Rodríguez dijo que el protagonista de esta historia decidió secuestrar un escritor para que plasme su vida en una publicación, pero "por suerte no fue necesario" porque "a la media hora de estar conversando con él me di cuenta que había más de una historia para contar".

Canosa estuvo preso quince años en Uruguay, Argentina, Brasil y Suecia y se escapó en varias oportunidades. El entrevistado explicó que en "el ambiente de los bandidos, ser narcotraficante es el título mayor que uno puede obtener". Rodríguez mencionó que Canosa "se divertía entrando clandestinamente a Uruguay. Compraba abogados, testigos y policías".

"Su cocaína era de máxima calidad, y eso lo trasformó en un referente en el ambiente. (…) Tiene tanto conocimiento de la cocaína que le bastaba solamente con tocarlo para saber su calidad", aseguró el entrevistado. A esto, agregó que "era un hombre muy inteligente. Si se hubiera dedicado al mundo de los negocios, le hubiera ido muy bien".

Por otra parte, Rodríguez especificó que el principal motivo que llevó a este narcotraficante a contar su historia fue mostrar el cambio que hubo de los códigos dentro del mundo de la delincuencia, "tanto afuera, como dentro de la cárcel".

"En este ambiente, no hay documentos más que la palabra dada, y cuando esta se traiciona, el final es un ajuste de cuentas. En aquella época, había cierto respeto que ahora no se da", expresó el periodista.

"El libro tiene varias formas de leerlo. Primero, la propia historia del narcotraficante Manuel Canosa, mi intención fue tratar de llegar al espíritu y la mente de una persona que decide ingresar a este mundo, sin necesidad de hacerlo. Por otro lado, todo el submundo del narcotráfico, vinculado a la corrupción, la policía, el mundo que se mueve. Hay una lectura interesante del rol que juegan las mujeres que acompañan a los narcotraficantes", explicó Rodríguez.

Además, manifestó que "deja este mundo, al que se dedicó por más de cuarenta años, en aparte de por su edad, porque ya tiene más de setenta años, pero también porque se da cuenta que el mundo de la tecnología ha evolucionado demasiado para el tipo de trabajo que hacía él, que era artesanal".