazz, obras de Frank Zappa y Carlos Santana. Entre los músicos invitados figuran la Sinfónica Juvenil de Tijuana, el grupo Tijuana NO!, la cantante de pop Ceci Bastida, la compositora y cantante maya de origen guatemalteco Sara Curruchich, así como la cantante de jazz Coral Mac Farland.
Mural de dos kilómetros de largo
Markus Rindt extendió la invitación a músicos y artistas a sumarse a la iniciativa a lo largo de la frontera entre México y Estados Unidos. A ella se sumó el artista plástico Enrique Chiu, originario de Guadalajara. "Mi proyecto consiste en pintar un muro colectivo de dos kilómetros. Ya llevamos un kilómetro y medio, y han participado ya 1.500 personas de todo el mundo, que llegan cada fin de semana para pintar este mural gigantesco con motivos positivos";.
Luis Santoyo nació en Tijuana y ahora vive en San Diego. Trabaja como voluntario en sindicatos y organizaciones civiles. "Aunque hay gente que tiene miedo y que camina con más precaución, hay quienes se animan a manifestarse en las calles en contra de las políticas represivas y racistas del presidente Trump. Es una fortuna que la gente se dé cuenta de que algunos avances que hemos logrado como comunidades a través de los años, ahora están en peligro a causa de esta presidencia y de las políticas que está adoptando";.
El concierto de la Sinfónica de Dresde, que tradicionalmente vincula su programa musical con temas políticos sociales, ha dejado huella entre los asistentes. Han gozado la música, pero también se han ido a casa reflexivos.
Autora: Eva Usi desde Tijuana (MS)