EMILIANO COTELO:
Nuestro Teatro Solís fue – en la tardecita de ayer, en Montevideo – un escenario de lujo para el acto la inauguración de esta decimosexta Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno.

Una ceremonia relativamente breve, ágil, que contó – en lo que a la oratoria refiere – con la participación del contador Enrique Iglesias, en su calidad de titular de la Secretaría General Iberoamericana; del saliente secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan; del Rey de España, Juan Carlos de Borbón y, finalmente, del presidente de la República, doctor Tabaré Vázquez.

En el escenario del Teatro Solís: los jefes de Estado y de Gobierno.

Haciendo las veces de público: autoridades nacionales, las principales figuras políticas de nuestro país, autoridades extranjeras, integrantes de las distintas delegaciones, fotógrafos y camarógrafos.

El protagonista: Enrique Iglesias

Sin dudas, el contador Enrique Iglesias fue el actor protagónico. Las palabras de Iglesias, el principal articulador de esta XVI Cumbre, manifestaron más de una vez su satisfacción con lo que ha sido este primer año de trabajo al frente de la Secretaría General Iberoamericana.

Además, el asturiano pero uruguayo por adopción, se mostró muy confiado en el potencial de esta región, de estos países agrupados en Iberoamérica, para constituirse en un verdadero espacio de unidad política.

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"ENRIQUE IGLESIAS:
Después de un año de intenso trabajo estoy aún más convencido de que existe en Iberoamérica un espacio real para una fructífera dimensión de concertación política y cooperación que privilegie el desarrollo, la justicia y la paz. Esto no es sólo posible, es también necesario; los grandes desafíos actuales sobrepasan las fronteras de cualquier Estado aislado: la seguridad, las migraciones, los problemas energéticos, la economía, el desarrollo sostenible".

Obviamente, Iglesias se refirió en detalle al tema que va a dominar estos dos días de deliberaciones, el que fue elegido como lema de este encuentro: "Migración y Desarrollo". Iglesias definió los objetivos centrales.

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 "EI - Nuestra prioridad estratégica es la organización, el ordenamiento de los flujos entre países de origen, de tránsito y destino. El tratamiento integral y el enfoque multilateral deben conducirnos a políticas de inmigración creíbles, que contribuyan a proteger vidas humanas, a preservar la dignidad de los hoy sometidos a la trata y tráfico de personas, y crear las condiciones para que todos los actores del proceso migratorio obtengan beneficios mutuos y recíprocos"

Secretario general de la ONU, en retirada

La nota angloparlante de la tarde-noche en el Solís la puso el saliente Secretario General de Naciones Unidas, el ghanés Kofi Annan. Habló en un inglés muy llano, condición que de todos modos no disimuló la ausencia de traducción en los primeros tres minutos.

Haciendo alusión al tema del "desarrollo" en su vínculo con la migración – tal como propone el lema de la cumbre – Annan destacó que la inequidad y la pobreza son "desafíos persistentes" en América Latina. La región, señaló, muestra "el mayor grado de desigualdad" en términos de la distribución del ingreso del mundo; de todos modos, señaló algunas señales auspiciosas.

"EI - La región tiene un alto grado de desigualdad en términos de distribución del ingreso, con 220 millones de personas que viven en la pobreza. Pero, a pesar de que la región sigue mostrando un dinamismo menor que en otras partes del mundo en desarrollo, hay algunas señales reales de progreso. La CEPAL predice que la región va a crecer 5% en 2006, y que será la segunda vez en 25 años que la economía crece por cuatro años consecutivos".

Respecto del tema de las migraciones, Annan recordó que sólo en 2005 América Latina y el Caribe generaron el 13% de los emigrantes de todo el mundo, con 26 millones de personas.

Además, hizo especial hincapié en la necesidad de reducir los costos de las remesas y eliminar impedimentos a estas transferencias como una posible medida para mejorar los beneficios generales derivados de este flujo constante  de dinero que la emigración supone entre las economías regionales.

Su majestad, el rey de España

Por su parte, el rey de España, Juan Carlos de Borbón, aportó su cuota de optimismo a propósito de los resultados que podrán alcanzarse en esta Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno.

El jefe de Estado español aseguró que las Cumbres han demostrado ser importantes y elogió la tarea de la Secretaría General Iberoamericana, formada el año pasado, que dirige el contador Enrique Iglesias.

"REY JUAN CARLOS:
Hace poco más de un año tuve el honor y la satisfacción de recibirles en Salamanca para la XV Cumbre Iberoamericana, en donde celebramos la puesta en marcha de la SEGIB. Un órgano concebido como sólido apoyo institucional técnico y administrativo al servicio de nuestra comunidad. Ha sido un paso fundamental del que podemos sentirnos plenamente satisfechos. Tan solo un año después podemos felicitarnos por su excelente labor, por su decidido impulso a la conferencia iberoamericana, a la articulación interna y a la proyección exterior de la comunidad iberoamericana".

Por último, el dueño de casa

Como decíamos, la parte oratoria se cerró con el locatario, el dueño de casa. Y el presidente de la República, Tabaré Vázquez, aprovechó la oportunidad, ya en el arranque de la cumbre, para enviar un claro e inequívoco mensaje de acercamiento, de confraternidad para con al Gobierno Argentino.

Vázquez eligió hablar del tema de la migración poniendo como ejemplo al país vecino, a la Argentina. Dijo, "que en materia de migración Uruguay ha ofrecido pero también ha recibido solidaridad".

"TABARÉ VÁZQUEZ:
De ello nos sentimos tan sanamente orgullosos como profundamente agradecidos. Basta mirar aquí cerca, no más, en la República Argentina, donde más de 300.000 uruguayos han recibido un respaldo invalorable del hermano pueblo argentino".

"Nadie emigra alegremente o por deporte" dijo el primer mandatario al referirse al tema que dominará esta cumbre. Y agregó: "ignorar la temática de las migraciones sería irresponsable". También reconoció la convicción y el empeño con que se ha trabajado en la articulación de un compromiso que contemple los derechos, los deberes y la co-responsabilidad de todos.

"TV - Un compromiso que todos, tanto los países de salida, como los receptores, podamos suscribir y cumplir. Un compromiso que no solo apunte a gobernar el complejo fenómeno migratorio sino que también coadyuve al desarrollo que aparte de ser también tema de esta reunión constituye un desafío siempre vigente para todos".

En el comienzo de su alocución, el primer mandatario uruguayo había agradecido a los Presidentes que llegaron a esta XVI Cumbre y, para ello, retomó las palabras que usó Juan Carlos Onetti, al momento de recibir, justamente de manos del rey Juan Carlos de Borbón, el premio Cervantes de literatura. Dijo: "gracias por haber llegado a este lejano suburbio de la lengua española".

Les pidió a los presentes que se "sientan en su casa" y que "respiren esa suerte de aire habitual y sereno que es la hospitalidad de los Uruguayos"

El presidente señaló además que "nos identifica un pasado que no elegimos, pero cuyo legado asumimos"; nos une también – dijo Vázquez – "la necesidad y posibilidad de un futuro mejor que es nuestro derecho y nuestra responsabilidad construir desde el presente".