Nadal llegó a Beijing el lunes y de inmediato su presencia no pasó inadvertida en la villa olímpica. "En la cena casi no podía comer. Era increíble la cantidad de atletas que se le acercaron. Habrá firmado como 100 autógrafos y se habrá sacado otras tantas fotos", afirmó María Gabriela Best, remera de Argentina. Pero no sólo la gente común buscaba a Nadal. Los competidores que llegaron a China también se comportaron igual. "Deportistas de Pakistán, de India, de Uganda, de Israel, de todo el mundo. Todos querían tener su imagen con Nadal. Era impresionante", dijo  Rafael Micheli, del cuerpo técnico de la selección argentina de hockey sobre césped.

"Nadal entró al comité de bienvenida de la villa y se armó un revuelo bárbaro. Estuvo sacándose fotos y firmando autógrafos durante más de 15 minutos, hasta que sus auxiliares pidieron por favor que lo dejaran en paz", describió Dinora Acevedo, jefe de misión de El Salvador.

Federer no se quedó atrás, por más que desde el 18 de agosto será el dos de Nadal. El suizo se hizo ver por primera vez martes al mediodía en el comedor de la villa y conmovió el lugar "Fue tremendo, de repente hubo una avalancha de gente que iba sobre Federer", explicó Fernanda González, nadadora mexicana, quien también reconoció que se sacó una foto con Federer.

Luego Federer tuvo la mala idea de ir a visitar la tienda comercial de la villa. Fue tanta la cantidad de deportistas de todo el mundo y voluntarios chinos que le pedían un autógrafo que el tenista tuvo que esconderse detrás de una puerta hasta que lo dejaran en paz.

La competencia de tenis comenzará el domingo 10 y repartirá, además de medallas, puntos para el circuito ATP.