Este año el eje central de la celebración es el tango "La Cumparsita", del uruguayo Gerardo Matos Rodríguez (1897-1948), composición que en 2017 cumple cien años y que ha sido declarada patrimonio vivo y universal.

"Nos acompaña el fervor del público. No nos olvidemos que esta gran y extraordinaria fiesta popular y cultural no la hace la Comisión del Patrimonio, sino la gente", explicó Inda, quien también atribuyó el éxito a las más de 400 instituciones que "reafirman el patrimonio con sus actividades".

De esta manera, consideró que es "muy fácil que la gente se vuelque a las calles" ya que son muchos los lugares que han abierto sus puertas para "apreciar el patrimonio cultural y material", así como el inmaterial, como el caso de "La Cumparsita".

El Día del Patrimonio surgió en 1995 a iniciativa del arquitecto uruguayo José Luis Livni (1943-1996) y desde ese entonces se ha celebrado de forma ininterrumpida.

Si bien en un principio se restringió a un solo día de celebración, las autoridades uruguayas decidieron extenderlo a todo un fin de semana, aunque mantuvieron el nombre original otorgado por Livni.

"Parece mentira que la creación de Livni en 1995 tenga esta longevidad y siga teniendo posibilidades de proyectarse en el tiempo cada vez con mayor fuerza dentro de la población", señaló Inda durante el acto de apertura del Día del Patrimonio, que se realizó este sábado en el Teatro Solís de Montevideo.

Allí estuvieron presentes también autoridades locales, como la ministra de Educación y Cultura de Uruguay, María Julia Muñoz.

"Estamos esperando una asistencia incluso superior a otros años. Más de 300.000 personas estimamos que saldrán a las calles en todo el territorio nacional", apuntó Inda.

Museos, teatros, bibliotecas, edificios emblemáticos, embajadas, instituciones culturales, así como otros establecimientos abrirán sus puertas durante este fin de semana, que culminará el domingo con un acto de cierre en el espacio cultural Museo Julio Sosa, ubicado en el Hipódromo de Las Piedras, en el departamento de Canelones, al sureste de Uruguay. EFE