Entrevistas

Durazno volvió a latir con el rock nacional

Tras la incertidumbre climática, la cuarta edición del Pilsen Rock volvió a ser una fiesta para Durazno. Más de 100.000 jóvenes llegaron al corazón del país para ver a las mejores bandas uruguayas. Los periodistas Alejandra Borques y Gerardo Minutti compartieron sus primeras impresiones tras un fin de semana de rock nacional.

(Emitido a las 7.42)

EMILIANO COTELO:
Culminó esta madrugada la cuarta edición del Pilsen Rock en Durazno, un festival que en esta ocasión tuvo a Buitres como encargado del cierre. Después de un sábado bajo agua el clima se apiadó de las decenas de miles de personas que asistieron este fin de semana a la ya clásica fiesta del rock nacional. Sábado y domingo pudieron cumplirse las agendas, el sábado con un poco de retraso, ayer ya normalmente.

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Alejandra Borques, tu estás volviendo de Durazno...

ALEJANDRA BORQUES:
Aún estoy en Durazno. Como dice Buitres, el cielo pudo esperar, así titula hoy El Acontecer, el diario de Durazno, a propósito de lo que fue esta fiesta del rock. Estoy desde el viernes aquí, la ciudad está aún literalmente invadida por la mayoría de los jóvenes que vinieron a disfrutar este espectáculo.

EC - Entonces viviste la angustia del sábado de mañana.

AB - Toda, terrible, desde las 8 de la mañana allí en el Parque de la Hispanidad viendo cómo la organización tomaba en cuenta esas cosas que a veces uno no prevé, los peligros de la lluvia cuando hay montado un espectáculo de las características del Pilsen Rock, además teniendo en cuenta la fuerte presencia de muchísimos espectadores. El sábado a las 16 horas se decía que ya había 70.000 personas en Durazno.

La ansiedad iba creciendo con el correr de las horas, fue difícil esperar hasta poco después de las 18, cuando Claudio Picherno literalmente levantó un dedo hacia todos los que estábamos trabajando y esperando a ver qué hacíamos, si teníamos que quedarnos hasta el lunes o si se ponía en marcha una vez que dejara de llover. Llovió muchísimo, el parque quedó bastante embarrado, pero por suerte se pudo empezar sobre las 19 horas la primera jornada, con casi dos horas de retraso. Arrancó con un grupo que se llama "Pecho e Fierro". Yo no soy especialista en música, para eso está "Tato" Minutti, pero como periodista tuve el privilegio de estar detrás trabajando con una organización que quiero destacar, teniendo en cuenta sobre todo los elementos de seguridad para las casi 120.000 personas que terminó habiendo en la noche de ayer en un parque absolutamente repleto.

EC - ¿Cómo se desarrollaron las actividades? ¿Cómo fueron los espectáculos? Algunas características que notaste.

AB - El sábado La Trampa y No Te Va A Gustar, que fueron las dos que cerraron, fueron las que de verdad movieron a la gente. Pero anoche, domingo, cuando la jornada ya era normal, con un sol precioso sobre las 17 horas cuando empezaba a tocar un primer grupo que se llama Eslabón, que es metalero, fue durante la actuación de Trotsky Vengarán que se notó que la gente estaba absolutamente contenta con el transcurso del espectáculo. Durante la actuación de esta banda todos quienes estábamos mirando detrás del escenario vimos cómo el accionar de seguridad tenía presente el famoso pogo. No sé si vos algunas vez has estado en uno...

EC - No, pero sé lo que es.

AB - Yo nunca lo voy a intentar, lo he visto desde el escenario en mi condición de periodista, de verdad se nota que se divierten pero por momentos uno teme por ellos. Había detrás del escenario ambulancias que ayudaban y atendían a quienes se sintieran mal, y si había alguien lastimado rápidamente era sacado del parque. El diario de Durazno no tiene registro de que haya habido alguien lastimado, todo lo contrario, se habla de lo bien que estuvo, de lo bien que se pasó, de lo divertido que resulta para los músicos. Me quedo con la palabra de uno de los guitarristas de Trotsky Vengarán, que decía: "Aquí los músicos venimos a verlos a ustedes".

EC – Gerardo "Tato" Minuti nos puede hablar de la parte musical. A cuenta de un mayor desarrollo, ¿cómo defines este Pilsen Rock en comparación con los anteriores?

TATO MINUTTI:
Este Pilsen Rock, como dijeron muchos músicos que se subieron al escenario, algunos de los cuales vienen año a año a Durazno, sigue sorprendiendo. Se avanza desde muchos puntos de vista, desde la organización, desde cómo se prepara la ciudad y también desde lo musical. Las bandas saben que tienen en Durazno un fin de semana al año una cita importante, bandas que se preparan mucho para eso, y no sólo las experientes que de repente tocan muy pocas veces para el gran público, por la masividad que convoca, sino también las bandas nuevas.

Ese es un acierto de la organización, dar apertura dentro de la grilla a muchas bandas nuevas que tienen una vidriera impresionante, porque para una banda como la que abrió el festival, "Pecho e Fierro", es algo absolutamente disparatado. Y las experientes saben que van a tocar una vez al año frente a su mayor audiencia. Eso se nota, los músicos disfrutan mucho, en este festival estuve mucho arriba del escenario y lo pude ver también desde ese lugar, pude ver que más allá de la factura técnica del show, que siempre es importante –sobre todo para los periodistas y alguno más que anda en la vuelta–, el público se guía por la emoción y muchos músicos terminan actuando desde ese lugar, dando lo mejor que tienen, tocando muy bien, cantando muy bien, pero a muchos la emoción los pasa por arriba y está bueno que se note porque el grado de emoción que la fiesta genera en la gente es lo principal.

EC - Alejandra, ¿qué estás viendo en este momento en Durazno?

AB - Carpas por todos lados, no sólo en los campings han acampado los jóvenes que se acercaron hasta acá –que son muy jóvenes–, hay carpas hasta en las plazas, al costado de la terminal, la gente ha terminado durmiendo sobre los monumentos, en los zaguanes. Ya es difícil que el pueblo de Durazno, con el intendente Carmelo Vidalín a la cabeza, pueda resistirse a nadie, todo el mundo terminó prestándole algo a alguno de los 120.000 visitantes que este fin de semana se dieron una vuelta por aquí.

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Edición: Mauricio Erramuspe