"Entonamos el himno con la mano con el corazón y a todo pulmón", comentó a Efe Gabriel, un chileno 54 años procedente de San Antonio, antes del inicio de las semifinales entre Chile y Portugal.

La forma de cantar el himno de los futbolistas y los aficionados chilenos tiene impresionados a los rusos, que no habían visto nada igual en su vida.

En cuanto le toca el turno a los chilenos, los once futbolistas de La Roja se escoran en dirección a su bandera, se llevan la mano al pecho y entonan el himno con una pasión desconocida en estos lares.

Le acompaña todo el estadio en un coro ensordecedor que acalla cualquier sonido ambiente, incluido el del propio himno grabado que suena por los altavoces.

Los periodistas chilenos también se levantan emocionados, algunos también con la mano en el pecho y sus colegas de otros países les emulan en señal de respeto y de admiración

En el partido con Alemania el himno teutón, que es conocido por su belleza y musicalidad, también fue entonado por los suyos, pero palideció ante la pasión chilena, no digamos en el caso de Australia o Camerún.

"Ya nos gustaría cantar a nosotros el himno con esa pasión", comentan los periodistas rusos con una envidia sana en sus ojos.

En sus partidos los rusos cantan el himno al unísono, pero más por obligación que como un ejercicio de patriotismo mancomunado como en el caso de los chilenos.

El entrenador, Juan Antonio Pizzi, y los jugadores no dejan de agradecer el esfuerzo a los miles de chilenos que se han desplazado a un país tan lejano como Rusia, esfuerzo económico que ronda en algunos casos los 3.000 dólares.EFE.