Flores dijo que en sus visitas empezó a conocer un Marconi que no sabía que existía, sin ese foco de estigmatización que los medios ofrece y que eso también le sucedió en otros lugares como el Barrio Borro o el 40 Semanas. 

"Al recorrer con asiduidad vi que no era como dicen los medios, hay mucha gente laburando hace mucho por dignas condiciones de vida y regularizar servicios básicos como la luz y el agua" remarcó.

El realizador comentó que las cámaras que grababan el film las portaban los propios integrantes del barrio con lo que se ganó en naturalidad.

"Si bien salieron cosas muy buenas, la presencia de la cámara se hacía demasiado visible y podía ser intimidatoria hay que recordar que cuando hay un muerto en la zona se llena de medios, pero cuando hay cosas lindas no aparece nadie" recordó.

Flores ejemplificó lo que se vive al recordar una campaña del Ministerio del Interior la cual -según los vecinos- estigmatizaba. y agredía de forma injustificada.

"El problema es el circulo vicioso, la salida tiene que ser con educación cultura y deporte" sentenció el cineasta y recordó: "El objetivo de la película es generar debate".

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