Las humoristas relataron que cuando comenzaron, las personas que criticaban sus roles como cabezas de humor las hacían vivir experiencias casi traumáticas, varias veces se les pasó por la cabeza desistir de su deseo de estar encima de las tablas y hasta sus propia fuerza interior llegó a parecer descender.

"Te pasa de todo, en un momento te replanteas que te están diciendo y tus ganas de seguir trabajando, cuando recién empezamos nos dimos la cabeza contra las paredes y si salía bueno el show solo felicitaban a los hombres.

Reconocieron que hay un terreno mas ganado dentro del área del Stand Up ya que existen ciertos lugares de humor exclusivos de ese género aunque siguen teniendo cosas para vencer.

"Hace 9 años batallabamos para que dejaran de asociar la categoría con algo berreta y barato".

También se refirieron al rechazo a ver una mujer haciendo humor, reconocieron que el pensamiento misógino existe y als cuatro fueron tajantes en afirmar que si alguien lo niega se lo pueden demosrtar frente a frente

Acerca del feminismo y el humor señalaron que hay un monton de mujeres que hacen humor y no andan con la bandera feminista y que no hay que relacionar reivindicaciones con humor.

"Hay momentos que tenes que ser coherentes contigo mismo, y hay que bancarserla".

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