Guigou: "El águila del Graf Spee no es un objeto inocente"
Para hablar sobre la propuesta del diputado nacionalista Jorge Gandini para que el Estado subaste el águila nazi del acorazado Graf Spee para obtener recursos para el Ministerio de Defensa, estuvieron en La Tertulia de La Mañana de El Espectador el empresario e investigador Alfredo Etchegaray ( quien fue uno de los integrantes del equipo encargado del rescatar la misma de las costas uruguayas) el antropólogo, artista plástico y docente Nicolás Guigou, y el comunicador, docente y director teatral Álvaro Ahunchain.
El águila es de bronce y mide 2,8 metros de largo por 2 metros de alto y pesa 350 kilos. Fue rescatada en 2006 del fondo de la costa uruguaya, tras una batalla naval llevada a cabo en este territorio en 1939. Tras el rescate el gobierno frenó en 2010, las intenciones de los rescatistas de venderla.
Etchegaray dijo que "esta águila está durmiendo en un cajón desde hace once años. Ni se exhibe ni se vende". El investigador consideró que esta pieza histórica puede ser muy valiosa para museos, por lo que representa para el holocausto. El tertuliano reconoció que el gobierno alemán influenció para que no se exponga esta figura. También informó que la misma puede llegar a valer cincuenta millones de euros, según algunas versiones.
Guigou por su parte, opinó que "no es un objeto inocente, ni un simple objeto. Representa una de las ideologías más destructivas que ha generado la humanidad", y consideró que el Estado podría utilizar ese dinero para las víctimas de la destrucción del nazismo, "porque es la cristalización del sufrimiento de mucha gente".
Ahunchain, a su vez, expresó que el águila "es un objeto histórico, que debe ser apreciado como tal. No podemos pensar que porque un objeto tiene una esvástica o representa el dolor de tanta gente, ese objeto mata, o que enseña para la muerte".
Además, el tertuliano dijo que "nuevamente el Uruguay se pasa por donde no debe con la legislación, porque hay una ley concreta que permite a la persona que rescata algo del agua del territorio uruguayo, quedarse con el 50% de eso. Entonces, cuando los emprendedores invierten para hacer realidad esto, después, el Uruguay burocrático, el Uruguay del 'no me meto', del 'no resuelvo nada', mete este tesoro adentro de una caja para que no lo vea nadie".