Entrevistas

Una "alternativa para ese público que hoy no lee diarios"

Plan B es un diario que busca ser novedoso y diferente. Hoy está en su cuarto mes de edición y su director, el periodista Javier Pastoriza, contó sobre esta experiencia, su funcionamiento y las novedades de esta propuesta que busca ser accesible y de fácil lectura.

JUAN MIGUEL PETIT:

Miren qué lindo ruido. (Crujido de papel.)

MAURICIO ALMADA:

Papel, papel, papel, el viejo y querido papel.

JMP - Papel con tinta, papel de diario y diario, ese objeto que algunos semiólogos han dicho que puede llegar a extinguirse, superado por los medios electrónicos, por internet, por los i-pod, por una cantidad de artilugios que van surgiendo. Y sin embargo sigue allí, vigente en las esquinas, en las casas. Los diarios. A veces en Uruguay extrañamos, los quioscos uruguayos están un poco despoblados, faltan diarios regionales.

MA - Una pobreza, uno cruza a Buenos Aires y hay de todo.

JMP - Diarios del litoral, de Chile, están llenos de opciones; mientras que aquí los quioscos están un poco de capa caída. Sin embargo, a veces hay buenas noticias, y una buena noticia fue la aparición de un diario nuevo. En el último año han surgido por lo menos dos diarios, La Diaria y Plan B.

Precisamente, estamos aquí con el director del más reciente, Plan B, Javier Pastoriza, periodista con una larga y exitosa trayectoria en el diario El País, especializado en temas económicos y vinculados con el agro, autor de varios libros sobre asuntos que tienen que ver con el agro y uno de ellos con las bodegas, Bodegas del Uruguay.

JAVIER PASTORIZA:

Cuando haga mi currículum te voy a llamar, mencionaste muchas cosas que ya no recordaba.

JMP - ¿Cómo anda Plan B? ¿Cómo ha sido este arranque en esta plaza que parecía muy quieta en materia de diarios pero que sin embargo se ha movido y Plan B está allí presente?

JP - Muy a la uruguaya, todo lleva tiempo. Yo siempre recuerdo que el programa del doctor Corso tiene 57 años en el aire, Estadio Uno tiene 36 o 37, Cacho Bochinche tiene más de 30. Todo lleva tiempo, para ser exitoso en este país hay que tener canas, por lo menos en el trabajo que se hace. Fuera de esas figuras, hoy estamos cerrando nuestro cuarto mes en la calle, con expectativas que se han venido cumpliendo en muchas cosas. Uno querría ser mucho más exitoso en ventas, estar poblado de avisos, en definitiva lo que todo proyecto periodístico quiere, y no le voy a explicar a Petit, que ha desarrollado varios desde el inicio, lo que supone generar este tipo de cosas. Estamos muy conformes, estamos contentos, venimos bastante bien. Todo se ha hecho muy a la uruguaya, no hubo grandes consultoras detrás que hicieran un estudio de mercado para averiguar por dónde ir, hacia qué público dirigirse. Hay trabajos realizados, sí, pero de la forma que lo hemos venido haciendo ha venido funcionando bastante bien.

MA - La propuesta de Plan B se inscribe dentro de esa tendencia a diarios más accesibles al público, tanto desde el punto de vista del precio como del formato. ¿Cuál fue la filosofía que inspiró el nacimiento de Plan B?

JP - Todos sabemos que se venden cada vez menos diarios. No sólo aquí, en el mundo está pasando. Cuando Juan Miguel hacía la introducción yo recordaba que Bill Gates dijo que en 2010 no se iba a vender un diario más. Falta poco, pero esperemos que no sea cierto, me parece que se va a equivocar.

Las consultas que uno hacía en el ámbito uruguayo, montevideano, en el interior, eran más o menos: "¿Usted lee diarios?"; "No"; "¿Por qué?"; "No tengo tiempo", "No me alcanza la plata". Más de 80%, en una encuestita que se hizo hará un año, decía eso: "no tengo tiempo", "no me alcanza la plata". Entonces la propuesta fue hacer un diario que superara esas limitaciones: precio accesible, 15 pesos, precio de un boleto de transporte capitalino (hoy más barato aún que un boleto), y de fácil lectura, pensado para esa gente que está 30 o 45 minutos arriba de un ómnibus de su casa al trabajo, o que tiene media hora para comer un sándwich (porque ni siquiera va a almorzar). Que por lo menos esa gente a la que siempre le gustó leer y hoy no tenía la posibilidad, lo hiciera.

Ese fue el gran objetivo de Plan B, ser la alternativa para ese público que hoy no lee diarios o que dejó de leerlos por un tema de precios, por un tema de tiempo. Y también tratar de captar nuevos lectores, gente joven que quiere acceder. Porque si bien cada vez se vende menos, hay un porcentaje que sigue leyendo, al que le sigue gustando leer en papel y tener el diario. Hay gente que se lleva la computadora a otras partes de la casa, pero todavía hay gente que sigue llevándose el diario o que sigue desayunando con un diario.

JMP - Una pregunta que nos llegaba el otro día: ¿de quién es Plan B? Estábamos hablando de los medios de comunicación y alguien preguntaba de quién es este nuevo diario. Te trasladamos la pregunta.

JP - Plan B es de una empresa que se llama Cadinel SA; en esa empresa hay gente vinculada con el diario El País. A todos les preocupa ese tema, es una pregunta bastante recurrente, y cada vez que hay un rumor en plaza quienes más lo difundimos somos los que informamos, no porque digamos los rumores, pero los manejamos entre nosotros. Se dijeron muchas cosas antes de que saliera Plan B, por lo menos en ámbitos vinculados con el periodismo. Pero Plan B nació con independencia, la relación con El País es que se imprime en su imprenta y se distribuye en el interior a través de sus distribuidores, esas son las únicas dos relaciones directas que tenemos. Hay una relación de Cadinel, donde hay accionistas de El País, pero Plan B no se guía por criterios de El País.

JMP - Son dos redacciones separadas.

JP - Totalmente separadas, Plan B funciona en forma independiente. Hoy cumplimos cuatro meses, estamos en el número 85. Utilizamos una foto que le pedimos a El País, como les hemos pedido a El Observador, a Últimas Noticias y a fotógrafos independientes. No utilizamos ningún periodista de El País, es más, trabaja gente que se fue de El País. Yo también, me fui de El País hace dos años y medio. Esa es la relación. Es más, si tenemos que competir, competimos, en licitaciones por temas comerciales hemos competido con El País, no hay una relación más allá de eso.

MA - Si vamos a la propuesta de Plan B, a su presentación y a sus diversos contenidos, una de las cosas que lo han caracterizado en este tiempo ha sido la importancia que le da a las columnas de análisis y de opinión, a punto tal que las destaca en su avance en la primera plana. ¿Por qué esa elección?

JP - Somos un diario de lectura rápida (en 15 o 20 minutos la gente ve o los lee a los contenidos), sin embargo no queremos perder a ese lector que quiere algo más de profundidad o algo más de análisis. Entonces buscamos alguna gente que escribía muy bien o que tenía un pasado escribiendo pero no estaba trabajando, algunos que trabajan en medios, son periodistas, algunos más conocidos, otros menos conocidos, y dijimos: ¿por qué esa gente no está escribiendo? Vamos a traerla. Son valores agregados que tiene el producto. Firmas como el argentino Claudio Fantini o Leonardo Habercorn, Alicia Garateguy, Jaime Clara, Milton Fornaro son elementos que le agregan valor al producto y le dan esa otra posibilidad al que quiere leer un poco más, encontrar esos puntos de vista sobre distintos temas.

JMP - ¿Plan B apuesta también al público juvenil?

JP - Hay gente que nos ha dicho "son una especie de revista diaria". El hecho de tener mucho color, de tener un diseño en el que hicimos especial hincapié tal vez sea novedoso, es una redacción muy chica pero en ella el secretario de diseño tiene el mismo peso que el secretario de redacción. Parece una cosa muy rara, pero los temas se encaran en conjunto y no hay una decisión del secretario de redacción por sobre el diseñador (como lo llamamos en los diarios) o el diagramador (como se decía antes), el peso de los dos es importante. Apostamos mucho a hacer un diario muy visual, con mucha foto, mucha ilustración, que realmente sacudiera a la gente con relación a los otros diarios, porque hacer más de lo mismo no tenía sentido. Eso nos ha dado una imagen de un diario como para jóvenes, y en realidad hemos venido funcionando muy bien también con los jóvenes, capaz que por eso mismo.

MA - ¿Cuál es la política editorial del diario?

JP - No tenemos editorial. Ustedes trabajan, trabajaron en diarios, yo trabajé en diarios, por lo menos en otro diario, y uno iba a trabajar en algo que ya estaba funcionando, donde había una cabeza, una línea, a veces empresarial, a veces política. En Plan B hemos tratado de hacer un diario de noticias, que la noticia sea lo importante, un diario útil, servicial (hay quien ha dicho que es un diario web, porque tiene el formato de una pantalla, es un tabloide más corto que lo habitual), entonces el tema pasa por cuáles son las noticias que importan, que le importan a más gente, no a toda la gente pero por lo menos a más gente, y tratar de ser útiles, de hacer un diario en el que se puedan encontrar cosas que a veces no se encuentran o que cuesta encontrar en los demás.

MA - ¿Con relación al gobierno de turno?

JP - Por un lado están las noticias, tratamos de que las noticias sean lo más objetivas posible para que la gente leyéndolas sea subjetiva. No hay una política a favor ni en contra, tenemos varias reuniones, es una redacción muy pequeña y no podemos cubrir todo, entonces cuando tenemos que privilegiar una noticia sobre otra vamos a la que entendemos que cubre la información que le interesa a más gente y tratamos de ser lo más neutros posible, de dar la información. Y tratamos de tener información de una agenda propia, lo que también es muy difícil porque tenemos una redacción pequeña, entonces los cartuchos que tenemos los tenemos que emplear bien.

Con relación al gobierno, hemos tenido columnistas que lo han criticado y otros que lo han apoyado, que lo han elogiado. No se trata de estar a favor o en contra del gobierno sino de decir las cosas. Cuando uno procede con lealtad y trabaja profesionalmente nadie se puede enojar. Hay gente que se ha enojado, pero todos sabemos lo que es el periodismo.

JMP - Después de estos meses de existencia ustedes ya deben de tener un cierto termómetro de los días que vendieron más, los días que vendieron menos, el día que hubo un tema que fue un éxito. A partir de eso, ¿cuáles son los temas que preocupan a la ciudadanía, los temas que despiertan avidez en la gente?

JP - Básicamente el tema trabajo siempre le interesa a la gente. Uno tampoco puede hablar de la globalidad de la gente. Algunos días hemos tratado un tema específico, por ejemplo a partir de datos del Instituto Nacional de Estadística un día hablamos de que en Uruguay hay cerca de 40.000 hogares que no tienen baño, y fue un tema puntual que sorprendió, había pasado sin trascendencia dentro de esos informes de encuestas que se dan. Ese día Plan B no sólo fue muy utilizado por los colegas, por ustedes, por la gente de otros medios, sino que también fue muy impactante la venta, llovieron llamadas, cartas, de dónde habíamos sacado eso, si era verdad. Otro día publicamos a Claudia Fernández en la tapa porque se le hacía una entrevista, una uruguaya trabajando en Argentina, y fue un furor, ese día poco menos que agotó, pero nos criticaron, cómo íbamos a poner una vedette en la tapa, qué tiene que ver. Quince días atrás habíamos publicado a Drexler. No estoy comparando, son figuras del espectáculo en distintos ámbitos. Un día fuimos a la casa de la abuela de Abigail, ese travesti uruguayo que está en Argentina. Tenemos que tratar de ser un poco distintos de los demás, a veces la información pasa por lugares que uno ni imagina. Trabajé muchos años en El País y a veces me enfurecía porque sacábamos algunas tapas que no le importaban a nadie, una linda foto, capaz que una linda historia pero las preocupaciones de la gente pasaban por otro lado. Uno trata de interpretar y ojalá le pudiera pegar siempre bien.

MA - El consumidor uruguayo ve que al final se podía hacer diarios más baratos en Uruguay, no tan caros. Durante mucho tiempo pensamos que era imposible, que de los 30 pesos no bajábamos.

JP - La Diaria lo está demostrando con más tiempo que nosotros, con una propuesta que a mí en particular me gusta.

MA - Y La República antes también.

JP - La República también lo trató de hacer, lo pudo hacer durante cierto tiempo, después tuvo que modificar un poco el precio. Hay una realidad, es caro el diario con relación al ingreso de la gente. Hace pocos días estuve en Guayaquil en un encuentro de diarios populares que organizó la Sociedad Interamericana de Prensa, y para mí fue muy sorprendente, pero para la organización fue sorprendente, porque esperaban 30 o 35 personas y fuimos 78 personas de 43 diarios de toda América. La realidad es tan distinta y a veces tan igual... me encontré con diarios de Guatemala que venden 250.000 ejemplares, diarios de Honduras que venden 300.000 y un diario deportivo de El Salvador que vende 150.000, que la semana que más vende es la previa a cuando juegan Real Madrid y Barcelona en España. ¿Qué tiene que ver eso con El Salvador? El Salvador es uno de los pocos países de Centroamérica donde el fútbol predomina sobre el béisbol, la gente es muy apasionada, pero 98% de la población no tiene cable, no ve esos partidos.

JMP - Entonces compran el diario.

JP - Compran el diario.

JMP - Hablabas de una agenda propia también, aparte de esos temas que van saliendo.

JP - Todos los que sacamos un diario decimos "vamos a hacer una agenda propia", si tenemos un programa de radio tenemos una agenda propia, vamos a ser diferentes, somos un cracks, vamos a vender, vamos a encontrar lo que nadie encontró.

JMP - En ese clima de tomarse un poco en broma y un poco en serio a uno mismo, uno siempre tiene alguna idea, algunos temas que le gustaría que estuvieran más presentes que lo que ve en otros medios, sino, simplemente se limitaría a consumir los otros medios y no se lanzaría a la aventura de tener un medio propio. ¿Qué temas te parece que deberían tener un poco más de presencia, un poco más de atención? ¿Qué áreas de la realidad te gustaría que Plan B tuviera como prioridad?

JP - A uno le gustaría tener siempre historias bien contadas. En definitiva es eso, la vida nos lleva a eso, un videoclip, una canción, un libro, un programa de radio son una historia bien contada. Si uno la cuenta bien a veces no importa de qué tema está hablando. Tal vez esa sea la limitante de internet, la gente va a buscar algo específico y se pierde otras cosas. Y eso es lo bueno que tienen los diarios, uno fue a ver a qué hora empieza una película y se enganchó con algo nuevo en materia tecnológica o con la historia de vida de unos uruguayos que vinieron, instalaron un bar, los robaron dos veces en quince días, entonces cierran todo y se vuelven a España. Eso a veces pasa por la percepción, por el instinto, por el nivel de los periodistas que uno tiene, por hacia dónde van, los temas que le gusta leer a la gente son los temas que le preocupan, y muchas veces son temas sobre los que no habla. Hace poco publicamos un informe de un colega que vive en el interior, que se llama Dino Capelli, sobre un prostíbulo en Durazno. La cantidad de gente que me habló de esa nota... se daban diálogos de este tipo: "¿Cómo vas a poner eso?", "¿Lo leíste?", "Sí", "¿Te gustó?", "Sí", "¿Aprendiste algo?", "Sí". No estuvo tan mal, había algo procaz, el tema, yo llevo un diario a casa... Está bien, pero también llevás un diario que capaz que tiene en primer plano tres personas descuartizadas por una bomba en Irak, ¿cómo les explicás eso a tus hijos? También se lo tenés que explicar de la otra forma.

MA - ¿Cómo es la relación de Plan B con el Sindicato de Vendedores de Diarios y Revistas?

JP - Plan B se vende en los quioscos, apostamos a los canillas y esperamos que los canillas también apuesten a nosotros. Tuve dos o tres conversaciones con los que distribuyen los diarios en todo Montevideo, que son 18 sucursaleros, y les pregunté si no hay posibilidad de que vuelvan a subirse a los ómnibus a vocear las noticias.

MA - ¿Por qué no lo hacen?

JP - No sé, yo vivo en el parque Rivera, en Avenida Italia a dos cuadras de avenida Bolivia, tengo tres supermercados en cinco manzanas a la redonda, todos me llegan con un mailing, con ofertas, con precios y están seguros de que voy a ir a comprarles, a veces iré a uno, a veces iré a otro. ¿Por qué ellos no lo hacen? Es un tema complicado, a veces están cómodos, venden las revistas, se quedan con lo que está, muy de uruguayo eso. Pero de repente uno pasa por un quiosco y tiene un cartel "Hoy salió Búsqueda con Galería", "Hoy El País viene con El País Agropecuario y El Escolar", tratan de incentivar así sea modestamente. Ojalá lo hicieran más.