De todas formas, consideró que el sesgo triste es que - una vez más - el Mercosur ha exhibido su crisis ante la comunidad iberoamericana.

"(...) A través de una total ausencia de sus dirigentes, de sus primeros mandatarios. Que sea España (lo que debe agradecerse siempre) quien tienda el puente, es una expresión de nuestra incapacidad (y de las falencias de las instituciones del Mercosur) para cumplir con el deber natural de resolver las controversias que puedan existir entre nosotros", remarcó.

Sobre los asambleístas que se han expresado en forma intransigente, Sanguinetti afirmó: energúmenos habrá siempre en la vida, pero hay que pensar que la gente razonable en algún lugar se entenderá.