Hubo quejas por la sobrerepresentación de Black Sabbath y Ozzy Osbourne; por el ninguneo al metal escandinavo; la exclusión de discos emblemáticos o la inclusión de bandas que no se ciñen al concepto de metal expuesto por la propia revista (Deep Purple y AC/DC, por ejemplo, quedaron afuera por ser Hard Rock).

Algunos pensaron que el disco debut de Metallica, por pionero, merecía estar unos puestos más arriba que el N° 35 que le asignaron. En 1983, la banda de Los Ángeles editaba Kill ´Em All, donde combinaron la velocidad de Motorhead con los arreglos intrincados de la Nueva Ola de Heavy Metal Británico. De aquella fusión nacía un nuevo género, quizás el más popular dentro del metal: el Trash.

El disco se iba a llamar originalmente Metal Up Your Ass, pero el encargado del sello le bajó el pulgar nombre por vulgar. Finalmente se decantaron por Kill 'Em All. De ahí sale uno de los clásicos del género: Seek & Destroy.