Los aurinegros fueron más en todos los aspectos desde el vamos. Golearon a un equipo tricolor que, en el segundo tiempo, se descontroló y terminó con ocho jugadores.

Peñarol goleó a Nacional que terminó con tres expulsados

Peñarol goleó a Nacional que terminó con tres expulsados

Los aurinegros fueron más en todos los aspectos desde el vamos. Golearon a un equipo tricolor que, en el segundo tiempo, se descontroló y terminó con ocho jugadores. Carlos Bueno al termino del partido se colgó del alambrado y festejó con la tribuna, recordándo un viejo ritual de Fernando Morena.

Peñarol fue más que Nacional, de comienzo a fin. De entrada, a los 5 minutos, marcó la ventaja con un golazo de tiro libre de Tony Pacheco. El segundo, el más bello del partido, llegó a los 24 minutos de la mano de Olivera, luego de una gran jugada individual y una definición propia de un crack. Para ese entonces, Peñarol era abrumadoramente superior a Nacional, pero Fornaroli, logró el descuento a los 26 minutos. Hasta ese entonces Nacional no había hecho nada. De hecho, fue la primera jugada sobre el área carbonera.  

Pocos minutos después, Bueno marcó el trecero de los aurinegros gracias a un servicio de Olivera que dejó al goleador solo frentre a Viera. Cuando estaba por terminar el primer tiempo el argentino Bertolo marcó un nuevo descuento para los tricolores, de cabeza y con el arquero de Peñarol tirándose a destiempo (Salgueiro fue el único que se mostró inseguro en la defensa aurinegra). En esos minutos pareció que el tricolor podía remontaba el partidoNacional se fue animado al vestuario. Duró poco la esperanza.

Apenas comenzó el segundo tiempo el Pollo Olivera marcó el cuarto de Peñarol y allí se acabó el partido. Los tricolores no crearon una sola jugada de gol en el segundo tiempo y tres de sus jugadores marcharon para vestuario antes de tiempo. Primero fue Romero por doble amarilla. Luego, siguió Cardaccio y finalmente Fornaroli. Ambos, en diferentes oportunidades agredieron a Bueno.

 

Festejo carbonero. Mario Saralegui no pudo ocultar su alegría al término del partido. "Estoy loco de la vida", dijo a las cámaras de televisión y comenzó a gritar "¡Peñarol!", frente a la hinchada de la Amsterdam. "La alegría que se llevó la gente y el aplauso que nos dio es lo más importante para nosotros", afirmó luego a 13a0. Respecto al efusivo festejo explico: "Es difícil no hacerlo, uno está los 90 minutos tratando de controlarse y cuando termina el partido no queda otra que disfrutar".

El técnico se mostró prudente a la hora de hacer futurología sobre el campeonato. "Todavía quedan seis puntos por jugar. Tenemos que tener la capacidad de disfrutar esto y después concentrarnos en los partidos que quedan por jugar. Hay momentos para festejar y otros para prepararnos para los partidos que siguen".

Hicimos un gran trabajo colectivo e individual. La diferencia estuvo en los jugadores y en el juego", opinó Antonio Pacheco.

Por su parte, Martin Ligüera y Mathias Cardaccio reconocieron la derrota y en el caso del primero reconoció que a su equipo "no le salió nada". Respecto a su tarjeta roja, Cardaccio dijo que sólo fue a increparle a Bueno por qué el jugador aurinegro, en la jugada previa a su explusión, le había "pisado" la pelota, cuando ya el partido estaba liquidado. Larrionda, sin duda, vio algo más que eso.

"Yo gané el partido, jugué bien y festejé con la hinchada", afirmó Bueno, quien aclaró que no iba a realizar ninguna otra declaración fuera de contexto. "Estamos bien, ganamos un gran partido pero somos conscientes de que todavía no ganamos nada", aclaró.

En el vestuario aurinegro, el triunfo clásico se festejó como un campeonato. Peñarol retoma los entrenamientos el martes por la mañana. No tiene para el próximo partido jugadores lesionados o suspendidos.