Intervención de Hugo García Robles
Yo tuve con tu padre encuentros esporádicos, voy a hablar como lector.
Voy a decir algo que muestra de manera clara hasta qué punto era un lector omnívoro: lo leí comentando un libro de medicina. Eso es historia pura, no es una opinión, reseñó un libro de medicina, doy fe. Lo leí sorprendido pero lo recuerdo perfectamente.
Era un crítico temido porque era muy preciso y acerado. Recuerdo un poeta amigo -a quien no quiero nombrar por respeto, por lo que voy a decir- a quien le corregía con toda razón errores sintácticos y gramaticales [...] Por último algo que ya dijo Hugo Rocha, yo lo escuché, seguramente en alguna intervención radiofónica, describir lo de Vietnam. Me impactó la imagen que me trasmitió en ese momento de lo que era la guerra, además retratando de una manera muy vívida lo que era una tienda de campaña norteamericana, hasta con gin tonic disponible en el refrigerador, el equipamiento, y del otro lado lo que sabemos que había, la voluntad del Vietcong, en un contraste clarísimo, un claroscuro marcado de manera categórica, me sorprendía esa visión que me revelaba cosas que al no estar allí no podíamos conocer con esa nitidez. De modo que fue además un hombre de la información, un hombre del periodismo.
Pero el crítico, el periodista cultural en cierto modo, pero sobre todo crítico, el crítico literario implacable es lo que yo rescato, que quedaría muy claro si se hiciera esa recolección de sus artículos. El prólogo de Hudson, por supuesto, que hemos leído todos, pero hay muchas más cosas. Y siempre fue implacable e impecable.
Por último escribía bien, tenía la cortesía de acercar al lector sus buenas opiniones en un hermoso envase.