La voz de las jineteadas
Ex jinete y ahora relator, Francisco Marino Urchipía, la voz de la criolla del Prado, se definió como "un estudioso del caballo" y aseguró que "para ser relator tenés que tener conocimientos de las jineteadas, si no no podés".
ALEJANDRA BORQUES: Leíamos en la edición de Brecha, en un especial sobre las criollas, parte de una entrevista que usted le dio al semanario. Y aquí estamos para que nuestros oyentes lo reconozcan un poquito más si es que este fin de semana se van a dar una vuelta por allí. Tiene 62 años y hace 21 que relata las criollas. ¿Cómo se hizo relator de las criollas? *** FRANCISCO MARINO URCHIPÍA: FEDERICO DALMAUD: FM De mañana estuvimos relatando la finales de la prueba de rienda y de tarde comenzamos con los relatos de jineteadas. Mucha gente desconoce qué es un relator de jineteadas. Yo a veces hago algunas comparaciones, porque soy un hombre que me preocupo y que tengo cierto grado de estudio. Además, trato de profesionalizarme día a día en el relato de la jineteada. En primer lugar, se tiene que tener conocimiento de cómo corcovea un caballo, de cómo tira sus altos, sus "corcovos" como se dice en el lenguaje paisano. Y también hay que tener conocimiento del paisano: el porte, la elegancia, cómo trabaja con sus elementos (las espuelas, riendas, poncho y recado), el estilo que hay que tener arriba de un caballo. Un jinete es un equilibrista. Así como una persona que trabaja en un circo, el jinete también tiene que mostrar esa elegancia que le permite hacer malabares arriba del caballo, manejando con destreza todas sus herramientas de trabajo. Por ejemplo, en la monta en basto hay que tener muy en cuenta la elegancia de cómo trabaja el poncho, la elegancia, cómo trabaja la espuela, la característica particular de espolear un caballo para ayudarlo a corcovear. Y finalmente como se agarran de las riendas para mantener el equilibro en esas tres cosas y poder ser un jinete de porte. AB - ¿Ha estado arriba de un caballo? FM- Sí, anteriormente fui montador profesional. No tuve la suerte de llegar a la Rural del Prado. Mejor dicho, el año en que venía a montar a la Rural (en 1965) tuve un accidente grave y me retiré de los ruedos de jineteada. Pero indudablemente para ser relator tenés que tener conocimientos de las jineteadas, sino no podés. AB - ¿Vas a ver los caballos antes de que salgan a hacer la jineteada? FM Como dije, soy un estudioso del caballo. Los caballos son como los seres humanos, son tan inteligentes como el perro y eso hay que tenerlo muy en cuenta. Hay historias de caballos que después que se acostumbran a un amo, hacen cosas increíbles por esa persona. Pero el deporte de la jineteada felizmente ahora considerado como tal- es muy antiguo. En la gestas artiguistas, en la revolución contra invasores españoles, ingleses y portugueses, las tierras americanas estaban llenas de potros salvajes, de potros cerriles y había que ir agarrándolos, enlazándolos, boleándolos. Y en muchas batallas, como eran potros semisalvajes, había que ir jineteando con una lanza, una boleadora o un cuchillo, porque los caballos se encabritaban y se ponían a corcovear. Es el deporte más antiguo que tenemos. Hoy en Uruguay, yo que tengo la suerte de andar en todo el país de ruedo en ruedo, hay entusiasmo con este tipo de deporte. Porque acá vienen los abuelos, los nietos , las personas mayores, es un día de familia y la gente disfruta. Acá no hay barras bravas, no hay cosas raras. Simplemente la gente viene a compartir y a disfrutar. Además, si empezamos a analizar, la mayoría de la gente de Montevideo es del interior del país. FD Nos hablabas de la cantidad de conceptos que hay que tener en cuenta a la hora de relatar. Pero, ¿alguna vez hizo un cálculo de la cantidad de palabras que mete en los 12 segundos que dura la jineteada? FM No lo he hecho. En el Prado está todo muy profesionalizado y muy comercializado. Hay que respetar los avisos comerciales, locutores y una cantidad de cosas y te limitás nada más a los segundos que tenés posibilidad. A mí me gusta, cuando relato jineteada, ser descriptivo. Como un relator de fútbol cuando un jugador hace una chilena o una moña. En el lenguaje paisano hay una cantidad de cosas: cómo corcovea el caballo, cómo el jinete tiene que preparar el cuerpo arriba del caballo, porque es un ejercicio, una práctica. No sólo es subirse arriba del caballo, sino también tener la agilidad y vista suficiente para poder mantenerte en el lomo, porque todos los caballos tienen distintas formas de corcovear. Entonces, un jinete profesional tiene que estar preparado para poder sobrellevar todas las dificultades que se le puedan presentar en las jineteadas. Además, a mí me gusta trabajar con el público, entusiasmarlo, engancharlo. Y con perdón de mi petulancia o mi vanidad, en mi trayectoria, si bien ya soy un veterano de los ruedos orientales, le he dado participación al público. La jineteada no tiene sentido si el público no participa. El relator tiene que hacer que el público se enganche al nombrar las cualidades de ese jinete, aunque caiga. Porque hasta los mayores campeones de la historia de la Rural del Prado (se inauguró en 1925) en alguna oportunidad han caído. Así como los grandes goleadores yerran un gol frente al arco. Pero me gusta que la gente apoye al jinete para entusiasmarlo, agrandarlo y darle coraje para que deje todo de sí. ROSARIO CASTELLANOS: FM - Sí. Como un trapecista o como un karateca. El jinete también tiene que tener esa visión, esa práctica que se adquiere con el tiempo, para que cuando un caballo lo voltea sepa aflojar el cuerpo a tiempo. Porque si cae luchando con el caballo, está comprobado que el golpe es tres veces más que el peso de tu cuerpo. Si pesa 60 kilos, cuando el caballo lo despida van a ser 180 kilos que van a caer de esa altura de dos metros. La jineteada y el boxeo son los deportes más duros. Porque el paisano a veces se levanta un poco rengo, agarrándose el estómago, un hombro o el pecho, y todo eso, a través de los años, repercute en el estado físico; son golpes internos y muy difíciles de sobrellevar.
¿Alguna vez prestó atención al relator de las criollas? ¿Ese que le cuenta cómo se desempeña el jinete sobre el caballo? Una voz fácil de reconocer. Él es Francisco Marino Urchipía, el relator profesional de las criollas.
Soy un hombre criado en campaña, toda la vida trabajé en las estancias y siempre me gustó mucho el caballo, porque al caballo hay que quererlo, hay que amarlo. Es como quien tiene una mascota en su casa, un perro, un gato. Los hombres de campo estamos muy identificados con el caballo, no sólo por lo que representa es símbolo nacional sino por tradición. Es que todavía felizmente el caballo, en la campaña, sigue cumpliendo un rol preponderante que ni las motos cross y ni una cantidad de cosas lo pueden superar. Es una identidad nacional y una herramienta de trabajo.
¿Cómo es su día en la Rural?
Ya que muchas veces el jinete termina en el piso. ¿Hay alguna forma de aprender a caer en mejores condiciones?