El partido debió ser detenido un par de veces debido a una fuerte lluvia. El número uno del mundo se impuso por 6-4 y 6-1. "Gil jugó un excelente set y medio. Gracias a Dios pude aprovechar las demoras por lluvia para mejorar mi juego," comentó Federer en conferencia de prensa.

En la próxima jornada deberá enfrentar al alemán Denis Gremelmayr, quien venció al checo Jiri Vanek por 6-2, 3-6 y 6-2.

Luego de un mal comienzo de temporada, con cuatro torneos en los que no logró llegar a la final, Federer contrató al español José Higueras para entrenarlo. El tenista competía sin entrenador desde que despidió Tony Roche en mayo de 2007.

La aspiración del suizo es ganar el torneo que lo obsesiona desde hace un buen tiempo: Roland Garros. Higueras, un especialista en polvo de ladrillo, ya entrenó a varios campeones, entre ellos Jim Courier y Michael Chang, dos ganadores de Roland Garros. Además, como jugador Higueras fue semifinalista dos veces en dicho torneo.

Federer se ha tomado el Abierto de Estoril como un ejercicio preparatorio para llegar el mes próximo a Francia en su mejor nivel y también como una oportunidad para medir su relación con Higueras. El número uno del mundo participará en los tres Masters de la temporada en ladrillo: Montecarlo, Roma y Hamburgo.