Oír con los ojos

Madame Bovary: leer, convertirse en otro.

Madame Bovary: leer, convertirse en otro.

A 160 años de su publicación, la gran novela francesa sigue sumando ediciones, traducciones, comentarios críticos y, sobre todo, lectores. Lucía Campanella la presentó para Oír con los ojos.

Madame Bovary

"Quel pauvre homme, quel pauvre homme!"; dice Emma Bovary de su marido, con desesperación. Lucía Campanella eligió ese fragmento de la adaptación cinematográfica de Claude Chabrol (1991), protagonizada por Isabelle Huppert, como punto de partida ilustrativo para presentar 'Madame Bovary. Costumbres de provincia', la obra maestra de Gustave Flaubert, publicada en 1857.

"Antes de casarse, había creído estar enamorada; pero la felicidad que hubiera debido resultar de ese amor no había llegado. Era necesario que se hubiera equivocado, pensaba, y Emma trataba de saber qué era lo que se entendía, en verdad, en la vida, por las palabras felicidad, pasión, embriaguez, que le habían parecido tan bellas en los libros";.

La cita corresponde al capítulo VII de la primera parte, e introduce uno de los grandes temas de la novela: la lectura. "Se trata de cómo la lectura intercepta el camino de aquellos que están destinados a un fin, y los hace desear otras cosas";, comenta Lucía Campanella, que a ese respecto estableció algunos matices críticos para distanciar a Emma de la habitual comparación con Don Quijote, desde una perspectiva tanto como literaria como histórica.

Emma lee, por ejemplo, "Paul et Virginie";, y muchos otros libros, cuyos protagonistas son "señores valientes como leones y mansos como corderos";, que crean el desajuste entre lecturas y realidad y que acaso definen su insatisfacción y su drama, por "la capacidad que tiene el hombre de concebirse diferente a lo que es";, según la definición del extendido concepto 'bovarismo', utilizado ya en 1865 por el filósofo Jules de Gautier, a partir de la novela de Flaubert. Por eso, dice Lucía Campanella, 'bovarismo' es otra forma de llamar a la lectura: que el lector permita que lo que lee influya en su realidad para hacerlo ser otro.

Son estas lecturas las que generan las ansias, "sensuales e ideales";, que llevan a Emma al consumismo y al aduterio, como formas de saciar sus apetitos y de llenar sus vacíos exsitenciales, en la combinación fatal que conduce al desenlace de la novela.

El argumento de 'Madame Bovary' es intencionalmente mínimo, llano, común. Lo son también sus personajes, y Lucía Campanella explicó por qué. Pero la novela está escrita con una maestría tal, de composición y de estilo, que supuso un acontecimiento extraordinario para la historia de las letras.

De ese quiebre histórico para la literatura y del juicio que Flaubert y su editor enfrentaron por la publicación de la novela, trató la parte final de esta presentación de 'Madame Bovary' para Oír con los ojos.