Entrevistas

Al rescate del patrimonio industrial

Al rescate del patrimonio industrial

Los procesos industriales son parte de una cultura. En Europa ya es una tradición rescatar fábricas que cayeron en desuso. Y ahora se intenta hacerlo en Uruguay. El Frigorífico Anglo y la Estación Artigas podrían ser el comienzo. Eusebi Casanelles, presidente del Comité Internacional para el Patrimonio Industrial y su representante local, René Borretto, explicaron los planes.

(Emitido a las 9.11)

EMILIANO COTELO:
Muchas veces se ha dicho que Uruguay es un verdadero cementerio de fábricas. Pero, ¿eso tiene que ser necesariamente algo 100% negativo? ¿No habrá alguna forma de sacarle provecho a esas instalaciones en desuso?

La lectura negativa es bien lineal: esas fábricas cerradas con el tiempo se convierten en un problema: edificios que se van deteriorando, que terminan afectando el paisaje y dando la sensación de un país detenido, y –por qué no– moribundo.

Pero en muchos casos esos restos nos hablan de un modelo que algún día fue y que hoy no es más. Entonces una opción es rescatar ese pasado para promoverlo por ejemplo como un atractivo turístico, con lo cual incluso hay una posibilidad de ingreso de recursos.

Este planteo, que quizás sorprenda a muchos de nuestros oyentes, es una realidad y muy consolidada en muchos países del mundo.

Les proponemos ocuparnos del tema patrimonio industrial.

Estamos en diálogo con Eusebi Casanelles, que es catalán, tiene 58 años, es ingeniero industrial y especializado en museología. Además es presidente ejecutivo del Comité Internacional para la Conservación del Patrimonio Industrial (TICCIH, por su nombre en inglés), y está en Montevideo.

Casanelles viene con el profesor René Boretto, director del Museo de la Revolución Industrial de Fray Bentos que funciona en el ex Frigorífico Anglo, y presidente de la Asociación Uruguaya de Patrimonio Industrial (AURPI).

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Ingeniero Casanelles, vamos a comenzar aclarando conceptos. La primera es una pregunta a propósito del TICCIH, ¿cuándo y por qué fue creado?

EUSEBI CASANELLES:
Fue creado en los años sesenta porque había una serie de profesores que veían cómo las industrias de antes de la guerra se iban destruyendo porque había habido una oleada de innovación tecnológica y aquellas fábricas habían quedado viejas, obsoletas y por lo tanto la solución era su destrucción.

Estos profesores vieron que aquellas fábricas, muchas del siglo XVII, eran parte de la historia y parte de la esencia de Inglaterra. De hecho eran fábricas que habían hecho grande a Inglaterra y por lo tanto ellos eran conscientes de que si se destruían se destruían testimonios muy importantes de la historia del pasado. Esto pasó en Inglaterra, hubo también una corriente en Francia, Suecia, Alemania, que iban a salvar este patrimonio industrial como elemento de testimonio de una historia fundamental, de una época que cambió completamente el mundo, que a partir de la industria dejó de ser un mundo exclusivamente agrícola para ser un mundo en el cual la industria era el motor de la economía, sobre todo en los países de los que hablamos.

EC - Usted habló de patrimonio industrial. ¿Cómo se define ese concepto? Porque se habla incluso de arqueología industrial.

EuC - Esos primeros profesores utilizaron la palabra arqueología, estaban interesados sobre todo en estudiar los restos de la industria para saber cómo vivían y trabajaban los obreros en aquella época. Esto es importante porque de la historia nos llegan los documentos, nos llega información de las clases altas pero sobre cómo vivían los obreros, cómo trabajaban hay muy poco. Y tampoco sobre cómo estaba organizado el trabajo. Entonces a través del estudio de estas industrias, muchas del siglo XVIII, principios del XIX, se podía llegar a conocer estos elementos cualitativos de la historia que los grandes números de natalidad, muerte, producción, exportación e importación no dan. Por eso el nombre de arqueología.

Actualmente arqueología se refiere a una manera de estudio, de aproximarse a la historia diferente a la otra, en cambio cuando hablamos de patrimonio, sobre todo en nuestras lenguas, nos referimos a él como un bien a preservar. Es lo que queremos preservar para futuras generaciones. En este caso no podemos conservar todo entonces tenemos que elegir qué elementos queremos preservar.

EC - Justamente, ¿qué tipo de restos industriales suelen objeto de preservación? ¿Cuáles son los que con más frecuencia se protegen? Es evidente que no toda fábrica abandonada sirve para este tipo de proyectos.

EuC - Son los que tienen más relevancia para la sociedad. Se preservan de todo tipo, hay minas, fábricas textiles, fábricas agroalimentarias, ferrocarriles, medios de comunicación, hay de todo.

EC - Hay veces que hay una fábrica y hay veces que es una zona.

EuC - Sí, esto en todo tipo de patrimonio, la Unesco lo está impulsando, en vez de considerar sólo un objeto se considera toda la zona, porque cuando una industria está en un sitio es por alguna cosa, está porque hay otras industrias, porque tiene materias primas, están las viviendas de los obreros, están las viviendas de los burgueses, hay una iglesia hecha expresamente, un teatro. Cuando hablamos de este patrimonio industrial, en muchos casos no se habla sólo del lugar productivo sino del lugar donde se vivía y trabajaba. Lo importante es que el patrimonio industrial nos ayuda a saber cómo se trabajaba y cómo era la vida cotidiana de la gente normal.

EC - Y una vez seleccionado uno de esos cementerios industriales, ¿qué se hace en él? ¿De qué manera se lo relanza?

EuC - En principio lo más efectivo es musealizarlo. Si tenemos una fábrica de papel, por ejemplo, allí se explica cómo se hacía el papel. Si es un lugar muy grande se hace un centro de interpretación y se interpreta con itinerarios por el lugar o por el territorio. Nosotros queremos que las personas vayan por las calles o por los sitios y tengan conciencia de que allí se industrializó. Es una reutilización que siempre se ha interpretado pero en principio hemos de pensar que no podemos conservar todas las fábricas como museos, sino que estas fábricas –de las cuales hay miles y miles en todo el mundo– se han de reutilizar para viviendas.

EC - ¿Cómo se pueden reutilizar?

EuC - Hay de todo, en Cataluña misma hay muchas viviendas que se han hecho dentro de fábricas, hay escuelas, centros culturales, se puede contar de todo, hasta ayuntamientos que se han hecho en antiguas fábricas. Hay que tener en cuenta que la fábrica no es un elemento que tenga la belleza tradicional, pero es un elemento funcional, por ejemplo las textiles, manufacturas con grandes ventanas o a veces con dientes de sierra, cuando se restauran toman un carácter muy fuerte. Estas fábricas se pueden convertir en un emblema, de esto hay muchas clases, un emblema para la ciudad.

EC - ¿Algún ejemplo?

EuC - En Cataluña las fábricas que tienen museo en terraza son grandes emblemas de la industria, de que Cataluña es una fábrica modernista. En Barcelona está la Casa Ramona, que es un centro cultura de la casa de terraza, hay una escuela industrial en la antigua Mayor, y ahora estamos reivindicando una gran fábrica, una de las más antiguas de Barcelona para hacer un centro cultural. Los oyentes de aquí no sabrían de qué estoy hablando, pero podría decir una gran lista, por ejemplo a nivel internacional la antigua Fiat de Turín, que se ha convertido en un gran centro comercial cultural. Era una fábrica que en el techo en el sexto piso tenía una pista de pruebas de coches. Y en la National Gallery de Londres, que era la antigua central eléctrica con tres chimeneas, y podríamos hacer una lista de lugares muy interesantes. En Estados Unidos hay grandes fábricas donde han hecho una interpretación, hay cuatro o cinco museos donde se explican diversos aspectos de los componentes técnicos y sociales de aquella ciudad, pero la mayoría están reutilizados para vivienda, para otras cosas. Es un gran centro de atracción al lado de Boston.

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EC - René Boretto, ¿cuál es el vínculo que tiene Uruguay con TICCIH?

RENÉ BORETTO:
En este momento la vinculación es a través de una corresponsalía, que está a mi cargo, una responsabilidad que me dio el TICCIH. Una de las cosas que procura esta institución que ya está presente en 50 países del mundo y en los cinco continentes es establecer una vinculación con aquellos lugares donde de una forma u otra pueda haber una perspectiva de crecimiento, de interpretación del patrimonio industrial para reforzar la imagen nacional, y como toda industria está relacionada en un mundo global que no es de hoy sino que viene de hace mucho tiempo, la presencia del TICCIH nos sirve de contacto y en esta oportunidad queremos, con la presencia del doctor Casanelles, hacer algo inédito en Uruguay.  Primero crear una institución que se va a llamar Asociación Uruguaya para el Patrimonio Industrial, que pretende ser la representación oficial de nuestro país dentro de la institución internacional.

EC - ¿Cuándo se va a crear? Ya.

RB - La vamos a crear mañana jueves como una forma de sentirnos orgullosos por ser apadrinados por el doctor Casanelles. Se va a cumplir mañana a la hora 16 en el Museo de la Revolución Industrial con la presencia de representantes de instituciones de distinto rango y distinta índole procedentes de distintas partes del país, incluso acompañados desde Argentina por aquellos con quienes ya hemos establecido un vínculo de trabajo técnico.

EC - Allí tenemos un ejemplo uruguayo de patrimonio industrial a preservar y promover: el ex Frigorífico Anglo, que ya está encaminado en esa dirección con el museo que el profesor Boretto ha impulsado. ¿Qué puede aportarle a ese museo en particular la coordinación con el TICCIH?

RB - Principalmente nos puede aportar el relacionamiento internacional. En Uruguay a pesar de que tenemos inquietudes la actividad del patrimonio industrial cada vez se viene tecnificando más y requiere un apoyo. Un aporte desde el punto de vista técnico, el asesoramiento, algo como lo que va a hacer el doctor Casanelles cuando llegue a Fray Bentos: decirnos si lo que estamos haciendo está bien, regular y ver cómo hay que cambiarlo, de qué manera podemos insertarnos dentro de esa experiencia que ellos tienen en España y que él reconoce también en todo el mundo por su calidad de presidente de la institución.

EC - ¿También están en juego fondos, recursos? Porque una de las preguntas es de dónde sale el dinero para la preservación de estos ejemplos del patrimonio industrial. ¿Quién se mete en estos bailes?

EuC - Se meten empresas privadas e instituciones públicas, depende un poco de la política de cada país. En nuestro país –estoy hablando concretamente de Cataluña, pero también de España– los gobiernos autónomos y un poco el gobierno central han puesto dinero para la recuperación de este tipo de patrimonio. Lo más importante es tener conciencia de que los restos industriales son parte del patrimonio, si no son un conjunto de ruinas que no sirven para nada. Cuando se llega a esta mentalización de que los molinos de agua, estas fábricas, estos frigoríficos, ya no vendrán, ya no estarán nunca más, que las calderas de vapor, las máquinas de vapor ya no existirán más y que son parte de nuestra historia es cuando viene esta conciencia del patrimonio, y aparte en la administración pública haya esta conciencia de que no hemos de destruir esto.

Ayer explicaba que en España hasta hace un siglo se destruyó una cantidad de elementos porque para la gente una iglesia gótica, un castillo en principio eran ruinas que molestaban y además querían las piedras para hacer sus casas, entonces no se salvó hasta que hubo esta concienciación del patrimonio. Con el patrimonio industrial ha pasado lo mismo, esto que hemos visto funcionar, donde han trabajado nuestros padres, hoy es parte del patrimonio porque el mundo antes cambiaba muy poco a poco pero hoy cambia muy deprisa.

EC - Pero por más conciencia que se tenga –y todavía hay que avanzar mucho en esta zona del mundo en la asunción de esa conciencia a propósito del patrimonio industrial– puede no haber dinero, a veces países como los nuestros no tienen disponibilidad de recursos para destinar a estos fines.

EuC - Yo recomiendo que en muchos de estos lugares se haga una tarea de conservación, de consolidación, como hacemos con las ruinas romanas o ruinas, que se conservan de manera que no se deterioren más porque en el futuro se pueden recuperar. Para el capital privado reutilizar una industria no es tan caro, seguramente ganará menos que tirando basura y haciéndolo nuevo, pero aquel edificio realizado con restos industriales tiene un valor patrimonial y puede tener un valor estético mucho más interesante que el de un edificio cualquiera de estos últimos años.

EC - Por el lado de la reutilización de lo que fue un edificio de una industria, algunos oyentes aportan ejemplos de nuestro país. Un oyente recuerda el caso de la fábrica de Alpargatas, que fue recuperada, un edificio fue hecho viviendas y el otro fue traspasado a la Facultad de Química y está siendo remodelado. Allí tendríamos trabajos de esta misma filosofía.

Pero hay más ejemplos en Uruguay de sitios, de lugares que son patrimonio industrial y pueden aprovecharse o se están aprovechando ya con proyectos concretos.

Rosario, tú conoces bastante de cerca la experiencia en el barrio Peñarol.

ROSARIO CASTELLANOS:
Sí, y vale la pena mencionarlo porque es un ejemplo montevideano, porque tiene que ver con una zona de Montevideo que surgió vinculada con la historia del ferrocarril, hoy tan alicaído, pero que ha dejado una serie de testimonios realmente notables, desde la estación a todo lo que tiene que ver con las propias instalaciones de los talleres. Hay que ver lo que es el edificio donde se arreglaban las locomotoras, las máquinas, una especie de octaedro de ladrillos que es una maravilla. Pero además el barrio en sí que se creó a partir de las viviendas que los ingleses hacían para sus funcionarios de las distintas categorías. Y hay un proyecto, demasiado lento para los ansiosos como yo, de transformarlo en un circuito y paseo turístico que a partir de quien hoy es el presidente de la Comisión del Patrimonio, Manuel Esmoris, se puso a caminar y comenzaría con un paseo propuesto desde la propia estación de ferrocarriles Artigas hasta llegar a Peñarol por tren y allí visitar las distintas instalaciones que se vienen recuperando.

EC - El profesor Casanelles estuvo ayer recorriendo Peñarol. ¿Qué impresiones sacó?

EuC - Muy buenas. No soy un experto en ferrocarril, pero en Europa seguro que no hay una estación y unos talleres de ferrocarril como los que hay aquí, un lugar donde hay las barras de transmisión trabajando, hay unos edificios con un material dentro que para mí son únicos, no sé si en América Latina queda algún otro sitio como este, pero es muy raro porque en principio estos lugares o se han abandonado y se ha sacado todo del interior o siguen funcionando y se ha renovado todo, pero tal como estaba, que está actualmente, como fosilizado desde hace muchos años, es algo único y se podría transformar en un lugar que explique lo que fue este centro de taller muy interesante a nivel mundial.

EC - O sea que usted allí ve la posibilidad incluso de desarrollar un flujo de turismo que venga de fuera del país.

EuC - Sí, en general el turismo que visita estas cosas es del entorno, pero ustedes tendrían un monumento a nivel internacional. Lo mismo que Fray Bentos, no lo he visto, pero frigoríficos sólo hay en América del Sur, y además tuvo una repercusión, cuando yo era pequeño todos tomábamos el extracto carne que se hacía aquí. En este caso es único porque sólo se hizo aquí. Y esto explica no sólo una parte de la historia de Uruguay, explica una parte de la historia mundial, una parte de la vida cotidiana de la historia mundial. En el caso de Fray Bentos no es una cuestión de Uruguay que hay que preservar, sino una cuestión a escala mundial.

EC - Estos ejemplos son interesantes porque invertir en estos lugares no sólo implica preservar el patrimonio para las futuras generaciones sino también abrir puertas de negocios, generar la posibilidad por ejemplo de un movimiento turístico que después permita recuperar esas inversiones realizadas y generar puestos de trabajo, etcétera.

EuC - Si viniera sólo el 1% de la gente interesada en el ferrocarril en todo el mundo, que son muchísimas y son las personas que visitan todo, ya tienen un flujo importante de turismo. Cada país tiene que intentar tener un patrimonio, tener elementos que sean de categoría internacional, y tanto Peñarol como Fray Bentos son elementos de categoría internacional y el caso de Fray Bentos podría entrar en la lista de patrimonio de la humanidad. Depende de cómo se trate.

EC - Rosario, ibas a agregar algo más.

RC - Sí, quería plantearle una pregunta al profesor: ¿en qué medida el involucramiento de una comunidad, de una sociedad en el sentido de tomar conciencia del valor de ese patrimonio puede alentar ese tipo de iniciativas? En este caso pongo el ejemplo: Fray Bentos entiende y quiere al frigorífico como parte de su historia; no sé si ocurre lo mismo con los montevideanos con respecto a Peñarol. Por eso planteo la pregunta, ¿en qué medida tomar conciencia es determinante a la hora de poner en valor este tipo de emprendimiento?

EuC - El 90% del patrimonio industrial se ha salvado gracias a movilizaciones populares. Les voy a explicar un caso concreto. En Barcelona se ha abierto todo un barrio que había sido el Manchester catalán; imagínense los especuladores y los constructores cómo están en esta zona que antes estaba separada por la vía del ferrocarril y ahora se ha abierto.

EC - ¿Cuál es la zona?

EuC - El Pueblo Nuevo de Barcelona. Ahora hemos acordado salvar 100 elementos del patrimonio industrial, que casi todos son fábricas. Esto si no hubiera sido por la movilización de los vecinos no se habría salvado y se habría perdido la memoria del que fue el centro industrial más importante. Estamos luchando por esto. Pero desde el primer monumento que ayer les enseñé, que fue la estación de Houston, que se destruyó porque el gobierno británico no le dio importancia, pero desde el principio ha habido siempre movilizaciones populares para salvar estos restos. No es lo mismo que una iglesia románica, una iglesia gótica, un elemento con unas características de arte importantes, o elementos antiguos, como algo de la cultura incaica, todas las universidades, todos los estamentos culturales públicos y privados que lo apoyan. En este caso lo ha apoyado la gente, muchas veces porque es la historia de sus padres y sus abuelos o su misma historia.

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EC - ¿Cuándo se va para Fray Bentos?

RB - Nos estamos yendo esta mañana.

EC - ¿Habrá oportunidad de escucharlo allí? ¿Qué actividades están previstas?

RB - A la noche vamos a tomar parte del festejo de los 100 años de la chimenea del Frigorífico Anglo, un icono de la ciudad que representa, o por lo menos representaba cuando humeaba, la actividad industrial de la ciudad, y que hoy hace una especie de paralelismo con esa otra chimenea que está saliendo en el otro horizonte de Fray Bentos, que es la de Botnia.

EC - ¿Cuándo es ese acto?

RB - Esta noche a las 19.30 en la Sociedad Recreativa La Estrella, una institución que este año, este mes está cumpliendo 125 años, y que está metida, injertada en ese barrio Anglo que tiene un valor patrimonial para los fraybentinos, para los rionegrenses y para Uruguay realmente de mucha importancia.

El jueves a la tarde el doctor Casanelles nos va a acompañar apadrinando la creación de la AURPI, y culminando eso no podemos dejar de aprovechar su presencia para que nos haga una conferencia sobre la importancia, la trascendencia del patrimonio industrial en el turismo y esto que acababa de preguntar Rosario, cómo las instituciones partiendo de la base de la comunidad pueden apoyar esa actividad.

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Edición: Mauricio Erramuspe