El tango con nombre de Aníbal Oberlín
A sus confesados ochenta y tantos Aníbal Oberlín se anima a venir al estudio de El Espectador a tomar un Café Torrado. Habló de tango, de tangueros y de tangueses... No quedó tango por tocar.
A sus confesados ochenta y tantos Aníbal Oberlín se anima a venir al estudio de El Espectador a tomar un Café Torrado. Habló de tango, de tangueros y de tangueses... No quedó tango por tocar.
Compartir