Tertulia especial con Maggi, Williman, Tornaría, Reyes y García Vigil.

Explosión cultural en Montevideo

A partir de agosto y con el remodelado Teatro Solís como motor, Montevideo volverá a tener en su principal escenario a primeras figuras de la denominada música culta a nivel internacional. En tertulia especial, Carlos Maggi, José Claudio Williman, Carmen Tornaría, Martín Reyes y Federico García Vigil comentaron esta serie de espectáculos que entre otros nombres traerá a Zubin Mehta, Daniel Baremboim y una versión de La Bohème, en una coproducción de la Orquesta Filarmónica de Montevideo y el Teatro Solís.

(Emitido a las 9.35)

EMILIANO COTELO:
Nos acompañan Carmen Tornaría, Carlos Maggi, José Claudio Williman; como invitado Martín Reyes y por teléfono el maestro Federico García Vigil.

Hoy vamos a hablar de música en esta tertulia.

"Estar en Montevideo en agosto va a ser como estar en Berlín, en Nueva York, en París o en Londres". Así nos resumía Vera Heller, directora del Centro Cultural de Música (CCM), esta especie de "explosión cultural" que se vivirá el mes que viene en nuestra capital, concentrada mayoritariamente en el Teatro Solís.

¿Por qué digo "explosión"? Escuchen, les voy a resumir los eventos musicales que se destacan en la cartelera de agosto y ustedes juzgarán.

El miércoles 3 de agosto tendremos por aquí a la Orquesta Filarmónica de Israel dirigida por el gran maestro Zubin Mehta, interpretando obras de Wolfgang Amadeus Mozart y Gustav Mahler.

Después, el domingo 7 de agosto, se presentará en Montevideo por primera vez el maestro argentino Daniel Baremboim, dirigiendo a la "West Eastern Divan Orchestra", un ensamble fundado por el propio Baremboim y conformado por músicos jóvenes árabes e israelíes.

Entre el 19 y el 25 de agosto tendrán lugar seis funciones de la ópera "La Bohème" de Giacommo Puccini, una coproducción de la Orquesta Filarmónica de Montevideo y el Teatro Solís, que contará con más de 100 actores en escena y la participación especial de varios solistas uruguayos consagrados en los principales escenarios líricos del mundo.

Y el 26 de agosto, por citar otro ejemplo, llega la Orquesta Filarmónica de San Petersburgo, una de las mejores del mundo y la más antigua de la ex Unión Soviética, formada en 1882.

Si bien el menú no se agota acá, se podría decir que hemos repasado los eventos más destacados, entre los que figuran, como ustedes se darán cuenta, algunos que son de absoluto primer orden en el circuito mundial de música culta. Pero ojo, no es esto sólo lo que viene en agosto.

Esta acumulación, esta explosión cultural es el tema que nos llamó la atención a partir de alguna advertencia, por ejemplo de Martín Reyes, que le interesó mucho a los integrantes de esta mesa, en especial a Carlos. ¿Por qué?

CARLOS MAGGI:
Yo pensaba que ninguna cosa sucede de manera azarosa o caprichosa, que alguna razón tiene que haber. La primera es, salta a la vista, los años que tardamos en reconstruir el Solís hasta tenerlo, no es poca cosa haber recuperado un instrumento de esta importancia. Con ese instrumento comienzan a tenerse los frutos que se pueden tener. Ésa es la primera cosa.

La segunda cosa, que tú destacaste muy bien, cinco o seis, yo había contado siete acontecimientos realmente extraordinarios, y cuando me puse a observarlos comprendí por qué suceden y por qué van a seguir sucediendo, que es lo más interesante. Y es que la Intendencia de Montevideo (IMM) en un aspecto va marcando un camino muy interesante, que es la colaboración del Estado con los particulares. Eso es muy importante, todo esto extraordinario que sucede, sucede porque el dúo Steven Isserlis y Miguel Proença, que son dos artistas internacionales, son traídos por el CCM, que es una organización privada.

La Orquesta Filarmónica de Israel, dirigida nada menos que por Zubin Mehta, también es traída por una organización privada que alquila el Solís en condiciones que les permiten hacer el gasto fenomenal de traer esos números y recuperar su dinero.

Después la orquesta de los músicos, la que dirige Baremboim, de árabes e israelíes tocando juntos. Él dice que es un paradigma coherente e inteligente de convivencia, o sea que en la composición de la orquesta está diciendo toda una doctrina pacifista y de entendimiento. Después viene la música, que es formidable porque es un hombre extraordinario. También viene traído por el CCM, que alquila el Solís y el Estado hace lo que tiene que hacer: pone el instrumento, que es imposible, porque no está al alcance de ningún privado, y después deja que los privados con su iniciativa y sus posibilidades hagan cosas para las cuales el Estado no tiene dinero, porque al Estado en primer lugar le salen mucho más caras estas cosas, serían prohibitivas, y tampoco tiene siquiera el afinamiento suficiente y las relaciones públicas para lograr esta programación.

Hay una cosa que pone directamente la organización del Solís -acá me congratulo de que Grieco lo haya hecho-, que es la sala de proyecciones -pienso que es un video-, una producción de Franco Zeffirelli dirigida por García Vigil que se va a ver el día antes del estreno de La Bohème. Se va a ver La Bohème del Metropolitan -la orquesta y el coro del Metropolitan- en la versión de Franco Zeffirelli, lo cual me parece una cosa muy buena también, de alta categoría.

Después viene el estreno de la obra de Puccini, La Bohème. También en este caso se dan seis funciones, pero una de ellas a cargo de la empresa Abitab, que va a vender las entradas y va a pagar por esa función. Quiere decir que el Estado, en vez de pagar cobra el alquiler del teatro o cobra funciones que vende, y eso es muy bueno, es una excelente política que hace posible esto, que culmina con una cosa fenomenal, que es lo de la Orquesta Filarmónica de San Petersburgo, que está integrada por 100 músicos.

Es muy curioso, 100 músicos tiene la Orquesta de San Petersburgo, 100 músicos tiene la orquesta que trae Daniel Baremboim, la Este Oeste Divan, y 100 músicos tiene la Orquesta Filarmónica de Israel que viene. Yo le pregunté a una de las personas que están en el CCM qué tal estaba la acústica del Solís, que es una de las grandes incógnitas después de su reforma. El Solís era una caja de madera, como una guitarra, y ahora es una especie de sándwich entre dos inmensas formas de hormigón, tiene una platea abajo y un techo arriba con planchadas de hormigón y la acústica cambió totalmente. Pero me dijo Elsa Mesa, que fue a quien consulté, que la caja acústica del Solís es extraordinaria, costó 150.000 dólares y vale 1.000.000 porque se oye magníficamente bien después de instalada esa caja. Son cosas muy importantes que se han hecho y se han hecho bien, y yo creo por el camino que corresponde, una colaboración entre la iniciativa privada y los medios del Estado.

EC - Antes de seguir escuchando a los integrantes de la tertulia aquí en estudios, vamos a saludar por teléfono al maestro Federico García Vigil. Estás en la República Argentina, ¿no?

FEDERICO GARCÍA VIGIL:
Estoy en la República Argentina, a 20 minutos de irme para el ensayo de la Sinfónica de Córdoba en el Teatro San Martín.

EC - Y más allá de esta actividad tuya, de la cual quizás tengamos tiempo de hablar, y más allá de que eres protagonista de uno de estos espectáculos que se vienen en agosto -me refiero a la puesta en escena de La Bohème-, ¿cómo observas todo este paquete que nos está llamando la atención?

FGV - En primer lugar estaba comunicado telefónicamente y escuché a Maggi. Estoy totalmente de acuerdo con lo que dice Carlitos, se han dado -y no fue de ahora, esto fue un proceso de integración de unos cuantos años atrás, hasta la reapertura del Teatro Solís, que a veces un edificio nuevo, con una nueva estructura, con una nueva dirección, con nueva gente, muy joven y muy bien preparada, como la que está atendiendo los servicios dentro del Teatro Solís, genera todo un cambio de ética, de proyectos y de maneras de trabajar, y eso es lo que ha sucedido en el Teatro Solís.

Se da este año una serie de condiciones por las que este año estamos aprendiendo a manejar el Teatro Solís y ya hemos aprendido bastante su propia mecánica. Es un instrumento, como decía Maggi, me parece genial ese término. Es un instrumento que se agrega, como caja de resonancia, a la producción acústica natural que producen los espectáculos que se suben al escenario. O sea, una gran orquesta en un teatro con una mala acústica, con un confort desajustado, no cumple la función y no llega con su mensaje de altísima calidad ética al público. El instrumento teatro es, después de los 100, el 101, pero que equivale al 50 por ciento del resultado final.

Eso que decía Carlitos Maggi, que todas son de 100; sí, la Filarmónica también es de 100 y la Ossodre puede llegar a veces a 100. Todas las orquestas del mundo, de acuerdo a la partitura, llegan a esa cantidad, como los equipos de fútbol son de 11. La orquesta de Mozart era un poco más pequeña, la orquesta de Beethoven, o las grandes orquestas del siglo XIX, para llegar a La consagración de la primavera, supera los 100. A veces se van agregando instrumentistas de acuerdo con la necesidad de la partitura.

Pero este año me importa subrayar algunas cosas de lo que realmente está pasando en el Teatro Solís. Entre los grandes directores clase A en el mundo, que pueden ser Loren Mazel, (Kurt) Mazur, Pierre Boulez, (Riccardo) Muti, (Yuri) Termikanov, Zubin Mehta, Baremboim, Levain, que es el otro monstruo junto con Muti dentro de la ópera, Frübeck de Burgos... Para decir los tops, esos diez que están en clase A, este año en el Solís vamos a tener a Termikanov con la Orquesta de San Petersburgo, a Zubin Mehta con la de Israel, a Baremboim con esta orquesta genial que inventó generando un lazo de carácter de amistad en un diferendo tremendo como es el judío-árabe, y también vamos a tener a Frübeck de Burgos, que ya ha venido y dirigido en el Solís. O sea que el teatro comienza a ingresar dentro de un circuito de los grandes teatro de América y los mejores espectáculos musicales del mundo vienen.

Estos son en este momento los grandes directores y vamos a tener un promedio de cuatro este año en el Teatro Solís. Posiblemente en los próximos años tengamos otros, que en el concepto de grandes artistas que pasaron de repente de su instrumento al podio sin ser unos especialistas en dirección de orquesta, o de su voz al podio, como Plácido Domingo, que después de una gran carrera de cantante, que aún continúa pero con espacios más separados, a veces dirige orquestas y posiblemente el próximo año también lo tengamos en el Teatro Solís.

Rostropovich, que por su fama enorme tocando el violonchelo un día le concedieron la Orquesta Nacional de Washington. Y Judi Menujin, que también pasa del violín a la dirección de orquesta. Y estos fenómenos, Eduardo Mata, Leonard Bernstein, Kondrashin y Bernard Heitin, que han fallecido en estos últimos años, lamentablemente no van a poder estar. Pero yo creo que el Solís está apto en este momento, por sus condiciones acústicas, por su organización, por su calidad en la temperatura de la sala -que es muy importante por los propios instrumentos-, por la caja acústica -tenemos la misma caja acústica que se usa en Nueva York, importada y armada en el Teatro Solís. La Bohème va a tener una escenografía que es la original de Benoit, que fue alquilada en La Maisson Sormani en Milán, y el vestuario correspondiente a esa escenografía, que es el del Colón; Pavarotti cantó con esa escenografía y ese vestuario del Teatro Colón.

CM - Federico, te habla Maggi. Me gustaría hablar un poco de García Vigil. Dijiste muchos directores y no te nombraste, pero te tenés una fe terrible, estás en Argentina y a pocos días de estrenar acá. ¿Cómo suena tu orquesta?

FGV - ¿Cuál?

CM - La orquesta con la cual vas a hacer La Bohème, que está aquí.

FGV - Me vine tranquilamente a dirigir a Argentina porque terminé de preparar la orquesta hace 20 días en Montevideo. La orquesta está pronta, el lunes comienzo con los cantantes, y el coro del Sodre ya lo ensayé también. O sea que empezamos a trabajar con un tiempo muy prudencial, la régisser está hace una semana y media trabajando en Montevideo, Cristina Banegas ya programó y ensayó el coro de niños del Colegio Inglés. O sea que estamos trabajando a la europea, con tiempo suficiente y asegurando el partido.

EC - ¡Qué curioso ese término, "trabajando a la europea"! ¿No es lo frecuente?

FGV - No, y sobre todo en el género lírico, que fue muy maltratado. Desde que se incendió el Sodre para adelante fue una búsqueda con buena onda y con ganas de hacer las cosas bien, pero siempre quedándonos con un resultado de ópera de provincia que a mí me da una tristeza tremenda. Cuando la ópera está muy bien hecha es el espectáculo que colma y llega a una emoción tremenda porque ahí hay historia, hay artes plásticas, hay teatro, hay ballet, hay genialidades en lo que se refiere al cultivo de la voz humana, hay grandes masas corales, momentos sinfónicos extraordinarios y toda la magia de la tecnología, que ha dado un gran impulso a la ópera en esta última parte del Siglo XX y ya en el Siglo XXI, que la ha transformado en una especie de best seller.

Cualquier capital del mundo, y ésta que es la capital del Mercosur, Montevideo, debe tener una temporada lírica. Este año nos salva la posibilidad de que se cumplen 100 años de la única visita que hizo Puccini a nuestra ciudad y al Teatro Solís. Hay una foto del propio Puccini bajando la escalinata del teatro Solís; vino a ver una versión de Tosca y a visitar al país.

EC - ¿Por qué dijiste que ese aniversario nos salva?

FGV - Nos salva, porque yo creía que ya este año no íbamos a poder hacer una temporada de abono, y vamos a poder hacer un título de ópera, y ese título está referido a homenajear esos 100 años, pero el año que viene considero -y así lo estoy planteando dentro de la Dirección del Teatro Solís, en la Dirección de Cultura de la Intendencia, junto con el Sodre y el ministerio, y el Ministerio de Turismo también- que debe haber una temporada de abono por lo menos de tres títulos importantes. El 25 de agosto del año que viene nuestro Teatro cumple 150 años de su fundación, y se inauguró con la Ópera Ernani, entonces es muy posible que se pueda reestrenar el 25 de agosto esa ópera, engalanada quizás por el año de Mozart, que también es el año que viene, quizás con una nueva versión de La flauta mágica, que ya habíamos hecho bastante bien con Stefano Poda, y otro título más. Que por lo menos haya tres títulos en una temporada lírica en el teatro Solís.

El turismo cultural de Uruguay se lo merece, el teatro Colón va a estar cerrado -atención- quizás uno o dos años, hay un público cautivo y si nosotros hacemos las cosas bien a partir de esta Bohème vamos a generar un polo de atracción con esa temporada lírica para la que no va a alcanzar el Teatro Solís solo, y va a ser necesario en el futuro también poner a funcionar el otro teatro que hay que terminar.

EC - El Estudio Auditorio del Sodre.

FGV - Claro.

EC - Nos estaba faltando agregar ese elemento, del mismo modo que el Solís pasó por su refacción, ahora le toca al Teatro Colón, y eso implica para el Solís flamante, con su estructura nueva, una oportunidad muy alentadora, porque ese "vacío" que se genera en el Río de la Plata le puede terminar de dar el empujón que está empezando a tener en estos meses.

FGV - Exactamente, porque el público cautivo, el fanático de la ópera es una cosa que no se puede creer. El propio Víctor Hugo Morales finalmente se hizo un fanático insoportable de la ópera, que de repente trasmite un partido un fin de semana y el lunes se toma un avión para ver un estreno en el Metropolitan a los dos días.

EC - En esta mesa tenemos un fanático refanático que no sé cómo hasta ahora no habló, o cómo hemos logrado contenerlo

FGV - El amigo Reyes, que anda por ahí.

JOSÉ CLAUDIO WILLIMAN:
Yo soy otro fanático de la ópera, me lo trasmitió mi padre. Llegué a estudiar canto cuando tenía 20 años.

EC - Todavía tiene pendiente cantar un día en este micrófono.

FGV - Voz hay de sobra.

JCW - Yo estoy contentísimo, porque la idea de Maggi de traer este tema le ha dado a usted una oportunidad de darnos una clase, fíjese lo que es. Cuando a mí me preguntan qué soy en este momento y yo digo "docente", me preguntan "¿y la tertulia de El Espectador?", yo siempre digo "es docencia". Tratamos de hacer docencia, de darle oportunidad a esa gente que enseña y escucha. Y usted lo hizo, Vigil, estupendamente bien, así que estoy contentísimo con el tema.

FGV - Para mí es una alegría. No tenía esta experiencia de hacer una tertulia vía telefónica, cuando me la plantearon anoche me quedé con algunas dudas, pero tratándose de gente inteligente -porque ahí adentro de esa pieza hay gente inteligente- nos entendemos maravillosamente bien. En la tertulia a mí me gusta ver las caras, que haya un café por medio, los gestos, pero ya me estoy sintiendo muy cómodo.

***

EC - Uno de los mensajes que han llegado por correo electrónico es éste de Eduardo, que escribió: "Qué alegría arrancar un viernes con una muestra de que en Uruguay se puede. Últimamente escuchar los medios de comunicación es algo completamente agobiante, creo que ustedes los medios deberían ayudar algo al espíritu de los uruguayos contando las luces de nuestro país con algo más de frecuencia, y no contribuir tanto a ese clima de pueblo angustiado y muerto de miedo que da toda la sensación de que se quiere crear a propósito".

***

EC – Magadalena de Malvín dice que "como muchos uruguayos que no llamaron, yo digo que es un orgullo tener un maestro como Federico". Te recibieron bien.

FGV - La verdad es que me siento bien, me exijo mucho a mí mismo pero estoy bastante conforme conmigo y con lo que me rodea. Yo soy un tipo que vive Montevideo en forma muy feliz y la gente me lo expresa, se anima a expresarlo con respeto y con calidad. Me gusta mucho la gente uruguaya, en ese aspecto las cosas tienen una medida muy como somos nosotros en nuestro país, hay un equilibrio de calidad en las relaciones humanas que me gusta.

EC - Carmen, todavía no te escuchamos.

CARMEN TORNARÍA:
Tengo sentimientos ambiguos frente a esta explosión cultural que reconozco como tal. Voy a decir primero lo positivo: me alegro enormemente por dos personas, una es García Vigil, con quien estamos en contacto, y otra es una mujer, Lilián Zetune, que es la directora del coro del Sodre, porque los dos son individuos que pueden estar en esta explosión cultural, pero están también en la explosión cultural que más me interesa, porque es más abarcadora de la ciudadanía uruguaya toda, que es la de cada día. Yo trabajé con Lilián Zetune en el Liceo número 12, y Lilián Zetune hacía cantar a las piedras, todos los atorrantes y las atorrantas del liceo estaban en ese coro cantando, y cantando no por disciplinamiento, cantando con alegría. Y ella ponía en ese coro liceal la misma energía que pone, como tuvo que poner para levantar ese coro del Sodre.

Entonces me parece una magnífica oportunidad para estos dos individuos, una mujer y un hombre uruguayos que se remangan todos los días para hacer cultura, cultura con letra grande, cultura ciudadana. Me alegro enormemente por esta oportunidad de tener contacto.

Después, cuando Emiliano abría la tertulia hoy y decía que en agosto vamos a sentirnos como en Berlín, como en Londres, yo lamento -y no soy bajoneada, muy por el contrario, estoy contenta de ser uruguaya, estoy feliz y soy optimista-, pero creo que muy poca gente se va a sentir en Berlín, en Londres durante el mes de agosto, porque el país tiene problemas, incluso culturales, y Uruguay hoy no es Londres ni Berlín. Completamente de acuerdo con lo que dice el doctor Maggi sobre la necesidad de conectarse el Estado con los privados a los efectos de hacer movida cultural, pero no movida cultural elitista y no hacer en el terreno de la cultura el corporativismo que criticamos en el resto del mundo. La presión de ciertos grupos elitistas en el ámbito cultural no debería dirigir la cultura nacional.

Entonces, ¿qué pasa con el Fona, qué pasa con un Estado uruguayo, de fondos que dependen de los privados que no han pagado la cuota y nos dejan en una situación con respecto al mundo audiovisual y a las industrias audiovisuales, fuera y vergonzosa? ¿Qué pasa con el director de un Instituto del Audiovisual que no puede viajar a eventos importantísimos desde el punto de vista cultural, desde el punto de vista industrial y desde el punto de vista del turismo para el país, porque no hay plata para un pasaje, y lo tiene que pagar la Asociación de Críticos de Cine, un pasaje a Portugal? Me gustaría que se abriera el juego y que ese mismo impulso tampoco aceptara presiones corporativistas.

FGV - Me acuerdo que siempre fuiste contralto.

CT - Y a veces bajo, ¿te acordás?

FGV - Sí, pero me encanta tu voz. Te voy a decir una cosa, nosotros hicimos una campaña que coyunturalmente nos llevó a recorrer todos los barrios. (Y decían) "...qué bien la Filarmónica, cómo va a tocar por todos lados, cómo se acerca a la gente, cómo va a las carpas a Nuevo París..." Estuvimos tres años...

MARTÍN REYES:
En el interior también.

CT - Lo sé.

FGV - ...obligados. Claro que cumplía una función social de extensión cultural fenomenal, pero era porque no teníamos casa, no teníamos Teatro Solís, el Teatro Solís estaba cerrado, estaba en reforma.

CT - Es la primera vez que me quedo contenta de que no tuvieran casa.

FGV - Es un problema de equilibrio. Pero ahora tenemos casa, y hablando con (el intendente de Montevideo, Ricardo) Ehrlich y con (el director de Cultura de la IMM, Mauricio) Rosencof, estamos totalmente de acuerdo, la teoría ahora es no tanto ir hacia el barrio -tampoco descartarlo porque a veces hay que ir-, sino fundamentalmente hacer una especie de excursión cultural del barrio hacia el Teatro Solís.

CT - Correcto.

FGV - Llenar el Teatro Solís, acostumbrar a la gente a ingresar a ese edificio que genera una cosa solemne, es una gran aventura cultural la propia visita, y si hay un concierto mucho mejor, o si hay una ópera.

CT - Pero para La Bohème, ¿va a pasar esto?

FGV - Para La Bohème hemos pensado las cosas de la siguiente manera. Los conciertos sinfónicos de la Filarmónica y de muchos espectáculos que han venido, los de la Filarmónica y los de la Comedia, que son equipos oficiales de la Intendencia, se llenan siempre y las entradas de la galería alta y de la tertulia son ridículas, son de 20 y 30 pesos, o sea que está peleando con el boleto del ómnibus. Se llena siempre. Eso es como información, para que tengan.

En la ópera hemos pensado hacer dos funciones de gala donde las entradas sean muy costosas y nos permitan cubrir prácticamente los gastos que vamos a tener para realizar esta muy buena puesta en escena de La Bohème, y tener la posibilidad de hacer otras cinco funciones a un precio más accesible, te diría para la ópera muy accesible. La cuestión social está permanentemente en nuestra cabeza, estamos viviendo en este momento un momento bastante complicado de salida, hay un Plan de Emergencia que hay que hacer funcionar, que funcione, pero la sociedad toda tiene derecho a mantener una vida cultural, como me dijo el propio intendente: "Yo quiero que la gente tenga trabajo, por supuesto, que tenga alimentación, un confort para vivir y una calidad de vida mejor, pero esta ciudad merece ser una ciudad donde valga la pena vivir".

Hay capas sociales que disfrutan realmente con seis funciones de ópera, a algunos les interesa incluso poder pagar una función de gala porque disfrutan. De esa manera estamos cumpliendo con el gobierno para toda la sociedad y subvencionando, con esas entradas más caras, solidariamente toda la temporada lírica.

EC - Carlos y Martín también quieren hablar de esto del elitismo de algunos de estos espectáculos.

CM - Quería llamarte la atención sobre un aspecto. Estamos hablando de cómo se maneja el dinero, cómo se manejan los gastos públicos; yo quiero hacer notar que dentro de esta programación extraordinaria hay cinco espectáculos que en vez de ganar dinero público el Estado recauda, porque alquila el Solís cuando viene la Orquesta de San Petersburgo, va a pagar alquiler, el Estado va a recaudar, no va a tener ningún gasto y va a tener una ganancia fenomenal en materia cultural. Eso está muy bien hecho. Y creo que el principio de equilibrar las salidas y las entradas de esta manera es una cosa sabia, me pareció muy bien.

FGV - Todo el mundo está funcionando de esa manera, todos los teatros del mundo.

CM - Incluso con La Bohème, el hecho de que una de las funciones esté vendida a Abitab me parece formidable, porque hay que bajarse del caballo y darse cuenta de que la guita es importante.

EC - ¿Tú qué opinás sobre esto, Martín?

MR - No, con todo el afecto que tenemos con Carmen, no comparto lo que dice de ninguna manera, porque no podés confundir el tema cinematográfico, el tema audiovisual, que es diferente del tema musical. Estoy totalmente de acuerdo con lo que dice Federico, hay mucha gente que tiene derecho a ver La Bohème, hay mucha gente que tiene ganas de verla, y hay mucha gente a la que le viene un bajón espiritual tremendo, que es a veces mi caso, a pesar de que soy optimista y muy alegre, porque hace ocho años que no veo una ópera en un teatro en Uruguay. Y soy un ciudadano medio que trabaja. Todos tienen sus posibilidades y sus derechos.

CT - Correcto, todos deben tener sus posibilidades y sus derechos.

MR - Todos, pero a veces se desencuentran unas cosas y otras porque unos tienen unos gustos y otros tienen otros.

CT - Pero a veces es cuestión de opciones.

MR - Pero si va a haber siete funciones de La Bohème, y espero que se llene de bote a bote, quiere decir que hay un público ávido y que merece que esa posibilidad se le dé. Entonces confundir con el audiovisual, que no se paga el audiovisual, o confundir...

CT - No, no, no confundo nada.

MR - Pero son cosas diferentes. Es como si yo mañana me pongo a hablar de fútbol y digo "no, pero al rugby no se le da tanta importancia"... Que la gente del rugby la arregle como pueda.

CT - Pero acá sería al revés, estarías hablando del rugby y el fútbol que se arregle como pueda.

MR - Bueno, justamente, creo que lo que está sucediendo este mes de agosto, lamentablemente para los bolsillos -ese tema me preocupa-, porque hubiera sido conveniente que estas orquestas hubieran venido una por mes, no concentrar todo en un momento.

FGV - ¿Sabés qué pasa? El mes de agosto va a seguir siendo así, porque es el mes de vacaciones en el hemiferio Norte.

MR - Siempre fue así, por eso lo digo, yo sé que ése es el motivo, pero habría sido conveniente que hubiera habido una en abril, otra en agosto, otra en setiembre, porque con tres orquestas de este calibre, más las óperas, más el concierto de violonchelo y piano que va a haber el martes, que son todos acontecimientos de primerísimo nivel, los bolsillos van a quedar flacos.

CT - No importa, tienen.

FGV - Creo que por desafío y por decencia nuestras orquestas van a tener que empezar a sonar mejor en el mes de agosto, indudablemente.

MR - Lo que pasa que el estímulo que es esto para los propios músicos, poder escuchar esto... Uno va aprendiendo de las otras cosas, y en Uruguay, como bien decía Rastropovich, que vino a Uruguay en el año 80, y Mehta vino. Tocó La Patética, el que tocó la Quinta fue Zubin Mehta con la orquesta en el cine Censa. Y después vino también Mehta con la Filarmónica de Nueva York allá por el 83. Con todos esos acontecimientos los músicos decían "estoy en un teatro adonde vienen los monstruos", eso es un estímulo bárbaro. Es como los jugadores de fútbol, acá jugó San Filippo, donde jugó Artime. Ese es el gran objetivo de lo que está sucediendo hoy en Uruguay. Que venga Baremboim a Uruguay, que nunca lo visitó, con esa orquesta que es una forma de pacificación del mundo, es un acontecimiento extraordinario en América Latina. Y que llegue además un judío que tenga esa sensación, y que es argentino además. ¿Por qué digo que es un judío? Porque él va a los palestinos y pone la fundación en Sevilla para demostrar que el mundo a través de la música se puede unificar. Sevilla es la tierra de la unión entre Occidente y Oriente eventualmente, porque ahí estuvieron los judíos, estuvieron los moros y estuvieron los españoles. Eso es algo que en Uruguay era impensable hace un año, y creo que nos tiene que llenar de entusiasmo.

FGV - Cosas vas a ver, Sancho.

MR - Siempre vamos a ver, Federico, juntos.

***

EC - Federico.

FGV - Viene perfecto sobre esto que estábamos hablando con Carmen, Maggi, Williman, el amigo Reyes y contigo. Que somos todos docentes, sí, hace años que escucho la tertulia y siempre me enseña algo, es verdad eso. Y son docentes todos.

MR - Yo no.

FGV - Bueno, pero su hermano sí, y un buen docente de percusión.

EC - [A Martín Reyes.] Te confundió conmigo.

FGV - El 25 de agosto va a haber una cosa muy importante, que es un congreso, una reunión de los directores del Teatro Colón, del Teatro Municipal de Santiago, del Teatro Municipal de San Pablo y del Solís. Estos cuatro teatros van a tener una reunión de coordinación de las próximas temporadas líricas y de los grandes espectáculos escénicos, de ópera y de ballet también, para poder coordinar y repartir gastos en lo que se refiere a las producciones, o sea no montar una Traviatta en Montevideo, otra en Argentina y otra en Santiago al mismo tiempo, sino coordinar de manera coherente unas temporadas líricas donde se pueda repartir gastos, hacer girar las producciones e incluso traer a algunos artistas que para actuar en un solo teatro que hoy no vendrían.

MR - Te interrumpo un minuto. Estábamos hablando en el intervalo, cuando vos hablaste del ciclo de ópera, de que perfectamente bien se puede hacer una en el Colón, otra en San Pablo y otra eventualmente en Montevideo para atraer turistas del mundo. Estoy seguro -vos lo conocés tan bien como yo-, porque aquellos a quienes nos gusta la ópera somos enfermos y en Europa hay mucha gente, y le fascinaría venir al Teatro Colón, venir al Teatro Solís, que son dos templos, y eventualmente al Municipal de Chile...

FGV - Está fenomenal. Excepto el Colón que tiene un escenario gigantesco, las escenografías que se pueden montar en el de San Pablo encajan en el Solís perfectamente.

MR - Eso es exactamente lo que se podría hacer.

FGV - Ese congreso ya está citado, ya está planificado, ya están reservados los hoteles, ya están las invitaciones otorgadas por Grieco, que está trabajando muy bien. Va a ser el punto de partida para una relación de producciones dentro del Mercosur.

MR - Y con el turismo además, porque podés traer muchísima gente, un intercambio latinoamericano y europeo a través de la música.

FGV - Creo que la gente de la Buenos Aires va a desbordar las posibilidades de ingreso a la sala. Quería decir eso porque es otra noticia importante que va a suceder en agosto, y darles un abrazo a todos. Es muy lindo estar fuera del país y oír las voces de ustedes, sentirme un poco ahí en la calle Río Branco con ustedes me parece divino. Me dieron una mañana de una calidez enorme.

MR - ¿El martes estás en la calle Sarmiento?

FGV - No, el domingo de noche.

MR - El domingo te veo, cuando vaya a buscar a mi hijo.

FGV - Fenomenal.

CM - Federico: ¡merde, merde, merde!

EC - Lo dijiste bajito y no te escuchó.

FGV - No, no lo oí.

CM - Era un buen augurio para tu estreno: ¡merde!

FGV - Sí, merci.

(Risas)

EC - ¿Qué queda por decir?, porque se nos ha ido el tiempo. La información básica está dada, pero, ojo, hemos elegido algunos espectáculos nada más, la cartelera es realmente apabullante. Yo tengo, por ejemplo, aquí sobre la mesa el primer concierto extraordinario de la temporada 2005 del Festival Internacional de Órgano del Uruguay, que dirige Cristina García Banegas.

MR - Es una hacedora que hace como 10 años que tiene el festival de órgano, como 15 años.

EC - Este concierto está previsto para el domingo 7 a las 7 de la tarde, se va a superponer con el concierto del maestro Baremboim. Será en la iglesia de San Antonio y Santa Clara, de los Hermanos Capuchinos, en Canelones y Minas. Es uno, nada más, de los tantos que podríamos mencionar a propósito de este mes de agosto que nos llamó la atención. Que tiene sí, quizás, la discusión posible que planteaba Carmen, pero que tiene como contracara lo positivo de esta dinamización de la vida cultural uruguaya, tan frenada en los últimos años. Además con las posibilidades que ustedes anotaron al pasar, de promover incluso otro tipo de negocio, el turismo en su variante musical.

MR - ¿Vos sabés lo que es el turismo cultural de Europa? Si Europa hoy es un gran museo, la gran industria europea, ese intercambio cultural permanente que hay. Nueva York, ¿qué es Nueva York? Es un lugar al cual la gente va a ver espectáculos. Eso crea trabajo, fuentes de trabajo, dinamización, mejora el espíritu de los seres humanos. Y Montevideo tiene todas las características para serlo, lo fue incluso, porque lo fue.

CM - Yo quería destacar simplemente algunas cosas. El CCM trae el cuarteto Darky de La Scala con entrada libre, no se paga, hay todas las semanas un concierto para las escuelas, que también es gratis.

MR - Para estimular la juventud.

CM - Y por otra parte tiene en venta los abonos para ocho conciertos internacionales, hay que saber porque hay que comprarlos.

EC - Y tú estás absolutamente embarcado en convencer a la gente de que no se los pierda.

CM - Claro que sí.

MR - No sabés lo que fue el concierto que dio el CCM inaugurando el ciclo de los lunes a mediodía con la orquesta italiana para niños discapacitados de la orquesta Roosevelt. Yo fui a ver los rostros de esos niños que nunca se habían imaginado una orquesta en ese lugar paradisíaco, en ese palacio que es el Solís -más allá de que te gusten algunas que se han hecho o no-, y eso es un esfuerzo humano. Hay momentos que decís: vale la pena vivir. Cuando uno ve una orquesta de ese calibre decís: la vida es otra cosa que la vida cotidiana. Yo creo que es tan importante.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe