Canta, oh diosa de la Fortuna.
La Orquesta Sinfónica del Sodre, junto a solistas y Coro Nacional dirigidos por Diego Naser presentan uno de los grandes hits musicales del siglo XX: la cantata escénica Carmina Burana. Antes del último ensayo, el director titular de la OSSODRE conversó con Fernando Medina para Oír con los ojos.
La cita es este sábado 25 de agosto en el Auditorio Nacional a las 19 hs.
Pedagogo, director de orquesta y compositor, Carl Orff nació en Munich en 1895 y falleció allí mismo en 1982, a la edad de 86 años. Su obra es vasta y diversa, sobre todo en materia operística, pero en una primera mirada es difícil no considerarlo como un gran one-hit-composer, compositor de un solo éxito, algo así como lo que sucede con Paul Dukas y El aprendiz de brujo. La archiconocida cantanta escénica Carmina Burana data de 1937. Llegó a ser muy popular en la alemania de Hitler (el pasado político de Orff es hasta el día de hoy objeto de cierta polémica) y nunca dejó de serlo: es un favorito insustituible del público en las salas de concierto.
La obra lleva un subtítulo escrito en latín que se traduce como Canciones laicas para cantantes y coreutas para ser cantadas junto a instrumentos e imágenes mágicas. Consta de 25 números o canciones basadas en textos del siglo XII y XIII, con texto en latín o en alemán antiguo. El más famoso de estos textos poéticos es el que canta a la diosa de la Fortuna y comienza diciendo:
Oh Fortuna,
como la luna
variable de estado,
siempre creces
o decreces;
¡Qué vida tan detestable!
ahora oprime
después alivia
como un juego,
a la pobreza
y al poder
lo derritió como al hielo.
25 poemas medievales con una música muy expresiva y de algún modo muy propia del siglo XX. El sonido de Orff recuerda vagamente al de Stravinski en la Sinfonía de los salmos y en algunas de sus óperas. El atractivo melódico, rítmico y dramático de Carmina Burana no deja de ser poderoso. Con el antecedente de la 3ra. Sinfonía de Mahler que se oyó en el Auditorio Nacional el pasado mes de junio por estos mismos artistas, la oportunidad de oír esta gran obra no pasa como una oportunidad más en la agenda musical montevideana.