Javier Figueroa, director de MTW estudio de Animación, empresa que llevó a cabo esta serie animada, explicó sobre esta experiencia uruguaya.

El Pequeño Héroe y el Tesoro de La Luz

Durante el año pasado se emitió en Canal 4 la serie animada El pequeño héroe y el tesoro de la luz. Fueron 30 episodios, de cinco minutos cada uno, con un niño que representa los valores de José Artigas como protagonista. Javier Figueroa, director de MTW estudio de Animación, empresa que llevó a cabo este desafío, estuvo contando sobre esta experiencia y sobre las perspectivas de la animación en Uruguay. Además, esta tira animada se reeditará próximamente.

MAURICIO ALMADA:

Seguramente muchos oyentes habrán visto el año pasado, por Canal 4, la serie El Pequeño Héroe y el Tesoro de La Luz. Fueron 30 episodios, de 5 minutos cada uno, con Artigas jovencito como protagonista.

Para hablar de esta experiencia nos acompaña Javier Figueroa, que es el director de MTW Studio, la empresa encargada de realizar la tira.

¿Cómo fue la evolución en el estudio para llegar a esto? Ustedes hacían animaciones.

JAVIER FIGUEROA:

Estábamos trabajando para el exterior en el ambiente publicitario, haciendo story board y animatic para empresas de Estados Unidos y Centroamérica. Nos contrataban a façon, había que hacer un trabajo para una agencia de publicidad, y la agencia de publicidad tenía que competir en niveles de calidad y de velocidad con estudios de otras partes del mundo. Teníamos que ser más baratos y tener por lo menos la misma calidad que estudios de otras partes del mundo.

MA - ¿Se podía?

JF - Sí, se podía. Lo que sucede es que, con tanto intermediario, intermediario e intermediario, lo que nos tocaba como pago era apenas una pequeña parte de lo que nos merecíamos. Entonces llega un momento en que decís: ¿qué hacemos?, ¿migramos hacia un estudio de animación o nos convertimos en una empresa de advertising, de publicidad? Con nuestros socios, que son Roberto Bayeto y Andrés Sanromán, uno escritor y el otro dibujante, animador, dijimos: vamos a convertirnos en lo que Uruguay no tiene, en un estudio de animación.

Uruguay tiene antecedentes de cortos publicitarios o dibujitos animados cortos, pero no series, no estudios abocados a trabajos de largo aliento. Para hacer la película Cars, por ejemplo, estuvieron cinco años. O se estrena "El arca de Noé", en Argentina, cuyo proceso pudimos ver invitados por la gente de Patagónica, la gente de Uruguay de RVS. Son trabajos de un año, de dos años, preproducciones. El Pequeño Héroe y el tesoro de La Luz tiene 24 meses de preproducción, y hay pocas empresas que están mentalmente preparadas como para decir: empezamos ahora, empezamos a hacer fondos, empezamos a hacer el personaje, desarrollamos la música, desarrollamos la línea de acción, porque es un producto integral, y todo lo que tiene que ver con merchandising. Uruguay tiene un problema de volumen.

MA - Viejo problema.

JF - Aquello de que en Uruguay no se pueden hacer dibujos animados en serie porque no hay volumen. Ahí está el reto, el por qué de El Pequeño Héroe. En una reunión de producción se dijo: "vamos a inventar un personaje que quiera todo el mundo". Empezamos a tirar ideas y alguien dijo: "Tiene que ser un personaje como Artigas, que lo quiere todo el mundo". No como Artigas, hagamos a Artigas, pero en vez de hacerlo de grande, hagámoslo de niño. Artigas está por encima de todo, es una historia de ficción, lo quieren los ricos, lo quieren los pobres, lo quiere la clase media, lo quiere la clase alta, lo quiere el moreno, lo quiere el rubio de ojos celestes, lo quieren los de derecha y los de izquierda.

MA - ¿Cómo llegaron a trazar ese personaje de Artigas joven? ¿Había estudios de ese Artigas?

JF - No, hay un hueco en la historia, lo que se sabe es el versito que todos conocemos: estudió en la escuela con los padres franciscanos, blablablá, ingresó al Cuerpo de Blandengues, blablablá. Pero en el medio había un vacío, y trabajamos en ese vacío con la licencia que toda la parte poética, artística le puede dar. No hacemos nada extraño, decimos que un hombre con una personalidad tan fuerte como Artigas debió de niño tener valores muy marcados, que de la barra debía ser el que se plantaba firme cuando había algún problema, el que tenía la palabra justa en el momento, aunque fuera un niño. Uno ve un grupo de niños y los va delineando por sus personalidades. Lo rodeamos de un grupo de amigos también muy bien marcados: dos indios charrúas hijos de un cacique; un príncipe africano que fue raptado y vendido como esclavo; un francés que no es ni inglés ni español, que representa eso de la República, con fuerte vocación; un jovencito intelectual; y un indio charrúa viejo que es el que tiene la palabra justa, un español que le da el consejo más literario, la parte más espiritual, y algunos personajes malos pero inocuos.

MA - Algunos villanos.

JF - Sí, tenía que tener, como las Némesis, tienen que existir. Le pusimos un corsario, un pirata que es malo para él, mentiroso, que dice que ha estado en grandes batallas y grandes robos, un personaje sombrío que trabaja entre tinieblas, que al principio uno no sabe si es bueno o malo.

Y le pusimos una historia, "El tesoro de la Luz", sobre el hundimiento de Nuestra Señora de la Luz. Para delinear el hundimiento de Nuestra Señora de la Luz contamos con la colaboración de Ruben Collado, el buscador de tesoros, que estuvo en el estudio. Como hacen las producciones en otros países, hicimos investigación; él trajo hasta las monedas del rescate de Nuestra Señora de la Luz. (Nos las quisimos quedar pero... Nos trabamos en lucha.)

MA - Si le sacás una moneda a Collado sos un héroe.

JF - Un crack, Ruben, la verdad. Trajo pedazos de madera, nos explicó, les dio unas clases de historia a los dibujantes, que tomaban apuntes. Está todo en un making off que se hizo.

LUCÍA MASSA:

¿Cuánto tiempo tuvieron que investigar? Me imagino que no sólo la parte del mar, con Collado, sino historia, más allá de que no se tuviera datos de Artigas en particular, pero ese momento histórico.

JF - Tenemos hecha en fondos virtuales o escenarios en tercera dimensión una reproducción, que necesitábamos, casi perfecta, de lo que era la Ciudadela, la parte antigua (es lo que se ve en el dibujo animado cuando viene el travelling). Está hecho todo en tercera dimensión, vos te podés parar debajo de la puerta de la Ciudadela y caminar por el foso, porque los niños están acostumbrados a ese lenguaje visual. Tuvimos que trabajar muchísimo, hay miles de planos, de fotos y de cosas; y charlas con profesores de historia, charlas con psicopedagogas, charlas con maestras. Nosotros no enseñamos historia, pero les sirve a los maestros como un disparador. Los episodios son de 5 a 7 minutos, están pensado para eso, para que el padre se pueda sentar con el niño a mirar un dibujo animado, que haya un diálogo entre padre e hijo, no son espadas láser ni monstruos que vienen del infinito, hay una historia en común que habla de nosotros. Ese era el claim de la serie, son dibujos animados que hablan de nosotros.

MA - Pero no es la cátedra, la clase de historia.

JF - No nos interesa. Ahora le pusimos una cosita porque sentíamos que teníamos un peso fuerte detrás y teníamos que agregarle el sentimiento didáctico, entonces ahora cada episodio que hace referencia a esclavos tiene una referencia de 30 segundos sobre los esclavos, cuando se habla de los héroes latinoamericanos hay una referencia a los héroes latinoamericanos, de todos y cada uno de ellos, 30 o 40 segundos, para que tengan un retorno didáctico un poquito más profundo. En la primera vuelta no lo hicimos, en esta decidimos darles un bonus track a los niños.

Además se trabaja sobre mitos telúricos, el primero es sobre un barco fantasma (no lo voy a contar); el segundo es sobre la leyenda del lobizón, el séptimo hijo varón, los hombres lobo; el tercero es sobre la luz mala. Hoy estamos casi en la postproducción del que trata sobre el lobizón, que se estrena en el entorno de agosto o setiembre, porque nos pidieron que repitiéramos la serie "El tesoro de la luz".

MA - Va a terminar en esa fecha.

JF - Sí, termina a fines de agosto. Además estamos montando la obra de teatro que se va a estrenar en las vacaciones de julio, se hizo un casting en el canal con acróbatas y bailarines, se mandaron hacer las máscaras de los personajes.

MA - ¿Ya está el elenco?, ¿están ensayando?

JF - Sí, en el estudio de Montecarlo.

MA - ¿Quién es Artigas?

JF - El personaje es una máscara, porque no le podemos romper la ilusión al niño. Mirá cuánto de simple y cuánto de profundo: primero porque son dibujos animados, tienen que tener esa estética del cartoon que debe respetar una fisonomía; y segundo, ¿vos te imaginás a un niño que va a ver al personaje y lo encuentra mañana saliendo de un boliche fumando?

LM - O de un supermercado.

JF - O a la indiecita con el novio caminando por la calle. Es medio bizarro para un niño. En diciembre se hizo el juego El Pequeño Héroe, el puzzle y los juegos de aventura, fue el más vendido, por encima de los competidores (voy a nombrar a Warner y Disney, de la misma línea, con los que comparte) góndola, fue el juguete uruguayo más vendido. Ahora, gracias a Ediciones B, Grupo Zeta, se editaron los libros de cuento El Pequeño Héroe, y libros didácticos, de actividades. Venimos de la Feria del Libro de dar una charla a niños de escuela sobre los personajes.

Se pueden hacer cosas, se puede generar. Más allá del dibujo animado (acá viene la reivindicación sindical), estamos dando una batalla para que los padres de hijos artistas les permitan trabajar esto, tenemos que crear una industria. Nuestro estudio, MTW, el año pasado fue designado Emprendimiento Endeavor, algo muy importante a nivel mundial. Estamos bajo el paraguas o la contención de Ingenio en el LATU, lo que nos da un índice de calidad y una tranquilidad de trabajo que no hay en otros lugares. Pero tenemos que crear muchos estudios, tenemos que generar muchos profesionales de esto en la industria, para que cuando venga un joven y diga "yo quiero trabajar, quiero ser animador digital, quiero hacer efectos especiales", no le digan "andá a la Facultad de Derecho a estudiar abogacía".

MA - ¿Uruguay puede tener una industria del dibujo animado?

JF - Sí, pero hay que formarla, hoy no tiene, estamos dando los primeros pasos para que se generen estudios como el nuestro y mejores, se tienen que dar las condiciones para que Uruguay pueda albergar producciones de alto presupuesto. A nivel técnico Uruguay está por encima de muchos países que están haciendo cosas. Nuestros productos fueron vistos en Brasil por multinacionales que nos ofrecieron trabajar con cosas de ellos en el exterior. Estamos dando la lucha porque sean properties nuestros, sean productos intelectuales de Uruguay, por que cuando venga una buena superproducción se arme en Uruguay, no que nos pidan 50 animaciones para mandar a allá, o hacer el agua para el detalle. Que se haga acá. Uruguay tiene buenísimos profesionales desde el punto de vista artístico, hay que crear las condiciones para que eso se genere.

MA - Volviendo a El Pequeño Héroe, ¿qué técnica se empleó para las imágenes?

JF - La primera es la tradicional Disney, que es la que uno tiene más en la mente, cuadro a cuadro, dibujo a dibujo, en la mesa de animación con transparencia, una hoja por encima de la otra donde uno va generando un detalle. Se llama 24 cuadros, full animation.

MA - ¿Son 24 cuadros por segundo?

JF - Sí. No en todo, porque estamos haciendo series, y a veces no hay necesidad de hacer 24 cuadros porque un personaje no soporta que lo tengas en pantalla. Tampoco es el dibujo japonés, que solamente mueve la boca. Es un recurso de animación y los niños se prenden. Yo tengo 39 años, miraba Meteoro y lo único que se movía era el auto, lo demás eran fondos que se movían detrás del personaje. Hoy los niños ven Yu-Gi-Oh!, Dragon Ball Z, Pokémon, que son grandes paneos en postales. Esa forma de animación a mucha gente no le gusta pero hay mucho en el mundo. Sólo Estados Unidos tiene 33 millones de consumidores de productos de animé. Y en Japón, en China y esos lugares el mercado es enorme.

Nosotros logramos un dibujo que está a mitad de camino entre los dos, no es el animé japonés ni el full animation americano, decimos que es un animé europeo, con fondos muy cuidados, con detalles. Porque no es que levantás una piedra y salen animadores, los tenemos que estar formando. Tenemos la suerte de tener la oportunidad de traer de Brasil un animador de Disney, que es uruguayo, que le está dando clases privadas a nuestro equipo de animación, le está enseñando técnicas. Es una persona que trabajó en Aladino, en Ositos Gummy, en Bonkers, en Gufy Patrol. Les enseña a los chicos que trabajan con nosotros, que son intuitivos, el porqué de lo que están haciendo y cómo deben mejorar la técnica. Estamos tratando de armar un curso con este profesor, nosotros no nos dedicamos a dar clases, pero ver cómo lo podemos instrumentar para que sean muchos más los que puedan beneficiarse de este hombre, un talento uruguayo trabajando en un estudio Disney en Brasil.

MA - La técnica es dibujo.

JF - Lápiz, al principio sí.

MA - No es animación por computadora.

JF - En efectos especiales sí, cuando tuvimos que hundir el barco hubo que hacerlo en programas de 3D, con animadores digitales, se generó el agua por computadora, las explosiones por computadora, tal cual lo ves en un dibujo en Disney, con la humildad y con los recursos limitados que tenemos en Uruguay. Ojo, desde el punto de vista tecnológico no tenemos problemas, falta volumen de gente para trabajar en esto, sobre todo cambiarles la cabeza a los jóvenes, esto no es un dibujo y salió. Esto lleva todo un proceso de armado, la música también es nuestra, hacemos desde el sonido de la puerta que se cierra hasta los musicales de todos y cada uno de los personajes.

LM - Vos decías que es una industria que está naciendo y que necesita gente. ¿Cómo hicieron con las voces de los protagonistas?

JF - Otro mito, que había que mandar doblar fuera, porque había para hacerlo en castellano neutro. Conseguimos un actor que fue a hacer un curso en Buenos Aires, Sebastián Bandera, de español neutro. Una cosa que no nos dijo nadie, ningún niño, pero sí algún fundamentalista: que en esa época no hablaban así; pero yo no le puedo dar a un niño un dibujo animado que diga "oie, hombre, pues, vosotros...". No lo ven. En algún lado nos criticaron la estética, "es muy americana", pero los niños están acostumbrados a ver eso.

MA - Nos escribe un oyente poronguero diciéndonos que ProAnima presenta su propuesta en Flores y que la Intendencia está promoviendo la industria audiovisual.

JF - Nosotros pertenecíamos a ProAnima, que es un cluster de animación, fuimos socios fundadores del cluster, y estuvieron en Trinidad, anduvieron muy bien. Hoy no tengo noticias, le tengo muchísimo cariño a toda la gente de ProAnima.

MA - Nos escribe Ernesto, de San Carlos, Maldonado, que pregunta: "¿Por qué tantos símbolos masones en esos dibujitos?".

JF - ¡Qué bueno! Son detalles, en esa época había influencia de todo, también hay influencia eclesiástica, hay símbolos eclesiásticos; por la parte católica no me dijeron nada, me vienen a decir por eso. Hay de todo, mucha cosa de representación, se copiaron las litografías tal cual estaban en algunos lugares y otras se inventaron, mucho se dejó libre a los artistas. No nos pareció mal. Además no se puede negar la influencia masónica en esa época, sería un error histórico; podemos discutir sobre la plaza Independencia, el Solís...

MA - ¿La tira se exportó? ¿Ha podido venderse en el exterior?

JF - Se pensó como un producto escalable o replicable a nivel latinoamericano, por eso es El Pequeño Héroe, está pensado como Pequeños Héroes a nivel de América Latina.

MA - El Pequeño Bolívar...

JF - Tenemos algunos contactos en el exterior pero no queremos vender el producto como una lata, queremos que tenga valor agregado para cada país. Por una cuestión de respeto, no nos parece justo ni honesto venderle a un venezolano la historia de Bolívar hecha por uruguayos, ellos tienen otras costumbres, otros mitos, está investigado. Los venezolanos tienen el mito del silbón, como nosotros tenemos la luz mala ellos tienen el silbón, es un cuento de ánimas, cuando el viento pasa entre las paredes de unas rocas hace un sonido como un silbido, y pensaban que eran fantasmas. Los mitos telúricos se tienen que desarrollar a partir de cosas de cada país. Pensamos hacer asociaciones con estudios de animación en otras regiones para brindarles el know how de lo que ya tenemos desarrollado, trabajar sobre el personaje principal y que la historia de nuestro pequeño héroe migre a un pequeño héroe de cada región.

MA - ¿Están pensando en Venezuela?

JF - Sí, se estudió cada región. Todo el mundo nos asocia enseguida con Bolívar y Chávez, es automático.

MA - Hay una relación comercial importante.

JF - No descartamos ninguna unión con nadie, nos encantaría, pero hoy nos faltan contactos. No voy a mentir, estamos abocados a producir, a hacer cosas, esto necesita mucho trabajo de laboratorio, mucho trabajo de investigación, mucho trabajo de armado. Contamos con el apoyo del canal, Montecarlo nos ha dado un apoyo enorme, parece pasarle la mano por el lomo pero uno a veces se queja tanto de la falta de apoyo a la producción nacional y en Montecarlo hemos tenido un apoyo brutal. Tanto es así que la obra de teatro se está ensayando en uno de los estudios del canal, calentito, cómodo, seguro. No se da todos los días este tipo de apoyo a la producción nacional. Y después el trabajo de campo, la investigación.

MA - Cuánta cosa tiene que funcionar para que después lo que se ve en la pantalla dé satisfacción.

JF - Se nos abrió una luz en el camino cuando estábamos pensando que a nivel de gobierno no teníamos ningún tipo de apoyo; es una cosa muy rara, todo el mundo nos pregunta "¿y el gobierno?". Tampoco fuimos a pedir nada, nunca le pedimos a la gente, al gobierno ni a nadie plata. No porque nos sobre el dinero, pero pensamos que teníamos que invertir la pirámide: hagamos las cosas, mostrémoslas y después vayamos a pedir apoyo, trabajo. Me revuelve el estómago que vos me des dinero y no saber cómo te lo voy a devolver. Yo quiero tener un trabajo que te interese para que vos quieras apoyar el producto.

MA - ¿Y apoyó el gobierno?

JF - No, cero. Pero a nivel de Cultura apareció Martín Papich, de Audiovisuales del Ministerio de Educación y Cultura, y se interesó en ver cómo se puede hacer para declararlo de interés ministerial, se ha portado espectacularmente. La gente de Ancel y del BROU nos ha apoyado desde el punto de vista de esponsorización, pero la parte cultural... No descuidamos ningún detalle de esto, tenemos chiquilines jóvenes que han quemado horas de trabajo, porque los verdaderos héroes son los jóvenes de 24, 25, 26, 27 años que se han matado estudiando historia, que incluso han descubierto cosas que en la época del liceo no veían.

MA - Esto del Ministerio es la primera reacción del Estado hacia el proyecto.

JF - Fue un impulso de ellos, nosotros no fuimos a golpear, no hemos ido a pedir plata. Con la Intendencia tuve el primer dolor, pensamos que íbamos a contar con apoyo porque habíamos hablado con gente, pero cuando llegó el estreno nos cerraron la puerta de algunos lugares. No estoy pasando factura, estoy diciendo la realidad, cómo fue. Nosotros brindábamos el personaje para que hicieran campaña de bien público, nos parecía que era un personaje que podía decir cosas para los niños, al que los niños podían prestar atención. No pedimos plata.

MA - ¿Les contestaron que no? O nada, ni contestaron.

JF - Cricricrí, ruido de grillos.

MA - Quedamos expectantes por el estreno de la nueva edición en agosto.

JF - En 15 días arrancamos con El Tesoro de la Luz nuevamente. Reeditamos los episodios, porque cuando terminó la serie tuvimos 400 llamadas en diez días preguntando por qué no la pasábamos otra vez.

LM - ¿A qué día y hora va a ir?

JF - Lunes, miércoles y viernes 11.30 y 18.40, antes de Telenoche 4. Nos pusieron en un horario muy importante, casi central.

Quiero agradecerle a toda la gente del canal el apoyo que nos dieron todos, desde el más humilde empleado hasta el más encumbrado. Y a Omar Gutiérrez y a Fernando Vilar, que son como los padrinos del emprendimiento, siempre nos están dando para adelante.