La película intenta generar una "polémica en el buen sentido", dado que, según contó en una entrevista con Efe el escritor y director del filme, el rostro del prócer fue creado por un pintor y no tiene "demasiado que ver con lo que fue".

"Hay un cuadro que todo el mundo piensa que es real y en realidad es un invento de un artista que lo creó por ciertas circunstancias del momento", contó Rabuñal.

Ese artista fue Juan Manuel Blanes, conocido como "el pintor de la Patria" por ser quien ilustró los momentos históricos constitutivos de la Nación.

El cineasta señaló que le "llamó mucho la atención la relación que tenían las imágenes que él había hecho, como el cuadro de 'Los 33 orientales' o el de 'Artigas en la puerta de la Ciudadela', con lo que en Uruguay pensamos que fueron los héroes".

Rabuñal explicó que la película nació del interés en la pintura y el arte uruguayo y que encontró en la figura de Artigas, que está en "un montón de lugares" hoy en día, la forma de anclar este interés con el presente.

Luego de un proceso arduo de investigación, el realizador decidió hacer una serie de entrevistas con estudiosos del tema y fue con estos aportes que definió finalmente el enfoque del documental, admitiendo que "la idea original de lo que era la película fue cambiando" a lo largo del proceso.

"Como es mi primera película como director fue todo un aprendizaje", agregó Rabuñal.

El director indicó que uno de los momentos más disfrutables del rodaje fue la filmación de los distintos lugares en los que aparecía el cuadro del prócer o los actos patrios de conmemoración.

"Por un lado estaba la cuestión épica de Artigas nuestro héroe y por otro lado la gente con frío que no le daba mucha atención", manifestó.

Además, la película recoge la historia de un "fanático" de Artigas que en su afán por reconstruir el verdadero rostro del prócer contrató "al máximo exponente en el arte forense", un neoyorquino que trabaja para el FBI.

"Una de las cosas que yo buscaba con la película es que fuera lo más universal posible, que cualquiera que la vea la pudiera entender, porque al ser un tema muy local a mí me parecía que si lo entendían en cualquier lugar del mundo lo iban a entender todos en Uruguay", explicó Rabuñal.

El realizador contó que este objetivo fue logrado ya que la película se presentó en varios países del mundo y recibió muy buenas impresiones.

Según Rabuñal, la intención del documental es ver "cómo se construyó esta la idea que los uruguayos tienen de sí mismos, su 'identidad' y ver que 'efectivamente fue una construcción planificada por una gente'".

"Hoy podemos seguir pensando qué queremos ser en el futuro", indicó el joven cineasta uruguayo.

La realización del documental contó con un equipo de técnicos y productores uruguayos, un pequeño grupo en el que Rabuñal pudiera confiar artística y técnicamente y en el que hubiera "buena onda".

El proyecto se financió en un primer momento con el fondo de "ópera prima documental" del Instituto del Cine y Audiovisual del Uruguay (Icau), que ganaron en 2013 y en última instancia con el fondo de "Montevideo finaliza", de la Intendencia capitalina

El futuro cercano de la película ya está trazado: se emitirá en la televisión nacional al bajar de cartel, se presentará en salas culturales de todos los departamentos (provincias) del país y finalmente se subirá a una plataforma "a la carta"

"La idea es que la película se vea lo más posible. Por suerte pudimos ganar fondos para financiar toda la producción y entonces ahora lo que queremos es que se la vea la mayor cantidad de gente". EFE