Advierten falta de incentivos fiscales para la producción de cine nacional
En 2008, el sector audiovisual uruguayo tuvo su primer impulso de apoyo estatal a partir de la aprobación de una ley de cine, y pese a que diez años después las producciones nacionales han aumentado, el sector busca más herramientas para proyectarse aún más internacionalmente.
Si bien en Uruguay ya existían ciertos instrumentos de apoyo al sector fílmico, la ley de cine, que creó el Instituto del Cine y el Audiovisual Nacional (ICAU) y un fondo de fomento cinematográfico, marcó un primer estímulo para el desarrollo del audiovisual nacional.
Así lo explicó a Efe el director del ICAU, Martín Papich, quien apuntó que Uruguay es un país que viene generando cine "desde hace mucho tiempo", con trabajos como el de los realizadores Walter Tournier, Mario Jacob y Mario Handler, pero que antes de los años 90 carecía de instrumentos de apoyo.
En esa línea es que, según Papich, de la mano de las herramientas previstas por la ley, se logró generar un mecanismo para atender y "priorizar" todos los eslabones de la cadena de desarrollo del sector de forma que, tras diez años, se ha consolidado como una "parte indiscutible" de la cultura uruguaya.
De todas formas, si bien acotó que el aniversario de diez años es motivo de celebración por los avances concretados, Papich matizó que no hay que "quedarse de brazos cruzados", ya que se trata de un proceso de "construcción permanente".
"En este momento estamos haciendo una hoja de ruta que habilite promover y planificar un nuevo momento audiovisual en el Uruguay a través de objetivos de mediano, corto y largo plazo que justamente nos permitan ir en camino a la construcción de una política pública estable", puntualizó.
Por su parte, el vicepresidente de la Asociación de productores y realizadores de cine y (Asoprod), Francisco Magnou, señaló que más allá del aumento de estrenos de películas uruguayas, que pasaron de dos o tres a principios de los 2000 a unas 18, hace falta una actualización de la ley de cine para un mayor impulso.
"Hoy por hoy las películas uruguayas llegaron a una escala que ya no pueden seguir creciendo por las herramientas de producción que tenemos en Uruguay (...), hay ciertas obras que se podrían rodar en Uruguay que tampoco están llegando, los incentivos fiscales no son suficientes y esas producciones se van del Uruguay", indicó Magnou.
Asimismo, el productor valoró que la circulación de los filmes nacionales en el circuito comercial del país es "difícil", ya que compiten con otras producciones de grandes estudios, y a la hora de salir del país a exhibir el material no hay apoyos.
"En Uruguay hoy si queremos salir con una película es cada productor por su propios medios (...), no hay una herramienta que apoye y promocione la producción de obra nacional y sirva como puerta de entrada a distintos mercados, no tenemos un CinemaChile o un Proimágenes (Colombia)", resaltó.
En esa línea, Magnou apuntó que un ejemplo a seguir en la región es el de Chile, que en los últimos años tuvo "un crecimiento muy grande" mediante herramientas distintas.
"Por ahí vemos que hay películas chilenas que llegan hasta el (premio) Óscar, siempre hay importantes delegaciones chilenas en los más importantes festivales del mundo. Chile lo empezó a hacer desde otro lugar, quizás con menos volumen de producción que Argentina pero con mucha calidad y un trabajo sostenido durante muchos años", afirmó.
"Algo así sería un modelo interesante para empezar a ir replicando aquí en Uruguay e ir viendo cómo va repercutiendo en el mercado", añadió.
Por otro lado, tanto Magnou como Papich valoraron positivamente el acuerdo de coproducción firmado el pasado 29 de julio entre Uruguay y Bélgica.
Mientras para Papich el acuerdo permite abordar a Europa desde un "ángulo distinto", así como "diversificar e ingresar a un mundo francófono", Magnou destacó que será fundamental para "captar fondos" y que espera que se pueda avanzar en otros acuerdos similares. EFE